Ilustración sobre hipotecas y depósitos.

Ilustración sobre hipotecas y depósitos. Arte / E.E.

Banca

Las familias españolas pagan más baratas las hipotecas que las europeas pero cobran menos por el ahorro

La transmisión de la política monetaria está llegando al activo (los préstamos), pero no al pasivo (los depósitos). La polémica está servida.

1 julio, 2023 02:11

La subida de los tipos de interés que el Banco Central Europeo (BCE) lleva un año acometiendo no se deja sentir del todo en las familias españolas y está generando una suerte de brecha si se compara con la situación de los hogares europeos.

La peor parte para las familias es que la rentabilidad de los depósitos a plazo no ha vuelto, al menos no en el caso de los grandes bancos, que son los que tienen la cuota de mercado mayoritaria (en torno al 70%). La buena noticia es que -aunque más caras+- las hipotecas que se ofrecen en el mercado están entre las más baratas de Europa.

Basta mirar los datos. En España la remuneración de los depósitos está muy lejos de la que perciben las familias en otros grandes países europeos al situarse en el 1,64% en el plazo de un año o inferior, el más habitual en los depósitos, de acuerdo con últimos datos disponibles del BCE, que corresponden al mes de abril.

En concreto, los hogares españoles son los quintos que menos intereses cobran por su ahorro, al superar solamente a los de Chipre (0,29%), Croacia (0,53%), Portugal (1,24%) e Irlanda (1,34%). Por su parte, Italia paga un 2,97% a un año; Francia, un 2,81%; Bélgica, un 2,65%, y Alemania, un 2,42%. 

En el caso de los depósitos a entre uno y dos años, que también son muy habituales, la remuneración en España es de apenas el 1,42%, frente al 3,11% que se paga en Italia, el 2,35% de Alemania o el 2,66% de Bélgica. Solamente en seis países -incluido Francia- se paga menos que en España. La media de la zona euro es 2,29% y 2,26% para uno y dos años, respectivamente.

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Detrás de esta foto en la que España sale tan mal se esconde el rechazo a recuperar la remuneración de los depósitos por parte de los grandes bancos, que tienen una cuota de mercado muy mayoritaria, cercana al 70% de los activos. Algo que era muy común antes de la etapa de tipos de interés negativos y que con su fin no ha vuelto, aunque es cierto que sí en los bancos pequeños y digitales, que ofrecen depósitos a plazo con remuneraciones hasta por encima del 3% TAE con el objetivo de captar clientela.

Los grandes rechazan hacerlo y la razón oficial es que existe en el sistema un exceso de liquidez que hace innecesario para las entidades financiarse a través de la captación de más depósitos. Los clientes quieren productos que les den rentabilidad y los bancos les derivan a instrumentos como los fondos de inversión, que pueden ofrecer un mayor retorno, pero que también a los bancos les salen más rentables porque obligan a pagar comisiones. Algo que con los depósitos a plazo no ocurre.

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño,

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, Eduardo Parra / Europa Press

La resistencia de la gran banca está generando mucha polémica, más allá incluso de las quejas de los clientes. Nadia Calviño, vicepresidenta económica, ha instado ya en público al sector para que remunere los depósitos y ha amenazado al sector con obligarle por ley a hacerlo, mientras que Cani Fernández, presidenta de la CNMC, ha advertido de que la autoridad vigila muy de cerca si este comportamiento responde a una "colusión tácita". Es decir, si los bancos están emprendiendo la misma política comercial observando el comportamiento de sus competidores, pero sin ponerse de acuerdo expresamente.

Otro de los argumentos que utilizan los bancos para defenderse es que no han trasladado la política monetaria del BCE al coste del pasivo -o sea, que no pagan por los depósitos en función de los tipos de interés actuales-, pero que tampoco lo han hecho con las hipotecas, las cuales se han encarecido pero están entre las más baratas de Europa.

Hipotecas más baratas

Los datos así lo demuestran, aunque con matices. El interés de las hipotecas se sitúa en el 3,48% en España, según revelan los últimos datos disponibles del BCE, correspondientes a abril.

En línea con lo que ocurre con los depósitos, se trata del cuarto país en el que están más baratas, por delante de Malta (2,24%), Francia (2,61%) y Croacia (2,99%). Donde son más caras es en Lituania (5,27%), Letonia (5,32%), Estonia (4,99%) y Chipre (4,47%). La media de la zona euro es 3,44%.

El problema viene cuando se tienen en cuenta las hipotecas variables ya firmadas (aunque sea a intereses inferiores a los actuales). Y es que estos préstamos se reprecian anual o semestralmente en función de la evolución del Euríbor a doce meses, dependiendo de las condiciones firmadas en cada contrato, y en consecuencia las cuotas se han encarecido considerablemente en el último año.

Y es que el índice de referencia, que durante todo 2021 estuvo anclado en el -0,5%, comenzó a avanzar fuertemente en febrero del año pasado y logró volver a terreno positivo menos de dos meses después. Desde entonces no ha frenado hasta situarse en la actualidad por encima del 4% tanto en tasa diaria como mensual. Unos niveles que no se veían desde 2008.

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En consecuencia, la cuota mensual de una hipoteca tipo concedida por 150.000 euros a 25 años a Euríbor +0,99% se encarecería unos 3.020 euros al año (252 euros al mes), mientras que una con las mismas condiciones pero por 100.000 euros lo haría unos 2.000 euros (168 euros al mes). No obstante, la subida de cada hipoteca depende de las condiciones firmadas en el contrato a nivel individual.

De esta forma, las familias con hipotecas variables firmadas antes de la subida de tipos tienen que hacer frente a un encarecimiento de sus cuotas mientras no reciben nada por sus depósitos. Es decir, que la política monetaria les afecta por un lado y no les compensa por el otro.

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El BCE ya ha llamado la atención a los bancos españoles por esta circunstancia. Luis de Guindos, su vicepresidente, afirmó hace unos días que "la trasmisión completa de la política monetaria exige que también la del ahorro se incremente". Un argumento que Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, compartió también hace unos días.

En suma, el impacto de la política monetaria del BCE se está dejando sentir menos en España que en otros países europeos a través de la subida de los tipos de interés tanto del activo como del pasivo, como demuestran los datos. Y todo teniendo en cuenta que en España la inflación ya está por debajo del 2%, que es el objetivo del BCE. No así la de la zona euro, que está aún en el 6,1%. Sin embargo, las autoridades consideran que es necesario que la remuneración del ahorro llegue, dado que solamente así se logrará que el objetivo del BCE se cumpla del todo. Habrá que estar atentos a cuándo moverá ficha la gran banca.