Latas de red bull en un supermercado

Latas de red bull en un supermercado Reuters

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Bruselas investiga a Red Bull por posibles abusos monopolísticos para excluir a sus rivales de supermercados

La vicepresidenta Teresa Ribera asegura que las prácticas del gigante de las bebidas energéticas podrían haber provocado un aumento de precios y una restricción de opciones para los consumidores.

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La Comisión Europea ha lanzado este jueves una investigación formal contra la empresa de bebidas energéticas Red Bull por posible abuso de posición dominante para expulsar a sus rivales -en particular su competidor más directo, Monster Energy- de puntos de venta como los supermercados.

Si se confirman sus sospechas, la compañía austríaca se arriesga una sanción multimillonaria por vulnerar las disposiciones del Tratado que prohíben el abuso de posición dominante que pueda afectar al comercio o restringir la competencia dentro del mercado único.

"Queremos comprobar si estas prácticas podrían estar manteniendo los precios altos y limitando la variedad de bebidas energéticas disponibles para los consumidores", ha dicho en un comunicado la vicepresidenta primera de la Comisión y responsable de Competencia, Teresa Ribera.

"Esta investigación forma parte del esfuerzo continuo de la Comisión por hacer cumplir las reglas de competencia en la cadena alimentaria, en beneficio de los consumidores europeos", ha agregado.

En concreto, Bruselas tiene indicios de que Red Bull -cuyo formato icónico es la conocida lata de 250 ml- podría haber puesto en marcha una "estrategia a gran escala" con el propósito de limitar la competencia de bebidas energéticas de mayor tamaño superiores a 250 ml) en puntos de venta como supermercados o gasolineras.

La Comisión cree que Red Bull ha aplicado esta estrategia al menos en los Países Bajos, donde la compañía parece ocupar una posición dominante en el mercado nacional de suministro mayorista de bebidas energéticas de marca.

Las sospechas del Ejecutivo comunitario se centran en dos posibles prácticas contrarias a la libre competencia. En primer lugar, Red Bull podría haber ofrecido incentivos económicos o comerciales a los supermercados para que dejen de vender o den menor visibilidad a las bebidas energéticas competidoras de más de 250 ml.

En segundo lugar, la empresa habría aprovechado indebidamente su papel como "capitán de categoría" (category manager) en los supermercados para lograr que los productos rivales se retiren o se releguen a posiciones menos favorables.

En el sector de la distribución, los supermercados confían en ocasiones la gestión de una categoría de productos -como las bebidas energéticas- a uno de sus proveedores, denominado "gestor de categoría o capitán de categoría".

Este proveedor asesora sobre la selección, colocación y promoción de los productos, incluidos los de la competencia. Bruselas sospecha que Red Bull podría haber utilizado esa posición para influir en contra de sus rivales, limitando así su presencia o su visibilidad en los puntos de venta.

Esta es la primera investigación formal de la Comisión relacionada con un posible abuso de posición dominante derivado del uso indebido de la gestión de categorías por parte de un proveedor.

La apertura de una investigación formal no prejuzga el resultado del expediente, sino que significa únicamente que Bruselas examinará el caso con carácter prioritario.

No existe un plazo legal para cerrar una investigación de competencia: su duración dependerá de la complejidad del caso y del grado de cooperación de la empresa.

El caso se inició a raíz de las inspecciones por sorpresa en la sede central de Red Bull y en varias filiales europeas realizadas por la Comisión en marzo de 2023, que se repitieron en junio, agosto y septiembre del mismo año.

La compañía recurrió las inspecciones ante el Tribunal General de la UE (TGUE) y solicitó suspender la investigación. Pero los jueces han desestimado su recurso y han confirmado que la decisión de inspección estaba justificada y era proporcional.