Juan Roig, presidente de Mercadona. EE

Juan Roig, presidente de Mercadona. EE

Distribución POLÍTICA

Desmontando a Belarra: los costes de Mercadona merman su beneficio y recortan el margen al 2,7%

"Los empresarios somos los que generamos riqueza y bienestar", reivindica Juan Roig tras ser calificado de "capitalista despiadado" por la ministra.

24 enero, 2023 03:00
Valencia

El alza en los costes ha mermado el beneficio de Mercadona y ha recortado su margen de negocio hasta el 2,7%. Esta es la realidad de la cadena líder de la distribución en España, contra la que cargó el pasado sábado la secretaria general de Unidas Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Las cifras y la historia de la compañía desmontan el relato realizado por la dirigente política, que tildó a Juan Roig, presidente y máximo accionista de la firma, de "capitalista despiadado".

Belarra, sin aportar datos, se mostró en un mitin categórica contra el empresario. "Es indecente que las grandes cadenas de la distribución en España, que los supermercados como Mercadona o Carrefour, se estén haciendo de oro a costa de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania. Es indecente que el señor Juan Roig se esté llenando los bolsillos siendo un capitalista despiadado. Y hay que decirlo claro: son capitalistas despiadados, tenemos que frenarles los pies", aseveró.

El presidente de la compañía tuvo este martes la oportunidad de responder a la ministra, pero evitó una confrontación directa y se limitó a reivindicar la figura del empresario. "Somos los que generamos riqueza y bienestar. Si los que luego gobiernan, lo saben hacer, pues hay riqueza para todos", manifestó durante su intervención en el Nueva Economía Fórum Europa, en el que hizo de presentador de Vicente Boluda.

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De entrada ya resulta llamativa la acusación de "capitalista despiadado" a cualquier empresario de la distribución, y en particular de la alimentación, pues se trata de un sector que, lejos de caracterizarse por su rentabilidad, posee un ajustado margen de negocio. Basta con observar el ranking de las principales empresas de distribución españolas, elaborado cada año por Alimarket.

El listado lo encabeza Mercadona con 25.154,32 millones de euros de facturación y el mencionado margen del 2,7% (680,31 millones). Le sigue la también aludida Carrefour con unos ingresos de 9.471 millones y un 4,6% de margen (382,71 millones).

El porcentaje de la cadena francesa es superior, precisamente, porque vende productos más allá de la alimentación, en los que la rentabilidad es mayor. La media de las principales cadenas se situó en el 2,3%.

Las cifras corresponden al último ejercicio auditado, el de 2021, cuando Rusia todavía no había invadido Ucrania, pero la inflación ya estaba en niveles muy elevados (6,5% en diciembre). Además, la presentación de resultados de Mercadona sí se produjo con la guerra ya iniciada, circunstancia que marcó la comparecencia ante los medios de comunicación de Juan Roig.

El empresario valenciano explicó que el descenso del beneficio de la cadena respondía al aumento de los costes. En concreto, cifró en un 28% el incremento de las materias primas y en 65 millones de euros el coste añadido del precio del transporte. Estos factores, según el dirigente, supusieron "un impacto negativo en el margen del 0,4%", equivalente a 100 millones de euros.

Y para el recién concluido ejercicio 2022 el empresario auguró un nuevo estancamiento del beneficio pese a que el negocio de Mercadona creció previsiblemente alrededor de un 3%, impulsado por la apertura de nuevos supermercados.

La inflación, lejos de suponer una oportunidad para subir los precios, suele ser un quebradero de cabeza para los supermercados, que se ven obligados a aplicar las subidas casi de forma inmediata debido a sus ajustados márgenes. Con ello enfadan y ahuyentan al cliente sin obtener un mayor margen. Tanto es así que el propio Juan Roig abogó por bajar el IVA mucho antes de que el Gobierno adoptara la medida.

"El IVA es inflacionista. Cada vez que se sube el precio, el Estado se lleva pasta de nosotros", afeó el empresario al Ejecutivo, quien sí se beneficia de forma neta de la inflación al gravar los productos sobre el total de su precio de venta. Cuanto más cuesta un producto, más IVA ingresan las arcas públicas.

