La compañía de envasado de refrescos y embotelladora de agua Font Salem, proveedora de las marcas de cerveza de Mercadona, El Corte Inglés o Lid aumentó su facturación hasta llegar a los 366 millones en 2019, un 19% más que un año anterior, según sus cuentas depositadas recientemente en el Registro Mercantil. 

La compañía también registró un aumento de los beneficios de un 40%, de 21,8 millones a 30,6 millones en un año marcado por la Covid y que al negocio de la propia empresa no afectó. 

“Pese a que Font Salem forma parte del grupo Damm, y este tiene gran dependencia de la evolución del sector de la restauración, la actividad de Font Salem no está sujeta a dicha dependencia. Por el contrario, las continuas restricciones horarias al público y de movilidad vividas en el territorio español durante 2020, han fomentado el consumo doméstico de las bebidas que comercializa la compañía”, reconoce en la auditoría de sus cuentas. 

Futuro tranquilo

Además, de cara al futuro tampoco se esperan importantes impactos derivados de la pandemia. “La situación cambiante de los acontecimientos supone una incertidumbre sobre la actividad del próximo ejercicio, que si bien se espera que siga creciendo, dependerá de las restricciones que se establezcan durante 2021”, añade.

La sociedad cuenta con un activo circulante de 64 millones de euros y una tesorería de 22 millones de euros. En consecuencia, los administradores estiman que los impactos de la Covid no suponen en todo caso ninguna duda en relación a la aplicación del principio de empresa en funcionamiento. 

Font Salem dispone de tres centros productivos situados en lugares estratégicos que permiten dar respuesta rápida a la demanda en la península ibérica con el menor coste posible. Asimismo, su proximidad a los puertos de Valencia y Lisboa supone una ventaja competitiva para la exportación, mercado éste por el que está apostando en su estrategia de globalización. 

Así, la sociedad asegura que continúa en su labor de potenciar dichos centros e incrementar la rentabilidad de explotación mediante el esfuerzo inversor necesario para disponer de la tecnología y los recursos más adecuados para continuar en la senda de crecimiento en la que se halla la compañía.