Teresa Rodrígtuez, ministra de Vivienda, reunida con representantes de los promotores de vivienda.

Teresa Rodrígtuez, ministra de Vivienda, reunida con representantes de los promotores de vivienda. Jesús Hellín / Europa Press

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El Gobierno se vuelca en ‘intervenir’ el alquiler ante el bloqueo a la ley del suelo y el rechazo a la de vivienda

Los expertos advierten de que en las zonas de mayor demanda se está produciendo una "elitización" del alquiler por las subidas de precios.

Más información: San Sebastián, A Coruña y Pamplona, nuevas zonas tensionadas para el alquiler: ya son 301 municipios en total.

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El bloqueo a la Ley del Suelo en el Congreso y el rechazo de las comunidades autónomas del PP a aplicar la Ley de Vivienda han llevado al Gobierno a volcarse en el fomento del alquiler asequible.

Lo ve como la única manera de luchar contra la falta de oportunidades entre los jóvenes y las personas con rentas más bajas para tener un hogar.

En estos dos años de legislatura se han desarrollado hasta una docena de iniciativas legislativas y planes concretos que, sin embargo, no han servido para evitar una subida del precio medio del alquiler del 14% en el último año. Este incremento ha sido superior al 20% en los últimos cuatro años.

El objetivo declarado del Gobierno es redirigir la mayor oferta posible de pisos al alquiler accesible, a la vista del atasco que se ha generado en la compraventa y la falta de oferta que hay en ambas opciones para atender a la demanda de nuevos hogares.

La decisión de mayor alcance se acaba de tomar: la cesión de la Sareb a la agencia pública de vivienda, que ahora es el SEPES, de más de 40.000 pisos baratos procedentes de la banca en la anterior crisis financiera, para que salgan como alquileres para quienes tienen rentas bajas.

Fuente: Idealista Data

Fuente: Idealista Data

Se cederán además 2.500 solares en los que se pretende edificar pisos también para alquilar a precios fuera del mercado. Una actuación de choque cuyos resultados tardarán años en verse e irán de forma paralela a la liquidación de la Sareb, en 2027.

Esa decisión, junto al cerco legal sobre los pisos turísticos para que regresen al mercado del alquiler, los límites de renta para las zonas tensionadas o las medidas de protección al inquilino de la Ley de Vivienda marcan el paso a un negocio intervenido. Pero, pese a ello, los precios están fuera de control.

Después de siete años de vaivenes en la regulación, favorecedores para el arrendatario, los propietarios reclaman más estabilidad jurídica para saber a qué atenerse y no encontrarse con ocupaciones legales de sus pisos incluso en casos de impago o destrozos.

La superposición de administraciones -estatal, autonómica y local- no ayuda a buscar un equilibrio entre las dos partes, propietarios y arrendatarios, que permita estabilizar demanda y precios a medio plazo.

Idealista publicaba este viernes una subida media del alquiler en España del 10,9% en julio, que apunta a otro año de récord.

95 ofertas por anuncio

El problema detectado desde plataformas como Alquiler Seguro o Idealista es que los límites a las rentas en zonas tensionadas y las trabas sobre los propietarios están generando un recorte de la oferta, que dispara precios y limita el acceso a las rentas bajas, en lugar de dinamizar el mercado.

El alquiler es visto y no visto. Los últimos datos manejados sobre el día a día apuntan a una media en España de 35 ofertas por cada piso que se anuncia, pero esa cifra llega a 95 en zonas como Madrid o Barcelona por la fuerte demanda y la falta de opciones.

"En muchos casos se produce una elitización del alquiler en las zonas de mayor demanda", advierte un experto del sector. "Gana la oferta más alta y quien más estabilidad y seguridad ofrezca al propietario, tanto para el cobro como para la salida o el mantenimiento", asegura.

Se acaba de anunciar la calificación de zonas tensionadas en A Coruña, San Sebastián y algunas localidades navarras, que se unen a las que ya existen en Cataluña, con Barcelona a la cabeza.

Fuente: Idealista Data

Fuente: Idealista Data

En todas ellas la subida de rentas se limita al 3% anual, si bien son mercados de vivienda muy cara y escasa.

La zona tensionada la pide el consistorio local correspondiente y la autoriza el Ministerio de Vivienda y la comunidad autónoma, pero ha sido muy poco utilizada.

Su poco uso se debe, sobre todo, al rechazo del PP a la Ley de Vivienda y al alto grado de intervencionismo que supone para un mercado privado.

Cerco al propietario

Fuentes empresariales aseguran que las medidas del Gobierno se han volcado en favor del arrendatario: control de precios, freno a los desahucios, prórrogas obligatorias de 5 años en los contratos y costes de gestión por ley, entre otros.

Esas medidas, junto al golpe fiscal a los pisos vacíos y a los grandes tenedores (cinco inmuebles o más), apenas compensan el beneficio fiscal que tiene el propietario si alquila con subidas moderadas.

Una salida rentable para evitar ese control público del alquiler han sido hasta ahora los pisos turísticos, que, además, ofrecen una rentabilidad mucho más alta. Pero las irregularidades con las que se operaba en ese negocio han obligado al Ejecutivo a intervenir y limitar de forma drástica su oferta.

Este mes de julio se ha aprobado la obligatoriedad de registrar todos los pisos y se ha limitado la publicidad a más de 65.000 que no cumplían las condiciones básicas. Pero se está estrechando el cerco a este negocio desde abril, con subidas del IVA al 21% y al empoderar a las comunidades de propietarios a prohibir su uso.

El Gobierno ha hecho de la política de vivienda su gran apuesta social de la legislatura, pero ni compra ni alquiler están respondiendo a sus políticas. El sector pide una desordenación legislativa y menos trabas para sacar oferta de alquiler al mercado, pero la política intervencionista que pretende seguir aplicando el Ejecutivo va en su contra.