Isidro Fainé durante la clausura del Congreso Anual de CEDE en Zaragoza.

Isidro Fainé durante la clausura del Congreso Anual de CEDE en Zaragoza. E.E.

Empresas

Fainé asegura que el futuro de las empresas no lo marcarán las máquinas ni la IA, sino la capacidad humana de pensar

"No podemos ignorar las señales que nos alertan de que nuestro papel puede verse cuestionado por discursos que idealizan la IA, sin una función social".

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Las claves

Isidro Fainé, presidente de la Fundación CEDE, defendió que el futuro de las empresas dependerá de la capacidad humana de pensar y actuar, más que de la inteligencia artificial o la tecnología.

Fainé hizo un llamamiento a los directivos para ejercer un liderazgo comprometido, poniendo en el centro los valores humanos, el compromiso social y el bienestar colectivo frente a la disrupción tecnológica.

Destacó la importancia de elegir y motivar adecuadamente al equipo, subrayando que ni la mejor tecnología ni grandes presupuestos pueden sustituir el valor de las personas.

El directivo remarcó que las decisiones empresariales deben buscar no solo la eficiencia, sino también contribuir a un modelo social más justo, inclusivo y sostenible.

El presidente de la Fundación CEDE, Isidro Fainé, ha lanzado un mensaje claro a los ejecutivos reunidos en el congreso anual de la institución: "El futuro de las empresas no lo determinarán las máquinas, ni los mercados ni la IA, sino la capacidad humana de pensar y obrar".

Frente al cambio permanente a que se enfrentan los empresarios y directivos cada día y los retos que supone la IA, Fainé ha hecho un llamamiento humanista, para poner los valores personales y el compromiso con la empresa como guías de gestión.

No se trata de rechazar la tecnología ni las opciones que abre de hacer negocio, sino de poner sobre la mesa el valor social de las empresas. "Hay que anticiparse al mercado, pero sin perder el sentido social de nuestras acciones", señaló Fainé.

"Hoy se espera de los líderes empresariales, no solo eficiencia, sino también ejemplaridad y compromiso social", destacó Fainé ante más de dos mil directivos reunidos en Zaragoza en el Congreso Anual de CEDE.

El responsable de la Fundación Caixa se hizo eco de los tremendos retos a los que los empresarios están sometidos. No es sólo la integración europea en marcha o la revolución tecnológica, en la gestión de las empresas también influye la polarización política o la situación geoestratégica.

Frente a ello, sus recomendaciones son "los directivos y empresarios tenemos la capacidad y responsabilidad de marcar la diferencia desde un liderazgo consciente, comprometido y humano".

Fainé lanzó un mensaje cargado de visiones humanistas y de compromiso social frente a una disrupción continua que está modificando la escala de valores de toda la sociedad.

"No podemos ignorar las señales que nos alertan de que nuestro papel puede verse cuestionado o debilitado por discursos que idealizan la IA o ven al directivo como un mero gestor de beneficios, sin una función transformadora y social", señaló.

Frente a ello, considera que el directivo y empresario seguirá siendo esencial, con el apoyo de las políticas públicas, porque "somos agentes de cambio que arriesgan e innovan, un pilar fundamental de bienestar".

Elegir a las personas

En ese papel de gestión transformadora, el responsable de CEDE remarcó la importancia que tiene hoy cuidar el talento, elegir bien a las personas de tu equipo y gestionarlas en ecosistemas de trabajo motivadores.

"Pongamos a las personas en el centro de nuestra función -reclamó-, porque en este mundo cada vez más tecnológico y automatizado, es imprescindible no olvidar que lo esencial son las personas".

"Ni la mejor tecnología ni el presupuesto más generoso compensa una elección equivocada del equipo", alertó. "Hay que motivar y hacer crecer a las personas, a nuestra gente", porque "liderar es elegir tareas, pero también inspirar elecciones positivas y dar esperanza".

Para este líder empresarial, la gestión del futuro tiene tres valores que no se pueden perder: Rigor, humildad y ejemplaridad. "Debemos trabajar siempre con conocimiento contrastado y decisiones sensatas, con objetivos y prioridades claros", remarcó.

"Nuestras decisiones no sólo deben generar eficiencia -remató-, sino también contribuir a un modelo social más justo, inclusivo y sostenible. En definitiva, más humano".