El menú del día en los bares, en peligro de extinción por el 'Listo para comer' de Mercadona, la inflación y cambios de hábitos

El menú del día en los bares, en peligro de extinción por el 'Listo para comer' de Mercadona, la inflación y cambios de hábitos Arte EE

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El menú del día en los bares, en peligro de extinción por el 'Listo para comer' de Mercadona, la inflación y cambios de hábitos

La alternativa para la hostelería es adaptarse a tiempos más reducidos de comida y seguir siendo competitivos. De media, el menú costaba 14€ en 2024.

Más información: Juan Roig vaticina la desaparición de las cocinas en 2050: así se prepara Mercadona para cubrir ese hueco

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Las claves

El menú del día en bares y restaurantes está en declive debido al auge de la comida preparada, liderada por la sección 'Listo para Comer' de Mercadona, cambios en los hábitos de vida y la inflación.

El aumento de hogares unipersonales, la falta de tiempo para cocinar y la reducción de las pausas laborales han impulsado la demanda de platos preparados y opciones rápidas.

El precio medio del menú del día ha subido un 6,1% en 2024 respecto al año anterior, alcanzando los 14 euros, lo que lo hace menos competitivo frente a alternativas más económicas.

El consumo de platos preparados en España creció un 6,6% en 2024, destacando especialmente las opciones refrigeradas y congeladas, lo que supone un reto para la hostelería tradicional.

El presidente de Mercadona, Juan Roig, lleva tiempo presagiando que a mitad del siglo XXI no habrá cocinas. Lo que no ha vaticinado es que en este periodo de tiempo, el menú del día en bares y restaurantes, también esté en peligro de extinción.

Pero, ¿por qué está en sus horas más bajas? Básicamente porque ha surgido una alternativa que es más competitiva en precio, cercana, sencilla y, a veces, hasta más saludable.

Hablamos de la comida preparada que ha ganado peso en la sociedad española gracias, en parte, a que el líder del sector (Mercadona), lanzó hace siete años su sección ‘Listo para Comer’.

A esto hay que sumar que “el tamaño de los hogares desciende”, señala Pablo de la Rica, Retail & Foodservice Knowledge Manager de la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc.

Es decir, uno de cada tres son unipersonales. Y no sólo nos referimos a los jóvenes, sino a personas mayores que viven solas y buscan opciones de consumo diferentes.

Otro aspecto que destaca el experto es que se ha producido un cambio en la forma de vida.

La falta de tiempo o de ganas para cocinar hacen que proliferen este tipo de platos preparados”, indica.

'Listo para Comer' de Mercadona.

'Listo para Comer' de Mercadona.

Una falta de tiempo que también se refleja en que antes las empresas daban una media de dos horas para comer a sus trabajadores, lo que permitía hasta tener tiempo para la sobremesa.

Ahora esos tiempos se han reducido a una hora o incluso 30 minutos, bien por parte de la empresa o bien porque el trabajador prefiere salir antes para tener tiempo de ocio libre por la tarde.

De ahí que no sólo Mercadona potencie su sección de ‘Listo para Comer’, sino que gran parte de la distribución apuesta por esta categoría.

A esto hay que sumar una última competencia para la hostelería: las cadenas de bakeries (panaderías) que “están ofreciendo alternativas para comer más allá de los desayunos y meriendas que acostumbran a dar”, afirman desde Aecoc.

Todos estos factores llevan a una conclusión clara: los consumidores están cambiando y buscan fórmulas para comer más sencillas y con mejores precios en pleno escenario inflacionista.

No hay que olvidar que el bolsillo del consumidor lleva años viéndose afectado.

¿Desaparecerá el menú del día?

Hay que tener en cuenta que el menú del día antes cubría una necesidad importante: la de comer a un precio bajo y con una buena calidad. De ahí que siempre se le haya conocido como el menú obrero.

El problema no es que la calidad haya disminuido. La cosa está en que ha subido de precio debido a que las materias primas también han crecido para la hostelería.

Y eso, por mucho que reduzcan sus márgenes, acaba repercutiendo en el precio.

En 2024, el menú del día costaba en España 14 euros de media, un 6,1% más respecto a 2023, cuando estaba en 13,2 euros, según una encuesta elaborada por la patronal Hostelería de España junto a la empresa Edenred.

En 2016, primera fecha en la que se realizó la encuesta, el menú costaba 11,7 euros.

Para este año no hay datos, pero desde el sector aseguran que ha subido, en algunos casos y dependiendo de las ubicaciones, más de cinco euros.

Pizarra con el menú del día en un restaurante de la costa lucense.

Pizarra con el menú del día en un restaurante de la costa lucense. Paloma Puente EFE

El menú en Madrid costaba antes unos 12 euros, pero ahora llega hasta los 17 euros. Son cinco euros más que todos los días se nota”, dice Miguel Ángel López, profesor de EAE Business School.

¿Significa esto que desaparecerá el menú de los bares? “Más que peligrar lo que ocurrirá es que se tendrá que adaptar”, dice el experto de Aecoc, quien defiende que la calidad precio de lo que se ofrece en España es “muy competitiva”.

La solución viene por buscar otras alternativas como ofrecer “el medio menú” o el menú para llevar, por ejemplo.

Al final lo que ha ocurrido es que “la tarta del no cocinar ha crecido mucho”, dicen los analistas. Y en este nuevo escenario la hostelería tiene que buscar su hueco.

Platos preparados

Los platos preparados, en todas sus modalidades, están en auge. En 2024 su consumo en España creció un 6,6%, según datos de la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados (Asefapre).

En concreto, la ingesta per cápita de platos preparados en el hogar se incrementó un 3,8%, siendo una de las categorías que más creció.

Por categorías, los platos preparados refrigerados continúan liderando las ventas y suponen un 46% del total del sector.

A continuación, figuran las opciones congeladas, que representan el 41% del mercado y, finalmente, los preparados a temperatura ambiente (13% del total).

Y, ¿cuáles son los productos más demandados en cada categoría? En el caso de los congelados, destacan las patatas, seguidas de la pizza y los de base cárnica.

La pizza lidera el segmento de refrigerados, seguida de los productos a base de pasta y los panificados. Por su parte, las elaboraciones a temperatura ambiente están encabezadas por las recetas a base de legumbres.

Esto también supone un reto para las cadenas de distribución que deberán adecuar su sala de ventas para incorporar a un consumidor que cada vez más entra sólo para comprar su plato preparado y salir sin querer esperar colas.

En paralelo, “tendrá que buscar fórmulas para fidelizar y ofrecer propuestas más elaboradas y frescas”, señala el experto de Aecoc.