Smart Cities, una solución inteligente para ciudades medianas y municipios

Smart Cities, una solución inteligente para ciudades medianas y municipios Laura Ojea

Energía

Smart Cities, una solución inteligente para la España 'vaciada' y para fijar población en las ciudades medianas

Eficiencia del agua, turismo inteligente, digitalizar las gestiones administrativas... en definitiva, dinamizar la economía con la tecnología.

4 noviembre, 2021 14:52

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Las ciudades inteligentes no son sólo un modelo de grandes urbes. Las ciudades medianas y los municipios más pequeños también pueden incorporar la digitalización, la tecnología y la eficiencia energética para mejorar la vida de sus ciudadanos. Éstas son las principales conclusiones del evento EL ESPAÑOL, Invertia y Acciona sobre La Ciudad Inteligente: Iniciativas TIC para las ciudades pequeñas y medianas, celebrado el miércoles 3 de noviembre. 

"El principal desafío que tenemos en la sociedad es tomar la tecnología como una herramienta estratégica y funcionar a un largo plazo, pero con acciones a medio y corto, con una hoja de ruta en colaboración con todos los agentes y colectivos que se involucran en la vida de una ciudad", explica Elena Navarro, manager de innovación en Smart Cities de Acciona.

"Esa tecnología deberá impactar en la vida de los ciudadanos para que puedan valorar las mejoras a las que lleva". Las infraestructuras que se requieren para convertirse en una Smart City no se pueden llevar a cabo de un día para otro. "Cuanto más acotada es una ciudad, más fácil es que el ciudadano perciba esos cambios", añade. 

"La industria de las Smart Cities permite cohesionar el territorio,  convertirlo en atractivo y óptimo para gestionar, hay que caminar hacia esa mejora e innovación, entendiendo los problemas reales de las ciudades", apunta por su parte Emilio Herrera, vicepresidente de la Comisión de Smart Cities de Ametic y director del Centro SPEC del Grupo Cibernos.

La tecnología está aquí y plantea soluciones. "Con la inteligencia es posible crear ciudades resilientes, y, más aún, en territorios dispersos, y no es lo único, con ello también se crea todo un tejido empresarial, de riqueza y actividad económica". De hecho, esa industria innovadora, digital y tecnológica, "donde somos pioneros, la podremos exportar a otros países", aclara. Es la respuesta al reto demográfico de una España vaciada.

Ametic es la patronal del sector de la industria tecnológica digital en España, con empresas de todos los tamaños, desde grandes empresas globales de TI, Electrónica, Telecomunicaciones, hasta Servicios y Contenidos Digitales.

Trabajo en red

La tecnología es la herramienta para ayudar a mejorar la vida de los ciudadanos. "Llevamos ya diez años trabajando en la transformación de las ciudades españolas, y gracias a intercambiar experiencias mediante el trabajo en red, ya se puede hablar de una cristalización de modelos que funcionan desde las grandes urbes a las más pequeñas", añade Pablo Hermoso de Mendoza, presidente de Red de Ciudades Inteligentes (RECI) y alcalde de Logroño.

Por tanto, ya no es un sector incipiente en España, sino que ya hay muchas iniciativas que están dando sus frutos como la tramitación electrónica de procesos administrativos, la gestión eficiente de los recursos, el turismo inteligente, el control remoto de servicios o la implantación de aplicaciones de utilidad para el ciudadano, entre otras.

Actualmente ya forman parte de RECI unas 150 ciudades españolas, desde las grandes urbes hasta poblaciones con menos de 10.000 habitantes. "No todo pasa en Madrid, Barcelona, Sevilla o Málaga, también se puede vivir y con más calidad de vida, en las ciudades medias", añade el alcalde de Logroño.

"Hemos visto en la pandemia, un foco de atracción de personas que van buscando esa calidad de vida pero con posibilidad de continuar con su desarrollo profesional y eso es lo que queremos en las ciudades medianas con la inteligencia artificial, la tecnología y la digitalización". La Smart City es la respuesta.

La experiencia de Toro

Y de ciudad grande y mediana, a municipios más pequeños. Es el caso de Toro (Zamora), una población de 8.600 habitantes que ha desarrollado de la mano de Acciona numerosos proyectos tecnológicos para ser más eficientes o facilitar procesos.

"Por ejemplo, tenemos sensores en los cubos de basuras que detectan la cantidad de bolsas que se han ido acumulando y así decidir cuándo es el mejor momento para enviar a los camiones a recogerlos", señala Ruth Martín Alonso, concejala de Urbanismo y Obras de Toro.

"Tenemos dos núcleos de población algo alejados del centro del municipio que muchas veces no es necesario enviar a los camiones de la basura con tanta frecuencia. Con este sistema, hemos ahorrado en combustible, en tiempo y en mano de obra", asegura. 

Y no es el único proyecto que la histórica ciudad de Toro tiene en marcha. "Nuestra economía depende también mucho del turismo, por eso hemos creado una app para que cualquiera que venga a visitarnos esté informado de todo lo que se pueda hacer aquí. También es una app que ayuda a los propios vecinos con información útil y la posibilidad de realizar determinadas gestiones online". 

Tecnología y gobernanza

Para Joan Enric Ricart, director estratégico del Indice IESE Cities in Motion de la Universidad de Navarra, el desarrollo de las Smart Cities no sólo depende de la tecnología. De ser así, "se quedaría sólo en una ciudad 'fashionista' o de moda, es necesario una gobernanza inteligente". 

"Hay que avanzar en las dos direcciones, porque es necesario crear una estrategia con la integración de todos los aspectos de las ciudades, con la participación de todos los agentes, pero además debe ir acompañado de un sistema regulatorio que lo facilite y de un cambio en los hábitos y comportamientos de los ciudadanos". Y todo ello bajo el paraguas de la innovación. 

"Si no, tendremos ciudades muy conservadoras, y tenemos que ser disruptivos". La mayoría de las soluciones 'smart' son muy transversales "y en España estamos muy acostumbrados a trabajar en verticales". Por eso, propone no sólo romper esas barreras, entender que es imprescindible la colaboración público-privada, entre Administración y empresas, sino también con universidades y centros tecnológicos.

"La pandemia nos ha enseñado que es posible y de hecho, lo ha acelerado", concluye.