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Ilustración. E. E.

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Llega 'la cuesta del verano': los helados y las cremas solares suben más de un 13% y los alquileres de playa se disparan

Las cervezas y el agua también se encarecen, mientras que alquilar un piso en primera línea de playa cuesta una media de 1.055 euros a la semana.

4 junio, 2023 03:06
Sandra Tobar Cynthia de Benito

España se encamina hacia uno de los veranos más caros de la historia, en el que las vacaciones van a salir caras. Las familias que quieran alquilar un apartamento en primera línea de playa van a tener que desembolsar de media unos 1.055 euros por semana, un 3,75% más que el año pasado.

Pero no solo hablamos de las vacaciones, sino también de la cesta de la compra típica de esta época del año, en la que no pueden faltar productos como la crema de protección solar o los helados para hacer frente a las altas temperaturas. Productos que se han disparado de precio en lo que va de año y no parece que vayan a moderarse, lo que sumado al coste de los alquileres anticipa un verano muy caro.

En concreto, en abril algunos alimentos más propios del verano experimentaron un incremento espectacular en precio. Por ejemplo, los helados aumentaron un 20,6% con respecto al mismo mes del año pasado y en lo que va de año hablamos de una subida del 12,7%, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). 

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Lo mismo ocurre con algunas bebidas que en verano son más consumidas, como la cerveza. Por tipologías, la rubia -la más consumida y popular- aumentó un 15,6% su precio en el cuarto mes del año con respecto a abril de 2022 (un 6,8% en lo que va de año). Otras cervezas con alcohol dispararon su precio un 17,8% en abril (9,8% en lo que va de año) y la sin alcohol elevó su coste un 14,9% (8,2% en lo que va de año). 

En esta misma línea, los refrescos (categoría que engloba la Coca-Cola, refrescos de naranja…) incrementaron su precio un 15,7% en comparación con abril de 2022 y un 7,7% en lo que va de año. 

Los datos del mes de abril son importantes este año por su posible reflejo en la temporada veraniega. ¿Por qué? Porque el verano adelantado que vivimos en abril y la coincidencia con las vacaciones de Semana Santa hicieron que se disparara la demanda de los productos considerados más propios de esta estación, con importantes incrementos en las ventas en volumen, tal y como explican desde Nielsen IQ. 

Así los insecticidas incrementaron su demanda en un 58,6%, la protección solar en un 49,1%, los helados en un 45,5%, la horchata en un 43,4% o el agua embotellada en un 14%, según los últimos datos publicados por la consultora.

Mujer poniéndose crema solar.

Mujer poniéndose crema solar. Europa Press

Todo ello a pesar de que estas categorías siguen con una evolución de precio aún elevada si las comparamos con el mismo periodo del año anterior: un 13,4% más para la protección solar; 12,1% más para la horchata y 8,9% mayor para los insecticidas. 

Por su parte, las consumiciones fuera de casa, motivadas por las vacaciones y el buen tiempo, hacen que otras categorías vean cómo desciende su volumen, como las infusiones, con un 7,1% menos; los espumosos, con una bajada del 5,5% en la demanda, o las bebidas alcohólicas, con un descenso del 5%.

La sequía y el agua

Dentro de todas estas subidas de precios, destaca una en concreto por el papel que va a jugar este verano: la del agua mineral. En abril, costó un 13,8% más que en el mismo periodo del año anterior y en lo que va de año hablamos de un crecimiento del 7,2%.

Eso quiere decir que los consumidores y negocios como la hostelería, especialmente los de las regiones afectadas por la sequía, tendrán que pagar más por el agua embotellada que en 2022 (año en el que también hubo escasez de agua).

La temporada alta del sector de aguas envasadas es el verano. Y no solo por la sequía. También lo es por el momento del año en el que los consumidores tienen mayores necesidades de hidratación, provocadas por el calor y las altas temperaturas

Además, el aumento de la actividad turística y el tiempo libre -con un mayor número de salidas a terrazas, bares y restaurantes- contribuye a unas mayores cifras de consumo de este producto.

El alquiler, por las nubes

Pasar unos días de descanso en primera línea de playa se suma a las actividades que este año subirán de precio. Alquilar un apartamento en estas zonas costará este verano de media 1.055 euros por semana, lo que supone un 3,75% más que el año pasado. 

Es decir, habrá que destinar 40 euros más a la semana. Una evolución moderada si se tiene en cuenta cómo se ha incrementado el precio desde la pandemia: alquilar en primera línea es ahora un 27% más caro que en 2020 o, lo que es lo mismo, ahora hay que reservar 230 euros adicionales para pagar cada semana las vistas al mar, según datos de Tecnitasa.

