Además, el primer banco alemán pagó el pasado año entre uno y once millones de euros a más empleados que toda la banca española junta. Según su informe de gobierno corporativo de 2022, 572 empleados identificados como tomadores de riesgos materiales (MTR) percibieron una retribución de entre un millón y 10,9 millones de euros (520 empleados en 2021).

En España, en el mismo año, Santander pagó entre uno y once millones de euros a 275 empleados, mientras que BBVA repartió entre uno y ocho millones de euros a 56 profesionales.

Mejores beneficios, tremendos litigios

Europa trata de contener el pánico a una crisis financiera con el gigante Deutsche Bank en el foco. Los Gobiernos de Alemania, Francia o España lanzaron el viernes mensajes de confianza sobre la situación del primer banco alemán y, en general, sobre el estado del sector financiero europeo.

Lo hicieron tras observar como las acciones de Deutsche Bank perdían ese día en Bolsa un 8,5% de su valor (llegaron a desplomarse un 14%), por el miedo al contagio tras las recientes caídas del estadounidense Silicon Valley Bank y el europeo Credit Suisse, arrastrando consigo al resto de los bancos europeos cotizados.

El banco alemán, con 150 años de historia, logró en 2022 sus mejores resultados en los últimos quince años, pero la cantidad de litigios que arrastra, las debilidades mostradas en el pasado reciente -en 2015 registró las mayores pérdidas de su historia, 6.800 millones-, así como la exhuberante política de remuneración exhibida por la entidad el pasado ejercicio, han llamado la atención de los inversores.

Los ingresos de Deutsche Bank aumentaron en 2022 un 7%, hasta los 27.200 millones de euros, la mayor cifra alcanzada desde 2016. Los gastos no relacionados con intereses disminuyeron un 5%, y el grupo elevó su beneficio antes de impuestos en un 65% en comparación con el logrado un año antes, hasta los 5.600 millones de euros.

Christian Sewing, primer ejecutivo de Deutsche Bank. Arne Dedert / dpa

Con esos resultados bajo el brazo, presentados el pasado viernes 17 de marzo, el consejero delegado del grupo, Christian Sewing, destacó que el banco confirmaba así su intención de superar en el año 2025 los 30.000 millones de euros de facturación.

"Es el mejor resultado de Deutsche Bank en 15 años y muestra nuestra resiliencia en tiempos difíciles", afirmó Sewing, sin prever que en diez días la entidad estaría en el centro de una nueva tormenta financiera.

Los mejores resultados presentados por Deutsche Bank no han conseguido sin embargo enmascarar los tremendos litigios que afronta en Europa y Estados Unidos -desde aparente blanqueo de dinero procedente de Rusia hasta las relaciones de la entidad con Jeffrey Epstein-, así como borrar las pasadas crisis del grupo alemán.

La entidad expone en su último informe financiero anual, consultado por EL ESPAÑOL-Invertia, los litigios más relevantes que afronta. También conocidas empresas españolas han demandado a Deutsche Bank.

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Entre otros muchos conflictos judiciales, el grupo encara una investigación por presuntos movimientos irregulares de dinero de ciertos clientes en Moscú y Londres que ya en 2017 le supuso al banco alemán una sanción de 630 millones de dólares en Nueva York.

Sobre este caso, prosiguen las investigaciones, y el grupo informa en sus últimas cuentas que ha registrado "una provisión con respecto a la investigación restante", pero añade que "no ha revelado el importe de esta provisión por concluir que su divulgación perjudicaría gravemente al resultado de este asunto".

Entre 2013 y 2018 Deutsche Bank tuvo entre sus clientes a Jeffrey Epstein, el magnate pederasta estadounidense que montó una red de abusos a menores internacional y que presuntamente se suicidó en su celda en agosto de 2019. 

El banco alemán fue condenado en 2020 a pagar una sanción de 150 millones de dólares por sus relaciones con Epstein en Nueva York. También fue demandado por el mismo asunto en una demanda colectiva presentada en un tribunal de Nueva York, en la que Deutsche Bank llegó a un acuerdo con las acusaciones el pasado mes de febrero (el grupo no informa de la cantidad pagada en sus últimas cuentas).

Imagen del documental de Netflix, Jeffrey Epstein: Filthy Rich NETFLIX

El pasado mes de noviembre, una presunta víctima no identificada de tráfico sexual de Epstein demandó a Deutsche Bank en el distrito Sur de Nueva York. El banco señala que no informa de si ha procedido a provisionar alguna cantidad de dinero en relación con esta demanda por el grave perjuicio que ocasionaría su divulgación.

Los litigios que afronta Deusche Bank incluyen también algunos con reconocidas empresas españolas. El grupo hotelero Palladium, de la familia Matutes, demandó en Londres al banco alemán reclamando 577 millones de dólares por una presunta operativa irregular con derivados. También el grupo García Carrión demandó a Deutsche Bank por la misma operativa, logrando en 2021 que la entidad le pagara 10 millones para cerrar el caso.

Causas objetivas y subjetivas

Expertos en el sector financiero y en reestructuraciones consultados por este periódico en los últimos días coinciden en apuntar razones técnicas objetivas y también subjetivas que explican las fuertes caídas de los valores financieros europeos del viernes, lideradas por las sufridas por Deutsche Bank.

La ingente deuda pública emitida por Estados Unidos y Europa para atajar la crisis económica provocada por la Covid, mezclada ahora con las fuertes subidas de tipos de interés, ha dado como resultado un cóctel que incluye rebajas de ganancias previstas en las compras de deuda pública por parte del sector financiero. 

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La mayoría de expertos y analistas destacaron el viernes las fortalezas de Deutsche Bank para indicar que la fuerte caída registrada en Bolsa obedecía más bien a razones subjetivas, de retiradas de dinero por el temor infundado de inversores a que el banco fuera presa de una nueva crisis financiera global.

El lunes, al mediodía, las acciones de Deutsche Bank en la Bolsa de Fráncfort recuperan parte de las pérdidas sufridas el viernes con subidas cercanas al 5%.

Las debilidades mostradas en el pasado por Deutsche Bank, así como los riesgos que encara en el presente, han situado no obstante al primer banco de Alemania en el centro de la diana del pánico inversor. 

El gigante alemán se vio en serias dificultades en 2015, cuando registró las mayores pérdidas de su historia, 6.800 millones de euros. El banco anunció entonces 18.000 despidos en tres años y la creación de una unidad similar a un 'banco malo' con activos dudosos valorados en 74.000 millones de euros.