Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, durante su intervención en la apertura del IV Observatorio de las Finanzas.

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, durante su intervención en la apertura del IV Observatorio de las Finanzas. Laura Mateo

Banca

El BCE y el Banco de España alaban que el impuesto a la banca de Italia se dedique a reforzar el capital

Las entidades critican la posibilidad de que el gravamen se haga permanente en España.

20 marzo, 2024 02:19
Elena Lozano Laura Piedehierro

El impuesto a la banca sigue sin gustar al sector y menos ahora que el Gobierno quiere hacerlo permanente. Los supervisores bancarios, el Banco Central Europeo (BCE) y el Banco de España, alaban la iniciativa del Ejecutivo de Italia, que permite a las entidades librarse del desembolso si a cambio refuerzan su solvencia.

El Gobierno de Georgia Meloni decidió hace unos meses reconvertir el impuesto a la banca para dar una oportunidad a las entidades financieras de no pagarlo, aunque sea a costa de ampliar su exceso de capital.

En concreto, los bancos podrían sortear el pago del gravamen si deciden voluntariamente elevar sus niveles de capital con un importe dos veces y medio superior al que les correspondería pagar por el impuesto. Todo con la limitación de que este capital no podría usarse para remunerar a los accionistas a través de dividendos o de recompras de acciones.

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Esta opción gusta y mucho a los supervisores bancarios. Así, al menos, lo dejaron ver tanto De Guindos como Hernández de Cos durante sus respectivas intervenciones en el Observatorio de las Finanzas, organizado por EL ESPAÑOL-Invertia.

El vicepresidente del BCE considera a esta iniciativa "una salida inteligente" a una situación que ya de por sí no agrada mucho a la institución que preside Christine Lagarde, la de contar con un impuesto específico para el sector.

El supervisor bancario ya emitió un dictamen respecto al gravamen español en noviembre de 2022, cuando se puso en marcha el impuesto, en el que advertía sobre los efectos negativos del tributo, como daños en la rentabilidad, la competencia, la solvencia y la concesión de crédito.

El martes, durante su intervención en el IV Observatorio de las Finanzas, De Guindos eludió referirse al impuesto español, pero sí valoró positivamente la iniciativa de Italia.

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"Ha sido una salida inteligente porque el impuesto no se paga si efectivamente los beneficios que se definen como caídos del cielo de algún modo facilitan lo que es la capitalización de las instituciones bancarias", dijo De Guindos.

Por su parte, Hernández de Cos señaló que "el impuesto podría utilizarse para generar un incentivo para mejorar la solvencia de las entidades, como se ha hecho en el caso italiano", apoyando así la afirmación del vicepresidente del BCE.

Los banqueros, en contra del impuesto

Por su parte, el sector bancario se mantiene firme contra el tributo y, especialmente, contra la posibilidad de que se haga permanente. "Es un impuesto con efectos contraproducentes en la economía española, que reduce la capacidad para dar crédito", aseguró Alejandra Kindelán, presidenta de la Asociación Española de Banca (AEB).

Kindelán comparte su visión con Gonzalo Rodríguez, director de desarrollo de negocio de BBVA en España, quien subrayó que el gravamen, "es perjudicial, no sólo para la industria bancaria, sino también para la economía en su conjunto".

Respecto a la posible merma de la capacidad de las entidades de dar crédito, la AEB estima que si se quita unos 3.000 millones de euros al capital, son "50.000 millones menos de crédito, 250.000 hipotecas medias menos".

"¿Es el momento de ponerle al sector bancario una mochila de 1.500 millones de euros al año? Creemos que no", zanjó la presidenta de la AEB.

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Además, recordó que el impuesto se aprobó en base a dos premisas. Por un lado, los beneficios caídos del cielo, "que no son tal, sino producto de la normalización de los tipos de interés"; y el rescate a la banca, cuestión a la que contribuyeron las propias entidades.

Una posible derivada de hacer fijo el impuesto al sector es "el riesgo de generar más España vaciada". Así lo advirtió Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, ya que “en dos terceras partes de las provincias españolas uno de los competidores del top-3 es una entidad financiera exenta del impuesto”.

Y eso, a su juicio, “no tiene mucho sentido”. “¿En qué país se penaliza a la banca propia y se beneficia a la extranjera?”, se preguntó Gortázar, en referencia tanto a las cajas rurales como a los bancos internacionales presentes en nuestro país.

En ese sentido, Ángel Rivera, consejero delegado de Santander España, pidió que no se repita lo que considera que es una "discriminación", en tanto que el impuesto actualmente no afecta a todas las entidades. Asimismo, reclamó diálogo con las empresas y las asociaciones del sector. 

Se haga fijo o no el impuesto, la banca "está preparada para lo que pueda venir", en tanto que el sector maneja una buena rentabilidad y buenos niveles de liquidez, tal y como subrayó la presidenta de la AEB.