Ilustración: Tomás Serrano.

Ilustración: Tomás Serrano.

Banca

Los supervisores europeos monitorizan de cerca la crisis de Credit Suisse y SVB pese a no estar bajo su supervisión

La EBA y el BCE siguen atentamente la evolución del sector ante el "gran nerviosismo" que ambos acontecimientos han generado en los mercados.

16 marzo, 2023 02:29

La Autoridad Bancaria Europea (EBA) y el Banco Central Europeo (BCE) están siguiendo muy de cerca todo lo que está ocurriendo en los últimos días en el sector financiero tras el colapso de Sillicon Valley Bank (SVB) en Estados Unidos y los problemas del banco suizo Credit Suisse, pese a que ninguna de estas dos entidades se encuentran bajo su supervisión. 

Los bancos españoles, al igual que el resto de sus homólogos europeos, han vivido este miércoles otra jornada negra en bolsa después de que se conociera que el Banco Nacional Saudí, su principal accionista, haya descartado acudir en ayuda de Credit Suisse con una ampliación de su inversión, así como que estaba sufriendo una fuga de clientes. Y eso pese a que su exposición a esta entidad es prácticamente nula.

Las seis entidades del Ibex 35 han perdido unos 10.500 millones de euros capitalización bursátil solo este miércoles, que suman a los 16.800 millones que se dejaron el viernes pasado y este lunes por la crisis de SVB. En Europa, además del desplome del 24% de Credit Suisse, otras caídas relevantes han sido las de Société Générale (-12,18%), BNP Paribas (-10,11%), ING (-9,58%) y Deutsche Bank (-9,25%).

[La banca española sufre en bolsa por la crisis de Credit Suisse aunque su exposición es prácticamente nula]

En este contexto, el BCE y la EBA, las dos entidades encargadas de supervisar los mercados financieros europeos, están muy pendientes del impacto que la crisis que atraviesan estas dos entidades puede tener en el sector bancario del Viejo Continente.

Como recuerdan fuentes financieras a EL ESPAÑOL-Invertia, la tarea de un supervisor es pedir información a las entidades sobre cualquier acontecimiento relevante que ocurra, como ocurrió en el pasado por ejemplo con el impacto de la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia. De hecho, añaden que lo raro sería precisamente lo contrario.

José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), por sus siglas en inglés.

José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), por sus siglas en inglés. Reuters

Autoridades europeas

Fuentes de la EBA han confirmado a este diario que en la organización están siguiendo muy de cerca la evolución de la crisis Credit Suisse, pese a que el banco no se encuentra bajo la supervisión de la EBA, sino de la Autoridad suiza de supervisión del mercado financiero (Finma).

"La EBA está siguiendo de cerca todo lo que está ocurriendo desde la caída de SVB, lo que ha provocado un gran nerviosismo en los mercados", han asegurado las fuentes de la Autoridad. 

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, junto a Christine Lagarde, presidenta del supervisor, durante la rueda de prensa posterior a la subida de tipos del pasado 8 de septiembre.

Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, junto a Christine Lagarde, presidenta del supervisor, durante la rueda de prensa posterior a la subida de tipos del pasado 8 de septiembre. BCE BCE Fráncfort (Alemania)

Desde el Banco Central Europeo (BCE) han rehusado hacer declaraciones sobre la nueva crisis desatada por los problemas de Credit Suisse. Por tanto, habrá que esperar a la rueda de prensa que ofrezcan este jueves Christine Lagarde y Luis de Guindos, presidenta y vicepresidente del BCE, respectivamente, tras la reunión del Consejo de Gobierno sobre política monetaria.

Pero no solo las autoridades europeas están pendientes de Credit Suisse. Según informa Bloomberg, miembros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos mantienen una estrecha colaboración tanto con la Reserva Federal como con las autoridades del Viejo Continente en torno a este tema. 

Supervisión

Credit Suisse, una entidad con más de 150 años de historia, lleva tiempo sufriendo graves problemas que han despertado en varias ocasiones las dudas de los mercados sobre su viabilidad. Especialmente desde la primavera desde 2021, cuando reconoció pérdidas por valor de 4.000 millones de euros por su exposición a Archegos, lo que provocó fuertes salidas de depósitos de las que ha estado intentando recuperar durante los últimos meses.

Al mantener su sede en Zúrich, la entidad se encuentra bajo el paraguas del Banco Nacional Suizo, el banco central del país helvético, así como de Finma, entidad que no solo tiene las responsabilidades de supervisión bancaria en el país, sino también las de resolución.

Logo de Credit Suisse en lo alto de una sucursal. /Denis Balibouse/File Photo

Logo de Credit Suisse en lo alto de una sucursal. /Denis Balibouse/File Photo Denis Balibouse Reuters Ginebra (Suiza)

Por ello, en caso de que la entidad no fuera capaz de superar los problemas que atraviesa actualmente y se viera abocada a una reestructuración de su negocio, Finma sería la entidad encargada de gestionar su resolución para evitar que este proceso afecte a la continuidad de las funciones críticas del banco y la estabilidad financiera y garantizar unos costes mínimos para los contribuyentes. 

El banco central suizo y Finma salieron a última hora del miércoles al rescate de Credit Suisse y le mostraron su respaldo como ella misma les había pedido horas antes. Así, las autoridades aseguran que el banco cumple con todos los requisitos de solvencia exigidos y han confirmado que otorgarán liquidez a la entidad en caso de que sea necesario.

[Credit Suisse pide al Banco de Suiza que le apoye públicamente para frenar los temores sobre la entidad]

En cuanto a la parte de supervisión, Credit Suisse no solo debe pasar los test de estrés de las autoridades suizas, sino también los de la FED por la filial que tiene allí y su carácter sistémico. La entidad lograba una ratio de capital del 20,1% en el escenario moderado, pero era la que más caía en el adverso, dejándose siete puntos porcentuales en caso de un empeoramiento de la economía. 

Precisamente la falta de supervisión ha sido uno de los motivos detrás del colapso de Silicon Valley Bank, ya que en Estados Unidos solamente las entidades sistémicas, aquellas que tienen mayor tamaño y capacidad de desestabilizar el sistema financiero por sí solas, deben someterse al control de la Reserva Federal. 

Esto no era el caso de Silicon Valley Bank, la entidad número 16 por activos de Estados Unidos, lo que ha provocado que ninguna autoridad haya revisado la solidez de su estructura de capital y la composición de su balance, muy centrado en un perfil de cliente muy concreto (startup tecnológicas y firma de capital riesgos) y poco diversificado. 

Esta política de supervisión bancaria es muy diferente a la que se aplica en Europa. Desde la anterior crisis financiera, todas las entidades europeas, independientemente de su tamaño, deben someterse cada año a test de estrés por parte la EBA, el BCE y los bancos centrales nacionales.