El holding empresarial, con empresas en los sectores de la distribución, la energía, la salud y la tecnología, que emplea a 120.000 personas, registró el pasado año pérdidas por importe de 7.853 millones de dólares, frente a los 4.550 millones de beneficio obtenido en 2021.

El grupo, dueño en España de la cadena de supermercados DIA, califica la invasión de Ucrania en su último informe anual, al que ha accedido este periódico, de "ilegal e inmoral", y asegura haber donado 50 millones de dólares a víctimas del conflicto.

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En un intento de desmarcarse totalmente de las sanciones impuestas en la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos a Fridman y a Petr Aven, su socio desde hace décadas, L1 critica abiertamente la invasión de Ucrania y destaca que el grupo no ha sido sancionado.

Mikhail Fridman y Petr Aven fueron sancionados por la UE y Reino Unido al inicio de la invasión de Ucrania, en febrero de 2022, y ambos dimitieron de sus puestos en L1 el 1 de marzo de ese año.

L1 asegura en su informe sobre su negocio en 2022, no auditado, que ninguno de ellos participa ya "de ninguna manera en el gobierno, gestión, administración o supervisión del grupo, incluyendo sus filiales". También señala que no pueden recibir dividendos ni instruir al personal.

Mikhail Fridman, en una imagen de archivo. LetterOne.

Fuentes de LetterOne consultadas por este periódico inciden en que Fridman y el resto de consejeros y accionistas rusos han dejado el grupo y que sus acciones "están congeladas a la espera de que se resuelvan las sanciones impuestas".

"La invasión ilegal e inmoral de Ucrania por parte de Rusia conmocionó al mundo", afirma Lord Davies of Abersoch, presidente de L1, en el informe anual de 2022. "A pesar de condenar la guerra, a principios de 2022 varios de nuestros accionistas fueron sancionados en Reino Unido y la UE", añade.

"Por muy difícil que haya sido el año para nuestros negocios, sabemos que esto es irrelevante comparado con el sufrimiento de millones de ucranianos que luchan para proteger a su país de una invasión ilegal", subraya en el mismo informe el consejero delegado de L1, Jonathan Muir.

Donaciones a Ucrania

El grupo fundador por Fridman detalla en su informe de 2022 donaciones millonarias a las víctimas de la invasión de Ucrania. 

"Rusia ha destruido sistemáticamente la infraestructura de Ucrania, desde la energía y la electricidad hasta el transporte, en un intento de dañar vidas y delibitar la determinación", dice el informe.

"Nuestra financiación ha ayudado a proteger esa infraestructura, incluido apoyo a los centros logísticos en Tulcea, Rumania y Odessa", habiéndose entregado, asegura, dos toneladas de alimentos, ropa y suministros; 12 toneladas de medicamentos; 47 estufas.

Personas esperando recibir ayuda humanitaria en el pueblo ucraniano de Tsyrkuny, el pasado mes de marzo. Europa Press.

El grupo estima en cerca de 50 millones de dólares sus donaciones a las víctimas del conflicto. También indica que está colaborando con las medidas de apoyo ofrecidas a 9.000 refugiados ucranianos en Reino Unido y a otros 1.000 en Luxemburgo.

Varias de las compañías controladas por L1 han sufrido un duro golpe en su negocio por la invasión de Ucrania. Entre ellas destaca la operadora VEON, con sede en Ámsterdam, una de las principales de Ucrania, y presente también en Rusia. La empresa tecnológica ha anunciado su salida de Rusia este año.

También se ha visto fuertemente impactado el grupo energético en el que participa L1, Wintershall Dea, que es accionista del Nord Stream 1 y acreedor del Nord Stream 2, los oleoductos europeos dañados en la guerra.

Sobre la cadena de supermercados DIA, L1 asegura que durante este año la empresa "se centrará en la transformación de su red de tiendas en España y Argentina creciendo de la mano de los franquiciados", sin mencionar que DIA perdió 124 millones en 2022 y otros 257 millones en 2021.