Barco arrastrero español.

Barco arrastrero español.

Distribución

Bruselas revisará en 2023 el cierre de los 87 caladeros que afecta a la flota española

El Gobierno presentará un recurso a este reglamento ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea antes del 19 de noviembre.

15 octubre, 2022 03:48

El sector pesquero español sigue en vilo tras la entrada en vigor del reglamento de la Comisión Europea que prohíbe pescar en 87 zonas para proteger los ecosistemas marinos vulnerables y que afecta directamente a los buques españoles. Un reglamento que no se revisará, al menos, hasta principios de 2023, según fuentes del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Eso quiere decir que, como mínimo, los buques españoles afectados -500 inicialmente- no podrán faenar en estas zonas prohibidas durante tres meses como mínimo. El reglamento se publicó el 19 de septiembre y entró en vigor el 9 de octubre ante el rechazo del sector pesquero español liderado por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), el Gobierno español y los otros países afectados: Portugal, Francia e Irlanda. 

Estaba previsto que en noviembre hubiera una revisión tras la presentación de un informe científico del Consejo Internacional de Exploración del Mar (ICES, por sus siglas en inglés). Pero, finalmente, el estudio no se presentará hasta el 16 de diciembre, según fuentes ministeriales, lo que retrasa más la revisión y posible modificación del veto a estas zonas de pesca.

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Además, la CE está pidiendo “información para conocer el impacto económico” y a partir de ahí empezará a redactar su nuevo acto de ejecución en caso de que tenga que introducir cambios, explican.

La otra vía de presión por parte del Gobierno español es la presentación del recurso a este reglamento ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Lo hace al entender que la Comisión no ha tenido en cuenta la información científica más reciente y ha hecho una lectura parcial de las recomendaciones, extendiendo la prohibición a modalidades que no estaban incluidas en los informes científicos, como el palangre de fondo. 

De momento, no se ha presentado pero los servicios jurídicos del Ministerio de Agricultura y Pesca están en ello y tienen de plazo hasta el 19 de noviembre. Sin embargo, se desconoce el tiempo que tardará el pronunciarse el TJUE. 

Tampoco parece viable que se produzca una suspensión cautelar de la medida ya que “el derecho europeo no es coincidente con el español y no acepta la suspensión cautelar”, aclaran. De lo que se deduce que esta vía podría también alargarse en el tiempo. 

Golpe al palangre

Pero en los últimos meses ha habido cambios. Inicialmente, este reglamento de ejecución prohíbe todas las actividades pesqueras que conllevan contacto con el fondo marino (arrastre, palangre, enmalle, etc.) en 87 zonas de pesca que abarcan 16.419 km2, entre los 400 y 800 metros de profundidad. Sin embargo, en medio de este malestar, hay solo un punto positivo para la pesca de arrastre.

Y es que el Gobierno detectó incongruencias en la batimetría (profundidad) y cartografiado de las áreas inicialmente prohibidas. Se quejaron de ello y consiguieron que la Comisión Europea confirmara por escrito la no aplicación del reglamento sobre ecosistemas marinos vulnerables de los 0 a 400 metros de profundidad. 

Barco Candorca en Celeiro.

Barco Candorca en Celeiro.

Esto supone que parte de la flota española de arrastre podrá mantener la actividad en 41 de las 87 áreas que habían sido vetadas. Pero los que no se salvan son la flota de palangre, un tipo de arte consistente en lanzar una línea con miles de anzuelos al mar que a su vez está unida a otra línea más grande que está situada en el fondo o suspendida. “No se ha usado información científica para el arte del palangre de fondo”, denuncian fuentes del ministerio. 

Esta medida afecta de lleno a 59 buques de palangre. Se trata de la flota que pesca la merluza de pincho. Y, más concretamente, impacta duramente en los palangreros de fondo del Puerto de Celeiro y de la Organización de Productores Pesqueros de Burela (Lugo), al capturar en estas zonas en torno al 75% de merluza. También afecta a la flota que faena en aguas comunitarias, como el Gran Sol, un caladero situado en el Atlántico Norte.

Con una semana de aplicación del reglamento todavía es difícil calcular el impacto real. Por ello, el ministerio liderado por Luis Planas se reunirá próximamente con el sector para ver la evolución y detectar si es preciso aprobar algún tipo de medida de apoyo a los buques. 

Aún así, la industria pesquera mantiene su opción de convocar paros y concentraciones ante organismos, tanto nacionales como europeos, en coordinación con otras organizaciones europeas, a través de la Alianza Europea de Pesca de Fondo (EBFA, por sus siglas en inglés).