La subida de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) acometió durante quince meses ha traído muy buenas noticias a los bancos, principalmente a través de un impulso a sus márgenes. Los resultados del primer trimestre que Sabadell ha presentado son un ejemplo.

Sin embargo, no todo han sido buenas noticias. Al encarecerse las condiciones de financiación, muchas familias han decidido posponer sus decisiones de compra de viviendas o bien directamente no se han animado a dar el paso. Una conducta que se ha generalizado y que ha llevado a las entidades a sufrir retrocesos en la concesión de este tipo de préstamos.

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La perspectiva de que el BCE va a comenzar a recortar los tipos de interés en breves está desactivando ese freno a la firma de hipotecas. Y en Sabadell esta tendencia ya se está empezando a notar.

La nueva producción de estos préstamos creció un 20% en el primer trimestre del año en comparación con el anterior, el último del pasado año, hasta 908 millones de euros. Un dato que supone una mejora considerable tras meses de retroceso, pero que denota que todavía queda mucho camino por recorrer: la cifra aún está un 11% por debajo del registrado un año antes.

Los futuros recortes de tipos

La expectativa de que el BCE comenzará, previsiblemente en junio, a bajar los tipos de interés está animando a las familias a retomar estas inversiones en vivienda. Y lo hará más en el futuro, como se constata desde el sector bancario.

En Sabadell, estiman que este año se producirán unos tres recortes de los tipos de interés, a los que se sumarán otros tres el año que viene. Es, según sus gestores, la previsión de la curva forward (la que registra las estimaciones del mercado), que, reconocen, "cambia de opinión con bastante frecuencia".

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"Es imposible saber cuál va a ser el crecimiento de las hipotecas, pero me dicen que va a ser bueno", apuntaba César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, el jueves durante la presentación de los resultados en relación con la evolución de este tipo de crédito que se espera para el resto del año.

Según contó, se han producido "dos trimestres muy buenos" y "a menos que haya un choque extraordinario de tipo externo", no se espera "que esto afloje".

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, tiene bastante claro que el primer recorte se producirá el próximo mes de junio. Algo que llevaría al supervisor de la zona euro a adelantarse respecto a la Reserva Federal, sobre cuyos próximos pasos aún hay mucha incertidumbre.