Ante el parón que genera la cercanía de los comicios, los políticos se han apresurado a realizar gran parte del trabajo legislativo formal en los últimos meses en el ámbito de la energía. Así que, aparte de algunos asuntos rezagados (como la propuesta Ley de Industria Net Zero), la presidencia belga se centrará más en cuestiones no legislativas que se van a concentrar en abordar las barreras que hay en la UE para las interconexiones eléctricas e impulsar el hidrógeno verde. 

Aún así, en febrero tendrá que poner en marcha nuevas iniciativas que incluyan los objetivos de emisiones de la UE para 2040, una nueva estrategia de captura de carbono y una alianza industrial en el caso de que se apruebe finalmente impulsar los mini reactores nucleares.

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Pero además, en materia de energía, la Presidencia belga quiere centrarse en tres áreas clave, además de finalizar el trabajo jurídico: impulsar las infraestructuras de energía limpia, desarrollar más proyectos de energía marina y facilitar el comercio del hidrógeno verde. En total, se esperan ocho reuniones formales e informales de ministros de energía y medio ambiente hasta mediados del año que empieza.

La presidencia belga llega en un momento delicado para la política climática de la UE, con una creciente resistencia hacia las políticas verdes junto con advertencias de la Agencia Europea de Medio Ambiente de que el bloque no alcanzará muchos de sus objetivos climáticos para 2030, según ha recordado la publicación especializada Politico.

Otra reforma eléctrica

La ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, admite que está "preocupada" por no alcanzar los objetivos que forman parte del Acuerdo Verde de la UE y garantizar que se implementen adecuadamente. "Pero me están obligando a actuar", según declaraciones publicas en medios internacionales, y ha prometido hacer lo posible para su cumplimiento.

Pero para Van der Straeten, "las infraestructuras energéticas son la máxima prioridad" para la presidencia, después de que la guerra en

Ucrania obligara a redirigir los flujos de gas y provocara que los precios se dispararan.

Ahora, la UE debe "construir unas infraestructuras energéticas muy inclusivas", ha dicho. Su argumento es que ayudarán a "identificar barreras y obstáculos" que tienen las interconexiones eléctricas para ofrecer nuevas propuestas para la próxima Comisión Europea.

La ministra verde belga añadió que esto podría tomar la forma de otra reforma del mercado eléctrico.

El futuro es el hidrógeno

Bélgica tiene una posición clara respecto al futuro prometedor del hidrógeno verde en el Viejo Continente. De hecho, quiere convertir Europa en un importante centro de hidrógeno en los próximos años.

Van der Straeten ha dicho que recopilará datos sobre un esquema de "certificación internacional" para el hidrógeno limpio y, de esta manera, facilitar el comercio. Para ello, presionará a la próxima Comisión para que proponga que sea el combustible predominante en todo el mundo, especialmente por su capacidad de descarbonizar la industria.

Espera que todos estos objetivos puedan lograrse (por una vez) sin tensión: "Quiero seguir adelante sin drama".