Francisco Reynés, presidente de Naturgy y vicepresidente ejecutivo de Criteria Caixa

Francisco Reynés, presidente de Naturgy y vicepresidente ejecutivo de Criteria Caixa

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Criteria vigila los movimientos de los fondos en el capital de Naturgy para mantener el control de la compañía

El fondo australiano IFM siempre ha querido aumentar su participación, con ánimo de permanencia. Frente a ello, CVC y GIP están de salida.

Más información: CVC y los March reordenan su inversión en Naturgy y se reparten sus acciones tras los ajustes de BlackRock y Criteria.

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Las claves

Criteria ha aumentado su participación en Naturgy hasta el 25,98% para mantener el control ante los movimientos de otros fondos accionistas.

El fondo australiano IFM, con un 15,16% del capital, sigue interesado en incrementar su presencia en la compañía.

GIP-Blackrock y CVC están reduciendo su participación en Naturgy, mientras Alba y CVC han separado sus paquetes para operar de manera independiente.

Naturgy afronta el reto de asegurar una buena tasa de retribución para las nuevas inversiones en redes de gas y la definición de su estructura accionarial definitiva antes de septiembre.

Naturgy va a cerrar el año bajo el síndrome de la reestructuración accionarial que tiene pendiente desde hace varios ejercicios. A la venta de un 7,1% del capital de GIP-Blackrock de la semana pasada se une la compra de un 2% de Criteria, su accionista mayoritario, y la separación de los paquetes de Alba y CVC por si quieren moverlos sin ataduras.

Desde el mercado hay quien espera una tregua hasta bien entrado el primer semestre del año que viene para ir más allá en la intención declarada de GIP y CVC de reducir su participación, incluso de salir de la gasista.

Pero las ganas de comprar del otro fondo accionista, el australiano IFM que controla ya el 15,16% de la empresa, obligan a Criteria a poner todas las alarmas para mantener su posición de control en el entorno del 26% del capital ante movimientos inesperados.

Todas las miradas están puestas en el presidente de Naturgy y vicepresidente de CriteriaCaixa, Francisco Reynés, que es el hombre que mueve los hilos en ambas entidades.

La corporación industrial de la Fundación Caixa anunció este miércoles la compra de un 2% del capital, para llegar al 25,98%, en un movimiento claramente defensivo que suponía invertir 450 millones de euros.

La auto opa del 10% del capital para aumentar el free float por encima del 23% de los títulos, secundada por todos los accionistas y cerrada en junio pasado, auguraba un tiempo de paz entre socios.

Además de volver a los índices del mercado, Naturgy y Criteria lograban que la suma de los tres grandes fondos no superase la mitad del capital de la cotizada.

Pero la cosa ha cambiado de repente. Fuentes del sector energético cercanas a la gasista aseguran que se ha llegado a una situación en la que nadie se fía de nadie.

Después de vender, el tándem GIP-Blackrock afloraba otro 2,5% vía derivados, que colocaban su parte en algo más del 12,5%.

CVC aguanta con un 13,8% de forma directa, asociado con el 5% de Corporación Alba, pero con un pacto de socios recién renovado que permite a cada cual mover su paquete sin depender del otro.

El accionariado lo cierra el 4% de los argelinos de Sonatrach, socios y principales proveedores de gas de Naturgy.

La empresa que preside Reynés se mantiene como uno de los valores calientes del mercado, con una subida este jueves del 1,78%, hasta los 25,18 euros, con recorrido todavía hasta llegar a los más de 26,5 euros a que se pagó la auto opa y los 27,9 a que llegó de máximo a primeros de agosto.

El fondo australiano IFM siempre ha mostrado su interés por aumentar su participación en Naturgy, donde lleva ya más de cuatro años, con ánimo de permanencia. Ahora es el segundo máximo accionista, tras Criteria.

Frente a ello, CVC y GIP están de salida o, cuando menos, de repliegue de su posición a niveles no superiores al 5%, según auguran algunos analistas. En el caso de Blackrock y GIP, el mercado lo interpreta como una rotación de activos, que acabará dejando el capital muy por debajo del actual.

Con ese escenario, la gran pregunta que pulula en el sector estos días es cómo se resolverá esa ecuación, sin que Criteria pierda el control ni la compañía tenga su núcleo duro y centro de decisiones en España.

Nadie duda de que Naturgy es una empresa estratégica y cualquier operación que pretenda dominar su capital debe pasar antes por el filtro del Gobierno de turno.

La pretensión de la emiratí Taqa ha perdido fuelle en los últimos meses, si bien fuentes cercanas a la empresa aseguran que nunca se ha perdido el contacto con los de Abu Dhabi.

El problema es que una opa por el 100% como pretendían es imposible. Aunque ahora sea una opción dormida, una toma del 10% se podría discutir con condiciones, como en su día se hizo con la entrada de IFM.

Tasa del gas

En el seno de la gasista empiezan el año con un reto importante: lograr una buena tasa de retribución para la inversión que hay que hacer en las nuevas redes de gas. La CNMC se pondrá manos a la obra con ello en enero, una vez que cierre las circulares y la tasa que ha planteado para las eléctricas.

No obstante, la retribución de la distribución del gas no entrará en vigor hasta septiembre del año que viene, de forma que se abre un margen de tiempo amplio para solventar antes la estructura accionarial definitiva de Naturgy, que es la principal afectada en España.

Queda además por resolver la postura europea sobre la distribución de gas en el seno de la Unión Europea. Para España es clave que se abra la opción de los mercados de capacidad para poder almacenar y controlar precios y rentabilidad de forma eficaz.

España se ha convertido en el hum europeo con más plantas regasificadoras, que se han mostrado fundamentales para mantener el equilibrio del sistema y la garantía de suministro, a pesar de ser más caras para el consumidor y más contaminantes para el sistema.