Los analistas del banco de inversión estadounidense recuerdan en un informe sobre la llegada de STC a Telefónica, que ya en 2013 se publicó que el Gobierno español había frenado el interés de la estadounidense AT&T por hacerse con la multinacional española, presidida entonces por César Alierta.

En el informe, JPMorgan compara la entrada en el capital de STC en Telefónica con la del grupo Etisalat, de Abu Dabi, en Vodafone, en la que posee el 14,6% del capital con la opción de ampliarlo hasta el 20%. Los analistas advierten una diferencia sustancial entre una operación y otra, la sensibilidad política.

[Los saudíes llegaron a Madrid tras el 23J y aprovecharon su resultado para cerrar 'la toma' de Telefónica]

"Telefónica, como principal operador español, es un activo más sensible políticamente y por tanto esperaríamos que las autoridades españolas revisaran esta situación mucho más de cerca", señalan. 

"Como comparación", añaden, "recordamos que en junio de 2013 informes de prensa (ver Reuters) afirmaron que el Gobierno español rechazó un intento de AT&T para adquirir Telefónica".

Hace una década, la estadounidense AT&T habría propuesto una oferta para hacerse con el 100% de Telefónica por 122.000 millones de euros, ofreciendo 77.000 millones y asumiendo una deuda de otros 52.000 millones de euros. Según publicó el diario El Mundo, el Gobierno de Mariano Rajoy habría frenado el interés estadounidense por el grupo español.

[La entrada de los saudíes en Telefónica, síntoma de la debilidad de España]

La oferta de AT&T por Telefónica rechazada muestra la fuerte caída de valor de la operadora española en los últimos diez años.

En la actualidad, la adquisición del 9,9% de la compañía por parte de STC por 2.100 millones arroja un valor total del grupo presidido por José María Álvarez-Pallete de unos 20.000 millones de euros.

JPMorgan señala en su informe que STC tiene capacidad sobrada para ampliar su participación sobre Telefónica del 9,9% en el futuro. Pero dada la influencia que pudiera tener la Administración en la operación, "no está claro" como podrían los saudíes incrementar su posición en la española. "Las autoridades españolas reaccionarían ante cualquier medida de este tipo", advierte.

Por el momento, la respuesta del Ejecutivo español ante la entrada de STC en Telefónica ha sido más bien tibia. El Gobierno no se ha enterado del interés saudí en la principal operadora española hasta horas antes de que fuera comunicada la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, el martes a las 20.30 horas.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño. Europa Press.

"La empresa se puso en contacto con el Gobierno ayer y transmitió el carácter amistoso de la operación", declaró el miércoles en Bruselas la vicepresidenta Nadia Calviño. "Telefónica en todo caso, y claramente, es una empresa estratégica para España y desde el Gobierno lo que haremos es aplicar todos los mecanismos necesarios para garantizar, como hemos venido haciendo desde 2018, la defensa y la protección de nuestros intereses estratégicos", subrayó.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, fue más allá y destacó que preservar la autonomía estratégica "es esencial". España, dijo "debe asegurar la toma de decisiones en empresas como Telefónica, guardianas de datos sensibles. Es necesaria una mejor regulación y una protección para evitrar OPAs".

A pesar del real decreto sobre inversiones extranjeras que entró en vigor el pasado día 1 de septiembre, que impone la autorización del Consejo de Ministros a las inversiones extranjeras en empresas españolas, no está claro de qué manera se podría aplicar a la compra del 9,9% de STC sobre Telefónica. 

La operación de adquisición de los saudíes sobre la compañía española parece diseñada para evitar, por escaso margen, los límites a la intervención del Gobierno.