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Los incrementos de precio son más acusados en aquellas zonas tradicionalmente turísticas: las islas, tanto Baleares como Canarias, así como Galicia y País Vasco, duplican la media nacional, encareciéndose más de un 6%.

Otros puntos fuertes, como Andalucía, Asturias y la Comunidad Valenciana, registran subidas más moderadas, de entre un 3% y un 6%; mientras que Murcia, Cantabria y Cataluña presentan las escaladas más tímidas, inferiores al 3%.

Viviendas en la costa.

Viviendas en la costa. Europa Press

Son posiciones que en algunos casos han variado considerablemente de un año para otro. Por ejemplo en el litoral catalán, donde las tres provincias costeras pasan de crecer a doble dígito en 2022 a subir mínimamente o incluso no registrar diferencias; mientras, Tenerife vive la explosión: de poco más de un 3% de subida a superar el 6% para este verano.

La explicación reside en la volatilidad especial de este segmento del mercado inmobiliario, explica Fernando García Marcos, director técnico de Tecnitasa. "Tanto el volumen, la calidad de la oferta, como los precios van variando a medida que el verano se acerca", indica.

Lo más caro

Las opciones en la costa española se mueven en una horquilla muy amplia, que va desde los 350 euros por semana a los 3.000. Quienes tengan bolsillos más holgados encontrarán las opciones más elevadas en algunos de los clásicos de nuestro país, como Puerto Banús, en Marbella

A 3.000 euros por semana también se puede disfrutar de las vistas de la playa de Portio, en Cantabria; o Portocolom, en Baleares, por un chalet de 200 metros cuadrados. Otras opciones de chalets en esta comunidad son Pollensa, donde una posibilidad similar a la de Portocolom cuesta 200 euros menos y en el Puerto de Ibiza se deberían desembolsar 2.900 euros por semana por 100 metros cuadrados.

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En ese precio se sitúa también La Toja gallega, donde una semana en primera línea cuesta 2.900 euros de media por 80 metros cuadrados. 

En Sanxenxo, en primera línea se encuentran alquileres de 110 metros cuadrados por 2.200 euros. Siguen la costa de Hondarribia, en el País Vasco (1.750 euros), y el centro de Sitges (1.650 euros).

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Un aspecto en el que inciden los datos es que desplazándose un poco de estos focos basta para encontrar opciones más económicas, como en el caso de Puerto Banús. Si se busca en el casco urbano de Marbella, el puerto deportivo o Fontanilla se puede encontrar un alquiler por un tercio menos (1.900 euros).

Otros destinos populares, como Cádiz, tienen opciones más asequibles en La Marina de Sotogrande o en El Puerto de Santa María, donde la media se sitúa por encima de los 1.500 euros por semana.

Lo más económico

En el otro extremo, y por menos de 600 a la semana, pueden encontrarse apartamentos en primera línea de playa en Lugo, en Vicedo y Burela, donde hay disponibilidad por 350 euros y 450 euros, respectivamente, de apartamentos de 60 y 75 metros cuadrados.

En Asturias, otro destino popular, habrá que pagar un poco más, aunque en Tapia de Casariego y Navia se puede acceder a 55 metros cuadrados por 545 euros y 570 euros por una semana.

Aún en el norte, en Cantabria, especialmente en Laredo o Comillas, es posible conseguir un apartamento por unos 500 euros y en el País Vasco, en Gorliz, por 580 euros a la semana se pueden alquilar 100 metros cuadrados en el Casco Urbano.

Quien prefiera el Mediterráneo también tiene opciones asequibles. Alicante, Castellón y Valencia cuentan con precios que rondan los 500 euros a la semana. Ajustando la lupa los encontramos en el paseo marítimo de Moncófar y en Vinaroz; en El Saler y en Calpe.

Murcia ofrece en Águilas en Colonia y Calabardina alquileres de 100 metros cuadrados por 490 euros y 570 euros a la semana, respectivamente, y quien desafíe los precios de las islas encontrará resquicios económicos en Las Palmas y Tenerife.

"Pequeños apartamentos, pero a precios muy recomendables", destaca el informe, en el Puerto de la Cruz (450 euros), en la Playa del Inglés, en la Playa de las Canteras o San Agustín, todas con oferta por el mismo precio y con una superficie de unos 40 metros cuadrados.