A partir de primavera será posible sentirse minero durante 90 minutos. Será dentro de la mina de cobre de Riotinto, en activo actualmente y que será escenario de la primera ruta turística a una explotación a pleno rendimiento; una idea de Atalaya Mining y Fundación Río Tinto confían tanto como para invertir 400.000 euros.

Es la cantidad con la que arranca el proyecto Riotinto Experience. La cifra se ha destinado a comprar equipamiento y acondicionar las instalaciones para la llegada de los grupos, que vivirán "una experiencia inmersiva".

La propuesta se ha presentado en Fitur como una iniciativa "sin precedente en el mercado turístico internacional". Desde la compañía insisten en que no hay un recorrido similar por una mina en activo, que en este caso vendrá además a completar una oferta de turismo industrial ya consolidado en la zona.

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Cuatro décadas reconvirtiéndose al turismo

Es la que componen el resto de las propuestas que han florecido en los últimos años y que conforman el conocido como turismo patrimonial del Parque Minero de Riotinto: el Museo Minero, la Casa 21, el Ferrocarril Turístico, la Corta Atalaya, la mina Peña de Hierro y Marte en la Tierra. 

Son apuestas con las que la zona ha cogido impulso económico tras su esplendor minero. Una veta que no han dejado de explorar: llevan cuatro décadas recuperando patrimonio para transformarlo en una oportunidad turística.

Y lo cierto es que la zona se ha demostrado rentable más allá de su actividad original. Cada año visitan la zona 100.000 personas. Ahora se pasa de enseñar ese patrimonio a enseñar una industria minera viva.

La visita

Para la novedad del Riotinto Experience lo que se propone es un recorrido en un vehículo especial hasta las instalaciones de la mina, donde durante 90 minutos aproximadamente "convivirán con la impresionante maquinaria que mueve el mineral, conocerán la tecnología de obtención del cobre y se familiarizarán con los procesos" de la minería moderna.

Habrá tres paradas: el fondo de la corta minera, en el que los visitantes podrán ver la dimensión de los bancales, el corazón del proceso de transformación del mineral o el punto más elevado del espacio minero.

Inicialmente se programarán dos visitas diarias, una por la mañana y otra por la tarde, que se ampliarán a medida que se incrementen las horas diarias de luz.

Atalaya, en busca de ciudad para instalar su sede

La propuesta de Atalaya se presenta poco después de que la empresa decidiera cambiar su sede de Chipre a España, un movimiento que en el entorno de la empresa ven como natural: ya extraen cada año 55.000 toneladas de cobre en Huelva, un punto básico en el que se han invertido más de 450 millones de euros.

El 98% de los accionistas votó a favor de la mudanza. La duda ahora es en qué ciudad se establecerán formalmente: Sevilla o Huelva son las que más suenan desde que saltó la noticia de que se planteaban esta mudanza, el pasado noviembre.