La vicepresidenta Teresa Ribera conversa con sus colegas durante la reunión de emergencia de ministros de Energía de la UE de este martes

La vicepresidenta Teresa Ribera conversa con sus colegas durante la reunión de emergencia de ministros de Energía de la UE de este martes Unión Europea

Observatorio de la Energía

Europa se dota de un plan de mínimos para recortar el gas mientras Putin deja casi cerrado el NordStream

España no tendrá un recorte cero como reclamaba Ribera pero logra un descuento del 50% en el esfuerzo.

27 julio, 2022 02:51

Noticias relacionadas

"Hay tantas derogaciones en este nuevo reglamento que todos los países podrán usar alguna si quieren", admite la ministra polaca de Energía, Anna Moskwa. El Gobierno de Varsovia había amenazado con votar en contra de la norma de la UE que impone un recorte inmediato en el consumo de gas a todos los Estados miembros. Pero al final ha decidido no oponerse al constatar que es obligatorio sólo en teoría, según ha señalado Moskwa. 

Los ministros de Energía de los Veintisiete han aprobado este martes una versión descafeinada del reglamento propuesto por Bruselas que obliga a recortar un 15% el consumo de gas entre el 1 de agosto de 2022 y el 31 de marzo de 2023. Pero la gran cantidad de excepciones que se han introducido para acomodar a los países críticos (como España, Portugal o Polonia) debilita el plan y pone en duda que sea suficiente para sobrevivir a un invierno duro

Este acuerdo de mínimos se produce justo cuando el Kremlin ha dado otra vuelta de tuerca en su presión energética contra la UE. A partir de este miércoles, Gazprom reducirá el flujo de gas hacia Alemania a través de Nord Stream 1 a apenas el 20% de su capacidad total. Además, el gigante ruso ha aumentado la presión en la ruta de tránsito a través de Ucrania, lo que podría dañar las tuberías. Unos movimientos que han disparado al alza el precio del gas en Europa.

[La UE alcanza un acuerdo de mínimos para recortar el gas con excepciones para España]

"Existe un patrón claro de comportamiento ruso cuyo objetivo es crear incertidumbre, aumentar los precios y socavar la unidad de la UE. Es poco probable que este patrón cambie. Sabemos que las entregas de gas pueden detenerse en cualquier momento", ha avisado la comisaria de Energía, Kadri Simson

"Reducir la demanda de gas de forma proactiva nos permite evitar decisiones precipitadas o unilaterales cuando ya sea demasiado tarde. Permitirá planificar los ahorros de la manera más eficiente, minimizando el impacto en ciudadanos y negocios. El impacto en el PIB será significativamente menor si comenzamos a ahorrar ahora y no esperamos hasta que Rusia nos obligue a hacerlo", sostiene Simson.

La comisaria de Energía, Kadri Simson, durante la rueda de prensa de este martes

La comisaria de Energía, Kadri Simson, durante la rueda de prensa de este martes Unión Europea

Si Rusia cierra por completo el grifo de gas, la UE sufriría un déficit de 45.000 millones de metros cúbicos para sobrevivir a un invierno particularmente frío. Este era precisamente el ahorro que Bruselas pretendía lograr (45.000 millones de metros cúbicos) con un recorte del 15% en el consumo en todos los Estados miembros. Pero si se activan todas las derogaciones aprobadas, el ahorro apenas se situará por encima de los 30.000 millones de metros cúbicos.

Una cantidad que el Ejecutivo comunitario sigue considerando segura para pasar un invierno con temperaturas medias. Un diagnóstico que no comparten todos los Estados miembros. "Un 15% probablemente no será suficiente, teniendo en cuenta la reducción adicional que los rusos han anunciado en el suministro de gas a través de Nord Stream 1. Pero es mejor que no tenerlo", afirma el ministro irlandés de Energía, Eamon Ryan.

[Ribera cifra en el 7% el recorte de gas que tendrá que aplicar España tras el pacto en la UE]

Por su parte, la vicepresidenta tercera y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, no ha logrado el objetivo de un recorte cero para España que se había marcado con el órdago que lanzó a Bruselas la semana pasada. No obstante, nuestro país sí se beneficia de un importante descuento: tendrá que rebajar el consumo de gas un 7%, en lugar del 15% general que plantea el reglamento.

