Maquinaria de Fertiberia.

Maquinaria de Fertiberia. Fertiberia.

Observatorio de la Energía

Reorganización de Fertiberia por la caída de ventas de fertilizantes en Europa: Turquía, Rusia y Egipto ganan la partida

La industria europea de fertilizantes se enfrenta a estrictas regulaciones ambientales y más costes de producción.

Más información: Fertiberia inaugura en Francia una planta de AdBlue con capacidad de fabricación de 50.000 toneladas al año

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Fertiberia, el mayor fabricante de fertilizantes de España y uno de los principales de Europa, ha comenzado con un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en varias plantas de producción que anunció en mayo pasado y todo ha sido debido a una combinación de factores.

"El principal problema es el alto coste energético, que hacen que la facturación de la compañía no sea suficiente para cubrir los costes de la producción", explican fuentes sindicales de CCOO del comité de Empresa de Fertiberia.

Pero además, también está la competencia de terceros países. "Después de dos años muy duros, en 2025 seguimos en negativo, y mientras esperamos una recuperación de ventas, la competencia de Turquía, Egipto y Rusia en urea, uno de los fertilizantes más baratos y populares, por ejemplo, nos hace mucho daño", añaden.

El ERE inicialmente afectaba a unas 55 personas (en torno al 10% de la plantilla en España), pero tras la presión sindical y las negociaciones, la cifra se ha rebajado a 34 despidos, repartidos en sus plantas de Palos de la Frontera (Huelva), Sagunto (Valencia), Avilés (Asturias), Cartagena (Murcia) y Puertollano (Ciudad Real).

"La compañía quiere optimizar y economizar las tareas, además de unificar gestiones del grupo en las áreas de logística o proyectos pilotos que se pusieron en marcha años atrás", apuntan.

Se han pactado recolocaciones, prejubilaciones y compensaciones de 45 días de salario bruto por año trabajado (máximo 30 mensualidades), además de otras medidas para mitigar el impacto sobre la plantilla.

Fuerte competencia

Se proyecta que el mercado de fertilizantes de la UE alcance los 72 millones de toneladas en 2035, impulsado por la creciente demanda de producción de alimentos y prácticas agrícolas sostenibles, según el último informe de IndexBox.

Alemania, Francia y Polonia son los mayores consumidores, mientras que el mercado se está expandiendo para incluir una mayor variedad de productos, incluidos fertilizantes ecológicos y de base biológica, en respuesta a las regulaciones ambientales y la creciente demanda de alimentos orgánicos por parte de los consumidores.

Pero cada vez ocupan más espacio los fertilizantes importados. Rusia se mantiene como uno de los mayores exportadores de fertilizantes a los 27 países de la UE, y su participación en ese mercado ha aumentado del 28% al 34% en los últimos cuatro años, según Green Gubre, empresa de materias primas, especializándose en fertilizantes, productos petroquímicos, y metales, con sede en Turquía.

En su análisis, señalan que el Parlamento Europeo votó en mayo pasado a favor de imponer aranceles prohibitivos a las importaciones de fertilizantes rusos, pero solo se introducirán en fases y es demasiado pronto para evaluar su probable impacto en el mercado.

Sin embargo, según datos de Eurostat, Egipto ocupó el segundo lugar con exportaciones por valor de 51,3 millones de euros, Turquía con 31,5 millones de euros, mientras que Rusia, anteriormente el principal proveedor de fertilizantes a Europa, solo alcanzó los 43,1 millones de euros.

En el mercado europeo se venden principalmente fertilizantes industriales de tres grandes clases: nitrogenados, fosfatados y potásicos, además de mezclas complejas y productos especiales adaptados a diversas formas de aplicación. Según la Asociación Internacional de Fertilizantes, los fertilizantes nitrogenados representan casi el 60% del uso total de fertilizantes en Europa.

Impuesto en frontera

El CBAM (Carbon Border Adjustment Mechanism), o Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono de la UE, va a impactar de forma directa en la importación de fertilizantes en la UE al introducir un impuesto en aquellos productos que no cumplan con la normativa ambiental de emisiones de CO2.

A partir de 2026, los importadores estarán obligados a comprar certificados CBAM equivalentes a las emisiones de carbono generadas durante la producción de los fertilizantes importados, poniéndolos en igualdad de condiciones con los fabricantes europeos sujetos al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión de la UE (ETS).

El coste adicional por el CBAM se traslada al precio final del fertilizante importado, afectando su competitividad frente a la producción comunitaria.

A partir del 1 de julio, la Unión Europea puso aranceles adicionales a las importaciones de fertilizantes, con un impuesto fijo de 40 euros por tonelada para fertilizantes nitrogenados y de 45 euros por tonelada para fertilizantes compuestos, además del arancel aduanero original del 6,5%.

Se espera que estos aranceles aumenten gradualmente hasta 2028, alcanzando los 315 euros y los 430 euros, respectivamente. Esto podría ser una barrera casi insuperable para la competencia rusa, independientemente de lo que la Comisión Europea apruebe en sus paquetes de sanciones como consecuencia de la guerra de Putin en Ucrania.