El Gobierno accedió finalmente a eliminar o reducir el IVA en algunos productos esenciales. Los que estaban gravados al 4% quedaron exentos (pan, harinas panificables, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, patatas o cereales) y una selección de artículos vio su IVA reducido del 10% al 5% (tales como los aceites, incluido el de oliva, o la pasta).

Rebaja "escrupulosa" del IVA

La gran distribución celebró esta decisión y la está aplicando "de forma escrupulosa", según precisan a El Español-Invertia fuentes de Moncloa, que realiza un seguimiento exhaustivo de su medida. "No están aumentando sus márgenes", subrayan.

Pero en Unidas Podemos parecen dispuestos a explotar el descontento ciudadano por la inflación. Lo hacen disparando contra los empresarios y reclamando medidas más severas a sus socios del PSOE. "Necesitamos topar los precios de una cesta básica de la compra. No le podemos pedir a la gente de nuestro país que le dé de comer a sus hijos y a sus hijas lo que puede permitirse y no lo que piensa que es mejor", manifestó Belarra en su arenga del sábado.

Esta es la receta intervencionista que propone la formación morada ante el poco impacto de las medidas adoptadas. El alza de los precios es sensiblemente superior al efecto de la receta para combatirla.

La distribución mide el incremento de los costes con tres factores. Por un lado, el aumento de la materia prima (los alimentos). Según los precios percibidos por agricultores y ganaderos en origen recopilados por el Ministerio de Agricultura, la subida del promedio de los alimentos esenciales es del 38,7% en solo un año, entre los que destacan el 207,1% registrado por las cebollas o el 85,8% por los huevos.

Ione Belarra, en una imagen de archivo. EP

Ione Belarra, en una imagen de archivo. EP

El conjunto de la industria alimentaria se encareció un 21% en 2022, según el Índice de Precios Industriales (IPRI) que elabora el Instituto Oficial de Estadística (INE). Además, ha aumentado el coste tanto de los materiales auxiliares para elaborar los envases y embalajes (el plástico va a contar además con su propio impuesto) como el de los procesos productivos (por el encarecimiento de la mano de obra, la energía y el transporte).

Con tamaña presión sobre los costes ha resultado inevitable el encarecimiento del producto final. Y este se produce en mayor porcentaje en aquellas cadenas que más ajustado tenían su margen antes de que se disparase la inflación, pues son las que menos pueden apretarse el cinturón.

En cualquier caso, según los datos ofrecidos por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el incremento de los pecios en Mercadona ha sido del 16,2%, muy inferior al que la firma sufre en sus costes.

Todas las cifras mencionadas son públicas, y muchas emanan del Gobierno de la propia Ione Belarra, que acusó a Juan Roig de estar "haciéndose de oro a costa de la crisis económica" sin apuntalar con datos sus afirmaciones.

Además, la ministra dibujó una política de Mercadona completamente opuesta a la que llevó al éxito a la compañía. Cabe recordar que la enseña usó durante años el lema "siempre precios bajos (SPB)". La fórmula con la que se convirtió en la cadena hegemónica consistió en lograr la eficiencia de toda la cadena productiva, en ahorrar al máximo en los procesos para poder ofrecer a sus clientes precios bajos y constantes.

Con el paso de los años, y en particular durante la última década, Mercadona pasó a disputar "la batalla de la calidad", según promulgó Juan Roig. Si bien lo hizo sin abandonar el factor precio como argumento para atraer al consumidor.

Empleo y obra social

Belarra, a su vez, también obvió o ignoró que la cadena del "despiadado" Juan Roig ha generado 500.000 empleos. 96.000 de ellos son directos y los ocupan trabajadores que verán en este ejercicio 2023 un incremento en sus nóminas -y en sus pluses- de acuerdo con el IPC de España o Portugal, los dos países en los que opera.

El empresario, además, revierte en la sociedad buena parte de sus beneficios, con proyectos como la universidad Edem, la aceleradora de empresas Lanzadera, la sociedad inversora Angels o proyectos deportivos como la Maratón de Valencia o el Valencia Basket, para el que está construyendo, de su bolsillo, un pabellón de última generación del que carece la ciudad.

En la misma línea, la vicepresidenta de Mercadona y mujer de Juan Roig, Hortensia Herrero, invierte sus ganancias en proyectos artísticos y de conservación del patrimonio en la ciudad de Valencia.