La presidenta no ejecutiva de Redeia, Beatriz Corredor; el CEO de Redeia, Roberto García Merino, y la directora general de Operación de Red Eléctrica, Concha Sánchez, ofrecen una rueda de prensa en la sede de Red Eléctrica en Tres Cantos.

La presidenta no ejecutiva de Redeia, Beatriz Corredor; el CEO de Redeia, Roberto García Merino, y la directora general de Operación de Red Eléctrica, Concha Sánchez, ofrecen una rueda de prensa en la sede de Red Eléctrica en Tres Cantos. EP

Observatorio de la Energía

Corredor ignora las críticas de Sara Aagesen por la mala planificación del apagón y va al choque frontal con las eléctricas

La diferencia en sus informes es la posible responsabilidad del operador por no calcular bien los riesgos que admite el Consejo y niega Red Eléctrica.

Más información: El Gobierno camufla la responsabilidad de REE anonimizando la culpa del apagón y cargando contra las eléctricas.

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La presidenta de Redeia, Beatriz Corredor, sabe que frente a las grandes eléctricas la mejor defensa es un ataque: su informe sobre el apagón le autoexculpa de todo, carga contra las compañías y, además, ella misma lo considera "complementario" al que lanzó un día antes el Gobierno.

La gran diferencia entre ambos análisis se centra en las críticas 'veladas' que Sara Aagesen hizo al presentar el informe del consejo investigador sobre la planificación del sistema que "mostraba una insuficiencia de capacidades de control dinámico de las tensiones" para mantenerlas estables.

En ese punto es donde Beatriz Corredor niega la mayor y asegura que, incluso hasta las 12.00 horas del día del apagón, todo era normal y no hubo nada que hiciera "presagiar ni predecir remotamente los sucesos que acontecieron.

Los dos informes sobre el apagón del Gobierno y Red Eléctrica muestran un paralelismo básico sobre una colusión de factores que dieron lugar al cero total, con más incidencia del operador del sistema en cargar la responsabilidad en la falta de reacción para compensar la tensión por parte de las eléctricas.

El informe del Gobierno recalca que el número de grupos acoplados con capacidad de control de tensión era el de menor dotación para sostener el sistema desde hacía meses, con una baja que no se quiso reponer, algo que Red Eléctrica considera que fue "adecuado".

Salvo esa diferencia, lógica si tenemos en cuenta que la cúpula de Red Eléctrica ha descartado cualquier responsabilidad en "el incidente", el resto del análisis y de los múltiples factores que causaron el apagón es muy coincidente entre las dos partes en lo esencial.

Ambas partes reconocen como importante la "oscilación atípica" que se produjo media hora antes del cero total, pero con más interés de Red Eléctrica en revelar que venía de una planta fotovoltaica de Badajoz con un "mal funcionamiento o una anomalía interna".

En el punto concreto que carga contra la falta de aportación de algún grupo de generación para controlar la tensión, el lenguaje cauteloso del Gobierno sobre que no hizo "lo que se esperaba", se radicaliza en Red Eléctrica al asegurar que la generación "no cumplió con sus obligaciones de control dinámico de tensión".

Lo mismo ocurre al analizar la desconexión cuasi automática en cascada de las plantas de generación a medida que la tensión aumentaba: para el Gobierno "pudieron no estar ajustadas" al margen de tiempo, mientras que para el operador se produjeron "sin una temporización adecuada" exigida por la normativa.

El análisis de Red Eléctrica es especialmente duro con la velocidad de los cambios de tensión basados en las nuevas tecnologías, que favorecen la "optimización económica", pero que "se convierten en fuertes desequilibrios que cambian drásticamente los flujos de la red".

Un punto de fricción entre ambos informes se produce al analizar las interconexiones, sobre todo la francesa. Red Eléctrica asegura que mantener el envío de la potencia consignada hacia Francia "exacerbó el desequilibrio en un momento crítico", y el Gobierno admite que, a pesar de ello, no se habría evitado el colapso.

La CNMC dirime

En el plano jurídico, llama la atención la denuncia de Corredor sobre la falta de datos de las eléctricas para dilucidar los hechos, algo que "convierte en provisional y sin el rigor necesario" cualquier conclusión previa.

Evidentemente, estamos todavía en el plano administrativo, previo a la jurisdicción civil que tendrá que determinar en los juzgados el grado de responsabilidad y el pago de indemnizaciones por daños de cada parte, en una maraña de demandas e informes inmensa, dentro de varios años.

Hasta que todo eso se dilucide -seguramente sin la mayor parte de los actuales responsables-, la clave está puesta en el informe independiente y el expediente que sobre sus conclusiones abra la CNMC, con las correspondientes sanciones administrativas a las partes.

Ese análisis, que ya no es 'de parte' desde el punto de vista judicial, tendrá que decidir si equivocarse en la planificación es sancionable o entra dentro de los riesgos lógicos de REE cuando se cuenta con los datos correctos sobre la mesa y sin capacidad de prever lo que ocurriría después.

De la misma manera, tendrá que ver caso por caso si las plantas programadas a las que se acusa de no haber aportado lo que debían para controlar la tensión, según el Procedimiento Operativo 7.4 vigente y pendiente de reformar, deben ser 'castigadas' por ello. O las que se desconectaron antes de tiempo.

Por lo pronto, sobre la mesa hay dos informes que, básicamente, dicen que los posibles errores de REE en la programación de las restricciones técnicas se vieron agravados o superados por los incumplimientos de los titulares de las centrales síncronas, que debían estar preparadas para eso y más.

Queda mucho para el final del 'culebrón'.