Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante su intervención en un foro.

Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante su intervención en un foro. Juan Barbosa Europa Press Madrid

Banca

La banca no teme al aumento de los impagos por el frenazo económico: se limitará a las pymes y a pocas hipotecas

El sector aboga por gestionar las hipotecas en riesgo de impago caso a caso con moratorias y sin medidas "artificiosas".

5 octubre, 2022 03:15

Habrá aumento de la morosidad en los próximos meses, sí, pero limitado y gestionable. La banca asume que los impagos crecerán como consecuencia del frenazo económico que se avecina, si bien considera que el nivel será asumible, pues solamente se verán en problemas para devolver sus deudas algunas pymes que no tienen capacidad para repercutir sus costes. En cuanto a los hipotecados y el impacto del avance del Euríbor, el sector lo limita a un número reducido.

Tanto el Banco de España como la Autoridad Bancaria Europea (EBA) tienen claro que la banca debe ponerse en alerta ante un aumento de la morosidad en los próximos meses. "La mora subirá, aunque no a los niveles dramáticos de una crisis sistémica", expuso José Manuel Campa, presidente de la segunda, el martes en un foro bancario de El Economista.

Por su parte, Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, avisó de que "en un horizonte algo más amplio (que puede extenderse uno o dos años), es cuando se manifestarían buena parte de los efectos negativos sobre la capacidad de hogares y de empresas para hacer frente a sus obligaciones financieras del contexto actual y previsto".

"¿Preocupados? Poco"

Ambas autoridades subrayan la posibilidad de que el escenario de ralentización económica que viene termine afectando negativamente a la banca, por lo que invitan al sector a mantener la "prudencia", especialmente en relación con las provisiones -el escudo protector de la banca frente a los impagos- y con el capital -apuntalando la solvencia de las entidades y vigilando la remuneración a los accionistas-.

Desde la banca las cosas no se ven tan dramáticas. Preguntado por si existe preocupación a este respecto, César González-Bueno, consejero delegado de Sabadell, afirmó que "la verdad es que poco. Y es sorprendente". Según dijo, la morosidad no se ha manifestado por el momento -se mantiene aún en mínimos en el 3,85%- "ni en particulares ni en empresas".

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Y es que en la banca se considera que el riesgo está acotado. Para el banquero, las únicas empresas que pueden preocupar a las entidades son las pymes, dado que las grandes empresas "han acopiado liquidez y están siendo capaces de repercutir los precios". Entre las pequeñas, sin embargo, "habrá algunas que no tengan capacidad de repercutir costes y habrá que seguirlas de cerca".

José Antonio Álvarez, consejero delegado de Santander, coincidió en señalar a las pymes como el perfil más vulnerable, aunque advirtió que es necesario esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. "Estamos dando el partido por jugado y estamos en el minuto diez", comentó.

Sorpresas positivas

Algo que basa en las sorpresas positivas que se ha llevado el sector con la morosidad durante los últimos dos años, al principio de los cuales las previsiones no eran nada favorables al sector. "En la finalización de las carencias de los créditos ICO fue una sorpresa positiva que el comportamiento de las pymes fue sustancialmente mejor de lo esperado", dijo.

Por eso, teniendo en cuenta las características de la crisis actual, "las empresas en dificultades son aquellas cuyos competidores tienen alguna ventaja derivada de la geolocalización. Poner el dedo en qué empresa [se detectará un impago] es extremadamente difícil", añadió.

La calma también reina en CaixaBank. "Hasta ahora no estamos viendo ningún indicio de impago", señaló su consejero delegado, Gonzalo Gortázar. "Mi opinión es que [un aumento de la morosidad] sí se va a producir, precisamente en el segmento de microempresas, que son las que más van a sufrir", añadió.

Claro que la incertidumbre impide conocer con exactitud cuál será el impacto. "Creo que va a ser un sufrimiento inicialmente moderado. Esto es como una carrera: empiezas a correr y no sabes cuánto vas a tener que correr. Si la carrera es de 5 kilómetros muy bien, si es de 40 alguna [compañía] no podrá terminar la carrera", señaló.

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Por este motivo, la banca, "por supuesto", va a mantener una actitud prudente, como piden los supervisores. "Ahora, la prudencia para las entidades financieras ya se ha producido, hemos hecho provisiones muy elevadas durante la pandemia y esas provisiones se mantienen en los balances, en nuestro caso en su totalidad", apuntó Gortázar.

De esta forma, los banqueros consideran que el aumento de los impagos será asumible para el sector y estará acotado, un optimismo que no agrada del todo a los supervisores. "Presiento que se está extendiendo una actitud cada vez más optimista", señaló el martes Andrea Enria, presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), para quien esta circunstancia genera "cierta reticencia" por parte de los bancos a involucrarse seriamente en las conversaciones con el supervisor sobre los riesgos a la baja.

Pocas hipotecas

Más allá de las empresas, los banqueros coinciden en que la problemática de los hipotecados con el vertiginoso ascenso del Euríbor a doce meses afecta a una minoría. Un número limitado de hipotecados con los que la banca se compromete a buscar una solución caso a caso, no generalizada.

"El foco de la preocupación está en aquellas hipotecas a tipo variable concedidas fundamentalmente en los últimos cinco años, que no han pagado suficiente principal y en las que la suma de los servicios básicos, el coste de la energía y el pago de cuota hipotecaria se incrementa", expuso González-Bueno.

En su opinión, las soluciones a estos casos "tienen que ser razonables y razonadas y no dirigidas desde un punto de vista político" ni "excesivamente artificiosas".

De hecho, en su opinión la solución pasa por una moratoria del principal "para ese grupo, que no es excesivamente mayoritario, porque el 50% de nuestra cartera es antigua y durante los últimos tiempos hemos concedido hipotecas a tipo fijo".