Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Catalunya, el miércoles durante la inauguración del stand de Cataluña en la 45 edición de la Feria Internacional de Turismo, Fitur.

Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Catalunya, el miércoles durante la inauguración del stand de Cataluña en la 45 edición de la Feria Internacional de Turismo, Fitur. Sergio Pérez Efe Madrid

Empresas

Illa confía en que la vuelta de Sabadell a Cataluña anime a las 5.000 empresas que siguen fuera con la mirada en Caixa

Desde la entidad que dirige Gonzalo Gortázar reafirman su compromiso con Valencia, donde se asentaron tras el 1-O.

Más información: Sabadell retorna a Cataluña: estas son las empresas que se fueron y que pueden volver

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Normalidad en Cataluña. Sin duda, el mensaje más repetido el miércoles por el entorno del Gobierno para justificar la vuelta de Sabadell a la comunidad autónoma. También se desprendía de las palabras de Salvador Illa, presidente de la Generalitat, que espera que esta decisión anime a volver a las 5.000 empresas que se marcharon y aún no han vuelto.

La celebración del referéndum ilegal de independencia de Cataluña hace siete años y medio, el conocido como 1-O, puso nerviosas a muchas empresas. Entre ellas, a Sabadell y CaixaBank, que tuvieron que afrontar una temporal pérdida de depósitos por la incertidumbre que el punto clave del procés generó en su clientela.

Han pasado siete años y medio y la situación es ahora muy distinta. Sobre todo para Sabadell. El banco no solamente observa que el entorno político de Cataluña es diferente, más estable, tras la llegada a la presidencia de Illa, sino que está inmerso en una opa hostil lanzada por BBVA de la que quiere defenderse con uñas y dientes.

La vuelta a su lugar de origen implica un respaldo para la Cataluña de Illa, que lleva trabajando en el retorno de las grandes empresas desde su llegada. El presidente confía en que la decisión de Sabadell sea el primer paso para un gran regreso, aunque no todas las empresas van a estar dispuestas.

Sin duda, la gran empresa catalana que abandonó la comunidad por el procés fue CaixaBank. Y, al menos de momento, en el banco no están pensando en volver. 

CaixaBank se queda de momento

Hace siete años y medio la entidad que dirige Gonzalo Gortázar instaló su sede social y fiscal en la Comunidad Valenciana, concretamente en la ciudad de Valencia, y ahí quieren permanecer. Al menos por ahora.

"Nuestra sede está en Valencia con carácter indefinido, no está bajo revisión", explicaban fuentes oficiales de CaixaBank a este periódico ya en los primeros momentos tras conocerse el martes la decisión de Sabadell.

Lo cierto es que desde la entidad han reiterado en múltiples ocasiones su compromiso con la ciudad de Valencia, sede de la extinta Bankia. "Estamos en Valencia con vocación de permanencia. Nada ha cambiado, seguimos pensando lo mismo", decía su expresidente José Ignacio Goirigolzarri hace un año.

CaixaBank es la gran empresa catalana y, probablemente, su marcha fue la que más daño hizo. Pero su intención, al menos por ahora, está clara: quedarse en Valencia, donde cada año celebra su junta general de accionistas. La de este año no será una excepción.

La esperanza de Illa

El miércoles en Fitur, Illa se mostró feliz por la decisión tomada por la entidad que preside Josep Oliu, hasta ahora afincada en Alicante. "Estamos contentos de la decisión que ha tomado la empresa de retornar a Cataluña", dijo durante la presentación del stand de la comunidad en la feria de turismo internacional.

Sin citar expresamente a Sabadell, Illa se ha referido al banco como la "entidad nacida al calor de la revolución industrial que retorna su sede a Cataluña". Su regreso es para Illa "el camino de la estabilidad jurídica y de la generación de la confianza". Finalmente, apuntó que es "el momento de mirar al futuro" y de "seguir trabajando".

Con todo, según ha podido saber este periódico, la decisión de Sabadell es puramente empresarial y no fruto de una negociación con el Gobierno de Pedro Sánchez ni con el de Illa.

La duda existía. No en vano, la decisión de Sabadell de volver a Cataluña supone en la práctica un respaldo al gobierno de Illa, que quiere que las empresas que se marcharon vuelvan ante el nuevo escenario de "normalidad".

Y es que desde octubre de 2017 han abandonado Cataluña unas 8.000 empresas, si bien algunas volvieron. En concreto, el saldo entre las que han salido y han entrado desde entonces hasta el tercer trimestre de 2024 es negativo, de 4.878 empresas, según los datos de Informa D&B. 

Un mes antes de que Sabadell anunciara su vuelta, hizo lo propio la cementera Molins. En el momento solamente se justificó como una decisión tomada "en el mejor interés de la compañía".

Es difícil saber en estos momentos si la decisión de Sabadell será el primer paso para ver un gran retorno de las empresas a Cataluña. Así lo espera Illa, pero todo dependerá de cada compañía.