Ello es así gracias a la derogación que se aplica a los países con escasa capacidad de interconexión con el resto de Europa, de la que también gozarán Italia y Portugal. A cambio, España deberá demostrar que utiliza al máximo tanto las dos tuberías de conexión con Francia como sus terminales de regasificación para reenviar gas a los países que lo necesitan, como Alemania.

La vicepresidenta Teresa Ribera conversa con su homólogo alemán, Robert Habeck, durante la reunión de este martes en Bruselas

La vicepresidenta Teresa Ribera conversa con su homólogo alemán, Robert Habeck, durante la reunión de este martes en Bruselas Unión Europea

"Somos el puerto de entrada más importante de gas natural licuado para el conjunto de la UE. Tenemos la posibilidad de reforzar esa capacidad en beneficio de todos, poniendo a disposición de todos unas infraestructuras costosas, complejas, sofisticadas, que no se pueden construir en pocos meses", ha explicado Ribera.

La vicepresidenta sostiene ahora que un recorte del 7% "beneficia al conjunto de la economía española" y no obligará a introducir "ningún tipo de medida de limitación o racionamiento obligatorio". El ahorro se basará en iniciativas voluntarias tanto para los hogares como para las industrias. "España es muy difícil que pudiera llegar a tener cualquier tipo de problema de suministro. Al contrario, creemos que está asegurado", ha dicho.

[Pedro Sánchez lanza su primer órdago a la Unión Europea y exige 'recortes cero' de gas para España]

Aparte de la derogación por la falta de interconexiones, se salvan de los recortes los Estados isla sin ninguna tubería que les una al continente: Irlanda, Malta y Chipre. El reglamento también prevé una excepción total para los países Bálticos (Estonia, Letonia y Lituania), aunque sólo se activará si Rusia les desconecta de su red eléctrica, a la que ahora están vinculados.

Además, hay otra salvedad para los países en riesgo de crisis eléctrica, a la que también podrían acogerse España y Portugal. Se aplicaría cuando el aumento de la demanda de electricidad no puede cubrirse por otra vía que no sea una subida del consumo de gas. Por ejemplo, si se reduce la aportación de la energía hidráulica en un año de sequía y altas temperaturas como el actual.

El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, durante su reunión la semana pasada en Moscú con el ruso Sergei Lavrov

El ministro de Exteriores de Hungría, Peter Szijjarto, durante su reunión la semana pasada en Moscú con el ruso Sergei Lavrov Reuters

A la larga lista de excepciones hay que sumar otra para los Estados miembros que van con retraso en el llenado de los depósitos de gas de cara al invierno. Y también un descuento para las industrias que usan el gas como materia primala industria química y petroquímica, el hierro y el acero, la fabricación de vidrio, y la industria cerámica y de productos minerales no metálicos. 

Alemania, el principal beneficiario del rescate energético, avisa de que la gran cantidad de derogaciones podría ralentizar la reacción de la UE a un corte total de suministro por parte de Rusia. "El problema que puede plantearse es que todas las excepciones causen demasiada burocracia y que seamos demasiado lentos en tiempos de crisis", ha dicho su vicecanciller, el verde Robert Habeck.

Pese a ello, Habeck considera que las excepciones son "razonables" y que el acuerdo constituye "un paso muy importante". "Muestra que Europa se mantiene unida. Y en el día en que los flujos de gas de Nord Stream 1 se reducen otro 20%, manda una señal fuerte a Putin y a Rusia de que no nos dividirá", sostiene el vicecanciller.

Al final, el reglamento de reducción del consumo de gas, con todos sus agujeros, ha salido adelante con un "consenso aplastante". Sólo Hungría -cuyo ministro de Exteriores viajó la semana pasada a Moscú para intentar garantizarse el suministro por su cuenta- ha expresado su oposición. El Gobierno de derecha radical de Viktor Orbán da un paso más en su trayectoria de desengancharse de facto de la Unión Europea.