La ampliación de capital de Técnicas Reunidas, anunciada la semana pasada, es una suma y sigue del intento de la compañía especializada en infraestructuras energéticas de sanear sus cuentas. Después de años de números rojos -y tras recibir el rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI)-, ahora prevé reducir su deuda con dos tercios de los 150 millones de nuevo capital.

"Sobrevuela el runrún, desde hace mucho tiempo, de que una empresa árabe, en concreto, la gran petrolera Aramco, está interesada en Técnicas Reunidas", explican a EL ESPAÑOL-Invertia fuentes internas de la compañía.

Sin embargo, el rescate de SEPI y el escudo anti-opas del Gobierno, aprobado en 2021 y con una posible prórroga hasta finales de 2024, lo complica. Este escudo restringe las adquisiciones por parte de entidades extranjeras de empresas españolas que se consideran estratégicas, o de participaciones superiores al 10% o para cualquier adquisición por valor de más de 500 millones de euros.

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Las ayudas de la SEPI, que se hicieron efectivas a finales del año pasado por un importe de 340 millones, se concedieron bajo unos requisitos, entre los que se incluye "limitaciones a operaciones corporativas, así como el derecho a veto sobre decisiones estratégicas", según la Orden PCM/679/2020, de 23 de julio. Fue el segundo mayor rescate después de los 550 millones concedidos a Celsa.

Y eso es lo que le parece al Gobierno, al leer los argumentos de la concesión de las ayudas. Se concede por "el carácter estratégico de Técnicas Reunidas como compañía española líder en la prestación de servicios de ingeniería al sector energético, con presencia en más de 50 países y dinamizadora del tejido productivo español por su capacidad exportadora en compañía de proveedores nacionales".

"A finales de 2020, el grupo daba empleo en todo el mundo a 7.458 trabajadores de unas 70 nacionalidades, de ellos 4.368 (casi el 60%) en España", añadía la SEPI.

"Si Técnicas Reunidas quiere venderse, deben eliminar su compromiso con el Estado lo antes posible para poder realizar las operaciones que consideren conveniente", continúan las mismas fuentes. 

Números rojos

La compañía ya anunció una operación para ello en enero pasado. Decía el grupo español que pedía la ayuda para poder competir en contratos internacionales, y poco después, lograba un contrato de 920 millones de euros para la ingeniería y posterior construcción de una planta industrial en Kazajistán. 

Pese a esa noticia, Técnicas Reunidas ha confirmado que no distribuirá ningún dividendo en los próximos años debido a las prohibiciones acordadas tras recibir el préstamo público de 340 millones de la SEPI en 2022, al menos hasta 2026, cuando tendrá que haber devuelto todo este importe.

Así figura en el folleto de la ampliación de capital publicado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En cualquier caso, incluso cuando se levante esa restricción a la distribución de dividendos, la compañía ha afirmado que solo los distribuirá cuando considere que tenga los suficientes beneficios tras descontar sus necesidades de inversión.

Técnicas Reunidas registró unas pérdidas de 34,5 millones de euros en el año 2022, lo que supone un recorte del 82% frente a los 'números rojos' de 192,1 millones de euros declarados en el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, lleva arrastrando pérdidas desde hace años.

El patrimonio neto del grupo es de apenas 85 millones, frente a los 350 millones que tenía en 2019, antes de la pandemia. El grupo cerró 2022 con una deuda financiera total de 977 millones, casi la mitad de la cual la paga a un tipo de interés variable. 

"La deriva de la compañía coincide en fechas con la cesión de la presidencia de José Lladó a su hijo Juan Lladó. Pese a anunciar constantemente nuevas estrategias comerciales, han tardado mucho en apostar por proyectos de descarbonización, no sabemos hacia dónde va esta empresa, pero se extiende la preocupación entre los trabajadores", añaden las fuentes internas de la compañía.

Ampliación de capital 

Aún así, Técnicas Reunidas está trabajando en ofertas por proyectos concretos que suman 70.000 millones de dólares (65.000 millones de euros) de inversión. El 75% de sus adjudicaciones en 2021 y 2022 se situó en un perfil de riesgo bajo y ya ha ahorrado en torno a 140 millones de euros entre 2019 y 2022 con su plan de eficiencia.

La ampliación comenzó el 13 de abril y terminará el próximo 26 de abril, ambos incluidos. Consistirá en la emisión de 24,4 millones de acciones nuevas, un 43,7% del capital del grupo. El precio de las nuevas acciones será un 38% inferior a la cotización actual

Los analistas, y también los grandes inversores dan el visto bueno a la operación. Según recoge Bloomberg, seis casas de análisis han actualizado el precio objetivo que otorgan a las acciones de la empresa después de la ampliación, y todas ellas otorgan potencial alcista.

Aún así, las acciones de Técnicas Reunidas se desplomaron casi un 17% en Bolsa, y cerró el día del anuncio en los 8,33 euros, su peor sesión en los últimos 20 meses. Pero no remontó durante la semana, terminando el viernes cayendo hasta los 7,80 euros. La situación de la empresa no es boyante, aunque se intenta recuperar a nivel operativo.

La actividad de Técnicas Reunidas se divide en cuatro grandes negocios: refino y petroquímica, producción y gas natural, energía e infraestructuras. Como complemento de estas áreas también se dedica al desarrollo de tecnologías avanzadas y de patentes para diferentes procesos industriales.