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Banca

La banca, en alerta verde: mantiene a raya los créditos que sospecha que no se devolverán

Las medidas gubernamentales y sectoriales anestesian a la morosidad y la banca logra de momento contener el riesgo.

2 agosto, 2021 02:55

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Alerta verde en el sector bancario, al menos de momento. El "riesgo latente" al que se enfrentan los bancos españoles sigue sin materializarse. La morosidad, anestesiada por las medidas puestas en marcha por el Gobierno y por el propio sector, como las moratorias y la extensión del vencimiento de los créditos ICO, no ha empezado a florecer todavía y las entidades están manteniendo a raya el volumen de créditos que sospecha que pueden ser impagados. 

Más concretamente, la gran banca española tenía al cierre de junio, a nivel de grupo, una exposición de 155.070 millones de euros en créditos sospechosos de entrar en morosidad, es decir, de ser impagados, lo que supone prácticamente el mismo importe que el trimestre anterior, según revelan sus cuentas del semestre.

El mayor importe, como es lógico por su tamaño, lo registra Santander, que tiene una exposición bajo vigilancia especial de unos 70.000 millones de euros a nivel de grupo, prácticamente la misma que tres meses atrás. En cuanto al resto, BBVA tiene 35.835 millones de euros en créditos sospechosos (1,2% menos que en marzo); CaixaBank, 34.459 millones (+0,15%); Sabadell, 12.630 millones (+3%), y Bankinter, 2.146 millones (+6,8%).

Vigilancia especial

A estos créditos cuyo riesgo se ha incrementado respecto al momento de la concesión, pero que no han llegado a incurrir en impago se les otorga la etiqueta de vigilancia especial en virtud de una normativa contable internacional que se aplica desde 2018 y que exige a las entidades anticiparse a los impagos a los que prevén que tendrán que hacer frente.

Es decir, deben prestar atención no solamente a la pérdida incurrida (los créditos ya morosos), sino también a la pérdida esperada (los que podrían ser morosos), lo que se traduce en un trabajo de clasificación más exigente que el que existía antes.

Las otras dos etiquetas disponibles para calificar los créditos son normales y dudosos. Dependiendo de cuál se aplique a cada financiación, el banco tendrá que dotar más o menos provisiones.

Es por eso que haber mantenido a raya el volumen de créditos en vigilancia especial es una buena noticia para las entidades, porque pueden ralentizar el ritmo de dotación de provisiones que siguieron en los primeros momentos tras la llegada de la pandemia, si bien también puede ser una señal de atención.

Los supervisores, como el Banco de España, de hecho, han trasladado ya en varias ocasiones a los bancos la necesidad de que las clasificaciones de estos créditos se hagan con prudencia y de forma adecuada, dado que en ello se encuentra la clave para salir indemnes de esta crisis.

Cuanto mejor identifiquen qué créditos sospechan que no se van a pagar, más ajustadas estarán sus provisiones, lo que les protegerá de potenciales pérdidas.

La morosidad, estancada

Por el momento, los créditos calificados como morosos están experimentando crecimiento, pero no preocupan demasiado a las entidades. A nivel agregado, los mayores bancos del país acumulan hasta junio 69.509 millones de euros en financiación que ya ha empezado a no devolverse, lo que supone casi un 8% más que al cierre del primer trimestre.

Banco por banco, 32.000 millones de esta exposición corresponden a Santander, 15.613 millones a BBVA, 14.077 millones a CaixaBank, 6.127 millones a Sabadell y 1.692 millones a Bankinter.

En consecuencia, la tasa de morosidad se mantiene en niveles muy bajos en todas las grandes entidades, inferiores al 4%. Más concretamente, se sitúa en ese umbral en BBVA, mientras que en CaixaBank está en el 3,6%, en Sabadell en el 3,58%, en Santander en el 3,22% y en Bankinter, el más bajo, en el 2,34%.

A nivel agregado, la anestesia lleva a que la morosidad se encuentre aún en el 4,55%, según se desprende de los últimos datos del Banco de España, correspondientes a mayo. Esta cifra supone un leve aumento respecto al mes anterior, pero muy lejos del máximo histórico del 13,61%, que se alcanzó al cierre de 2013.

"La morosidad objetiva [la que ya se ha materializado] está contenida", afirmaba Gonzalo Gortázar, consejero delegado de CaixaBank, durante la presentación de resultados del banco, si bien meses antes reconocía que la baja morosidad era tan solo un "espejismo" de lo que puede llegar en el futuro, una vez se levanten las medidas que están en vigor ahora mismo.

Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank.

Gonzalo Gortázar, CEO de CaixaBank.

Todo a pesar de que los créditos sanos, sobre los que los bancos no tienen ningún miedo porque tienen el convencimiento de que se van a terminar pagando, en general han experimentado crecimiento por el avance de la actividad económica.

Lo que está mejorando y también es un buen indicativo de la situación de las entidades es el coste del riesgo. Como ya adelantaban los analistas, las cuentas de los bancos españoles han revelado mejoras en esta métrica, que sitúa en todos los casos por debajo de los 100 puntos básicos.

En ese nivel se encuentra BBVA, seguido por Santander (0,94%), Sabadell (0,74%) y CaixaBank (0,41%), que prevé mantenerse por debajo del 0,5% en el año, umbral que comparten BBVA y Bankinter en sus previsiones. Parece que aún es pronto para encender las alarmas.