Una de las charlas del Blue Zone Forum, promovido por la Zona Franca de Cádiz y Navalia Meeting.

Una de las charlas del Blue Zone Forum, promovido por la Zona Franca de Cádiz y Navalia Meeting. Cedida.

Observatorio de la Energía

La eólica marina asume como mal menor el desprecio de Trump ante la verdadera crisis: la falta de rentabilidad y China

Las trabas del exmagnate empequeñecen en la gran cita del sector en Cádiz ante la urgencia de lograr que los números de estos proyectos cuadren.

Más información: La economía 'azul' se conjura en Cádiz en torno a la construcción naval y energía para exprimir su potencial económico

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Parece complicado que el político más poderoso de las democracias occidentales sea algo casi sin importancia, pero en la eólica marina Donald Trump y sus desprecios a las renovables – abonados por los intereses estadounideses del "drill, baby drill"– logra ser cosa menor.

Otros problemas acucian al desarrollo de la eólica marina, quizá la versión más prometedora de desarrollo económico a corto plazo de cuantas ofrece la economía azul. Y ninguna tiene que ver con la Casa Blanca, aunque busque poner trabas a grandes proyectos, algunos de Iberdrola.

El problema urgente es que los números no cuadran. Eso, y la competencia de China, que fabrica estructuras a mucho menor coste. Tales son las alertas lanzadas en el Blue Zone Forum, el gran evento internacional de la economía azul que se desarrolla estos días, promovido por la Zona Franca de Cádiz y Navalia Meeting.

Aunque la cita aborda todas las posibilidades que ofrece el sector para innovar y crecer, y este año además ponga especial atención en la pujante construcción naval, el comentario entre los asistentes es recurrente: el gran tema de actualidad es el momento que atraviesa la eólica marina. 

Una forma de generación que es "la que tiene más polémica", en palabras de José Luis Trillo, director gerente de la ingeniería andaluza Atridel. Ha sido una forma de dar la bienvenida a una de las charlas más esperadas del evento, centrada en el futuro de la eólica marina. 

Rentabilidad y China

Su otra recepción ante el público es que estos son "malos tiempos para la lírica" de las aspas sobre el mar. Porque hay barreras en infraestructuras, en la cadena industrial, en los recelos ante estas estructuras y, sobre todo, en la falta de agilidad del marco regulatorio. 

Son quejas que otros sectores productivos podrían firmar, pero que en el caso de la eólica marina son especialmente urgentes porque, recuerdan los actores reunidos en Cádiz, esta cuestión entronca con la soberanía energética.

Y el punto es que actualmente los números "no salen", ha señalado José Luis Inogés, responsable de Desarrollo de Negocio en Navantia Seanergies. "El momento del sector no podemos decir que sea brillante, aunque no nos queda otra que ser optimistas", ha reflexionado, porque "los beneficios son claros".

Pero acecha "la amenaza de la competencia" de China. "En precio no vamos a competir, entonces hay que mejorar instalaciones y procesos de fabricación", ha apuntado, también mantener la mano de obra, aunque no haya carga de trabajo, para no tener escasez de personal cuando el empujón llegue.

Resistencia

Porque esa es la esperanza: que el empujón llegue. En realidad es el mensaje de toda la segunda jornada del Blue Zone Forum, que ha abierto la divulgadora Elsa Punset con una llamada a ser optimistas, "a tener una visión positiva para sentirnos mejor y mejorar nuestra vida".

"El exceso de estrés mata la alegría”, ha dicho Punset, mientras en otra sala Ana Oliveras, directora de la academia de Top Gamers Academy y pionera en el sector de los eSports, se preparaba para contar su historia, también plagada de crisis de las que se sale: "A veces las bajonas son buenas porque te obligan a repensar las cosas y te redefinen el sector", ha asegurado.

El alto responsable en Navantia Seanergies, que estuvo en la charla de Oliveras, recoge la enseñanza gaming. "Llegará la eólica porque sus beneficios están claros, pero hasta que llegue tenemos que reinventarnos y buscar maneras diferentes de hacer las cosas", ha zanjado.

¿En qué? Durante la 'bajona', ha opinado, se pueden aplicar las lecciones aprendidas del pasado. En el modelo de explotación de los puertos, donde el modelo de negocio basado en el tráfico de mercancías no casa con lo que ofrece la eólica marina, o en la asignación de licencias, buscando no solo favorecer el proyecto más económico para el Estado, sino el de mayor proyección sobre el territorio.

Un ejemplo destacado ha sido el desarrollo de proyectos eólicos offshore ha sido Canarias, donde levantar una infraestructura de estas características repercutiría de forma positiva en toda España al reducir el diferencial de coste que se reparte en todo el Estado. 

Para esa oportunidad busca posicionarse la Autoridad Portuaria de Las Palmas, representada por César Martín, responsable de Infraestructuras en el área de Competitividad e Innovación. La idea es que las instalaciones se destaquen como plataforma de ensamblaje, "pero hay que trabajar" para hacerlo realidad.

En el debate de futuro el ejemplo de consolidación en offshore lo ha puesto Rodrigo Ballesteros, senior advisor de la Embajada de Noruega en España, que ha explicado que incluso en este país, con larga tradición en petróleo y gas hay desafíos cuando se trata de eólica marina.

"Los retos de todo esto es la adecuación de esa cadena de valor, que aunque similar no es aplicable totalmente, y segundo reto es adecuar los puertos, que no tienen dimensiones necesarias para poder hacer toda la operación", ha avisado.