
Triodos Bank
La gran alianza bancaria para la reducción de emisiones flexibiliza objetivos y provoca la salida del banco 'verde' Triodos
Hace pocos meses, también abandonaron la alianza, aunque por diferentes motivos, gigantes como JP Morgan, Citi, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs.
Más información: Köhler (Triodos Bank): "Si una fusión nos lleva a tener tres grandes bancos en Europa y nada más, no sería saludable"
La gran alianza bancaria para la reducción de las emisiones de carbono ha perdido un miembro más. A la fuga de grandes entidades estadounidenses por las nuevas políticas de la Administración estadounidense se suma ahora la salida de Triodos Bank, que no está de acuerdo con la flexibilización de los objetivos que ha llevado a cabo recientemente esta alianza.
La llamada Net Zero Banking Alliance (NZBA) es una iniciativa internacional apoyada por la Secretaría de la Iniciativa Financiera del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que se lanzó en abril de 2021, en un contexto distinto al actual, con unos 43 bancos miembros al calor del boom por la sostenibilidad. En la actualidad, sin embargo, las entidades adheridas superan la centena y corresponden a cuarenta países. Entre ellas se encuentran las principales españolas.
Su objetivo es unificar compromisos entre los bancos adheridos para caminar en la misma dirección y estar alineados en relación con la reducción de la financiación de actividades contaminantes en el marco del Acuerdo de París.
Su comité directivo está compuesto por diez miembros, que son el español BBVA, el británico Lloyds, el finlandés Nordea, el mexicano Banorte, el francés La Banque Postale, el australiano Westpac, el estadounidense Amalgamated Bank, los malasios CIMB y MayBank y el abudabí FAB Bank. Este último ostenta la presidencia.
Durante un tiempo formaron también parte de esta directiva grandes bancos internacionales, como Standard Chartered, HSBC, Bank of America, Citigroup, Morgan Stanley o Mitsubishi UFJ Financial Group.
Y es que, tras la vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump, en los últimos meses se ha producido la salida de la alianza de grandes entidades estadounidenses, canadienses y japonesas -estas últimas por efecto contagio o por tener gran parte de su negocio en Estados Unidos-.
No por la flexibilización de los objetivos, como ha hecho Triodos Bank, sino al revés, en el marco de las promesas de desregulación y desmantelamiento de la normativa medioambiental vertidas por el mandatario. Entre diciembre y enero se fueron JP Morgan, Bank of America, Morgan Stanley, Wells Fargo y Goldman Sachs.
Guías para cumplir las metas
Durante estos cuatro años de historia, la Net Zero Banking Alliance ha publicado tres guías para ayudar a los bancos adheridos a alcanzar los objetivos climáticos. La primera en 2021, la segunda en 2022 y la última de ellas el pasado abril. En las dos primeras se fijaba el compromiso de trabajar para que el aumento de la temperatura global no supere los 1,5 grados.
Hasta ahora, los bancos de la alianza operaban con ese objetivo para 2050, si bien ahora, con la tercera guía, pueden formar parte de la alianza simplemente con tener la ambición de llegar a entre 1,5 y 2 grados, aunque "1,5 grados sigue siendo el norte", como explican fuentes financieras.
Además, los requisitos pasan a ser recomendaciones. Algo que, como añaden estas fuentes, "abre la puerta a que entidades de países con menos ambición climática puedan ser miembros de la alianza".
Para llegar la flexibilización de los compromisos, la alianza ha llevado a cabo durante un año una revisión estratégica de sus objetivos, durante el cual todas las entidades han podido dar su opinión sobre la dirección que debe llevar la NZBA. En comunicado publicado por la propia alianza, se habla del nacimiento de "una nueva etapa" en su labor.
En concreto, ahora anima a los bancos a "aspirar" al objetivo de ralentizar el avance de la temperatura mundial a 1,5º, algo que da flexibilidad "a las entidades con exposición a diversos mercados y sectores para gestionar todos los objetivos y la transición en su balance".
También se flexibiliza la información que las empresas deben remitir a los bancos en relación con sus emisiones de carbono. Según fuentes financieras, esto implica que las pymes, por ejemplo, ya no estarán obligadas a reportar, sino que será voluntario en su caso.
"Los cambios adoptados hoy garantizan que la NZBA pueda seguir apoyando a sus miembros en la implementación de sus estrategias individuales e independientes relacionadas con el clima", declararon los miembros de la alianza en su comunicado.
Varias fuentes financieras enmarcan este cambio en el contexto actual, en el que se están dando pequeños pasos atrás en la ambición climática no sólo en Estados Unidos, sino también en Europa, donde se prefiere que las empresas tengan menos exigencias a la hora de descarbonizarse. También en el sector bancario se está viendo un giro hacia una menor regulación.
Una flexibilización que algunas fuentes financieras consideran positiva para ampliar el espectro de bancos que pueden unirse y otras, negativa, porque se deja de ser tan estrictos en un momento en el que es más necesario que nunca para combatir el cambio climático.
No hay que olvidar que esta flexibilización se ha trabajado durante un año, pero se produce en el marco de las nuevas políticas climáticas de la primera potencia mundial tras la victoria de Trump.
Triodos abandona
Fruto de esta flexibilización de los objetivos, uno de los bancos verdes por excelencia, que desde su nacimiento ha abogado por la sostenibilidad, ha decidido abandonar esta alianza, cuyo objetivo es, precisamente, fomentar la sostenibilidad.
Se trata de Triodos Bank, que considera que esta decisión es "difícil, pero necesaria tras la votación de la mayoría de los bancos miembros a favor de reducir la ambición climática y relajar los requisitos". "Esto ya no está alineado con nuestras propias ambiciones climáticas ni con nuestra lucha contra el cambio climático", añaden en un comunicado.
La flexibilización de los objetivos no ha gustado nada a la entidad, que muestra su "profunda preocupación por el paso de compromisos vinculantes a directrices más flexibles".
"Así, los objetivos climáticos del Acuerdo de París se alejan cada vez más. La realidad es que el mundo no va por buen camino para mantenerse dentro de niveles seguros de calentamiento. Es necesario hacer más, no menos", añaden desde el conocido como banco ético.
Una de las cosas que menos ha gustado a la entidad es el hecho de que no se obligue, sino que simplemente se anime a los bancos a divulgar las políticas de los sectores con mayores emisiones y a alinear sus compromisos políticos con los climáticos, como el objetivo de los 1,5 grados. En su opinión, "se les deja demasiado margen de maniobra para decidir qué cumplir y qué no".
No hay que olvidar que Triodos Bank procede de Países Bajos, un país que desde el principio ha sido de los más activos a la hora de promover la sostenibilidad en Europa y que tiene una gran ambición climática. Prueba de ello es que no solamente Triodos Bank votó en contra de la flexibilización de los objetivos, sino que lo hizo el 10% de las entidades de la alianza, la mayoría de Países Bajos.
La entidad, a pesar de haber abandonado esta alianza, no tira la toalla con ella. "Creemos que la cooperación internacional es la única forma de limitar la crisis climática y garantizar que los bancos adapten sus carteras al escenario de 1,5 grados. Triodos Bank también cree que aún podemos influir en la NZBA y en sus integrantes para mover la aguja en esa dirección", añaden desde el banco.
Aunque Triodos haya salido de la Net Zero Banking Alliance, continúa presente en otras iniciativas mundiales, europeas y nacionales, como la Global Alliance for Banking on Values o la European Banking Federation.
En cuanto a sus propias metas climáticas, el banco se ha puesto el objetivo de reducir sus emisiones financiadas al menos un 42%, en lugar del 32% anunciado previamente.