Residuos del proceso de fabricación de acero.

Residuos del proceso de fabricación de acero. Celsa.

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Celsa y Naviera Armas, estratégicas para la economía española, pendientes de una inminente decisión judicial

Celsa es la mayor siderúrgica de España, con más de 4.000 empleados. Naviera Armas gestiona buena parte del transporte de pasajeros en el Estrecho.

27 agosto, 2023 02:36

El futuro de dos grupos estratégicos para la economía española, Celsa y Naviera Armas, se dirime en los juzgados de Barcelona y Las Palmas durante el mes de septiembre, poniendo a prueba la nueva Ley Concursal, aprobada ahora hace casi un año.

Celsa, con sede en Barcelona, que emplea en España a más de 4.000 personas, es la mayor siderúrgica del país. El grupo está formado por seis empresas especializadas en el reciclaje de chatarra férrica, con presencia en Reino Unido, Francia, Dinamarca, Finlandia, Noruega, Polonia, Suecia e Irlanda, además de en España. En total, da empleo a unas 70.000 personas.

Naviera Armas, que integra a la antigua Transmediterránea, es un grupo naviero líder en España y uno de los mayores de Europa en el sector del transporte marítimo de pasajeros (más de tres millones al año) y carga rodada. Opera 24 rutas de pasaje y carga en las rutas de Canarias, Península y el Estrecho de Gibraltar, y posee el primer operador de transporte terrestre inter-Islas Canarias y Baleares, con más de 500 tráileres.

Buque de Naviera Armas, en una imagen de archivo.

Buque de Naviera Armas, en una imagen de archivo. Naviera Armas.

Los fondos propietarios de las deudas de las dos compañías españolas han propuesto planes de reestructuración financiera que deben ser homologados en sede judicial. En caso de que esto no ocurra, advierten, las empresas irían a concurso de acreedores.

Durante septiembre, los jueces deberán validar o no las refinanciaciones propuestas por los fondos, que de prosperar supondría que las familias propietarias de los dos grupos -los Rubiralta y los Armas- perderían la mayoría del capital. Los mayores despachos, consultoras y fondos de inversión del mundo están presentes en las refinanciaciones de Celsa y Naviera Armas. Houlihan Lockey, PwC, Lazard, Grant Thorton o BDO han asesorado en los procesos a los acreedores y a los consejos de administración de las compañías.

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Tanto Celsa como Naviera Armas sostienen que ha sido la crisis del Covid el factor que las ha situado en una posición cercana a la insolvencia, incapaces de cumplir con los vencimientos de deuda acordados.

Mientras que en el caso de Naviera Armas, la familia propietaria apoya el plan de refinanciación elaborado por fondos liderados por JPMorgan, en el de Celsa, los Rubiralta se resisten a ceder el control.

Rubiralta contra los fondos

En el caso de Celsa, fondos liderados por Deutsche Bank han propuesto una refinanciación de los más de 3.000 millones de euros que adeuda la multinacional española del acero, mediante la que se harían con el 100% del capital.

Ofrecen convertir 1.291 millones de euros de deuda de Celsa en acciones y tomar el control del grupo. La familia Rubiralta se ha mostrado dispuesta a ceder hasta el 49% del capital. La compañía lleva desde mayo de 2020 sin pagar las cuotas de un crédito por importe cercano a los 1.000 millones.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente de Celsa, Francesc Rubiralta, el pasado mes de abril.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente de Celsa, Francesc Rubiralta, el pasado mes de abril.

Los Rubiralta dicen que la oferta de los fondos es un "expolio", y que si se hacen con el control, el grupo irá al "colapso". Los fondos aseguran que el mercado ha perdido la confianza en la familia propietaria, y que sólo hay dos escenarios posibles: su plan de refinanciación o la quiebra.

La familia dueña de Celsa ha obtenido el apoyo de la Generalitat y del Gobierno de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno llegó a llamar al consejero delegado del Deutsche Bank para interceder por la empresa.

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El pasado mes de julio, se celebró en Barcelona el juicio por la refinanciación de Celsa. Está previsto que durante los primeros días de septiembre se conozca la sentencia del juez Álvaro Lobato, posiblemente los días 8 o 11 de ese mes, según estiman fuentes consultadas por este diario. 

En el juicio celebrado el mes pasado, los representantes legales y asesores de los fondos y de los Rubiralta se dijeron de todo menos cosas bonitas. "Trabajar con los fondos da miedo", comentó el vicepresidente de Celsa, Francesc Mesegué. "Los Rubiralta tenían que haber perdido ya el control de Celsa", dijo el abogado de los fondos, "la opción es este plan o el concurso".

Mientras no se aclare la situación financiera del grupo catalán, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) no ejecutará una ayuda aprobada de 550 millones para la compañía de su Fondo de Ayuda a la Solvencia, la mayor concedida por el organismo público.

Los Rubiralta han llegado a poner en duda la transposición que se ha hecho en España de la directiva europea para la aprobación de la nueva Ley Concursal, por ser lesiva para los deudores, y han solicitado que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea se pronuncie al respecto.

JPMorgan y la familia Armas

También durante el mes de septiembre está previsto que un juzgado de Las Palmas homologue, o no, el plan de refinanciación diseñado por JPMorgan para Naviera Armas. 

Los fondos liderados por el banco de inversión estadounidense acordaron el pasado abril con la familia Armas capitalizar bonos emitidos por la empresa por importe de 446 millones de euros, que quedarían reducidos a 178,4 millones. 

Fast ferry de Naviera Armas.

Fast ferry de Naviera Armas. Naviera Armas.

Además de JPMorgan, Barings, Cheney Capital, Bain Capital y Tresidor alcanzarán el 94% del capital si el plan de refinanciación es ahora homologado en el juzgado, habiéndose comprometido también a inyectar 73,3 millones de euros en la empresa. La familia Armas retendrá el 6% del capital.

Entre 2017 y 2018, Naviera Armas adquirió Transmediterránea al grupo Acciona, por 260,4 millones. La crisis provocada por la pandemia en 2020 impidió a la naviera cumplir con sus acreedores, tras el esfuerzo inversor llevado a cabo en la compra de Transmediterránea. Ese año, la compañía perdió 103,4 millones; en 2021, las pérdidas fueron de 34,4 millones.

Naviera Armas fue fundada en Lanzarote en el año 1941 por Antonio Armas Curbelo, quien comenzó trabajando exportando sal a Las Palmas, a bordo de embarcaciones que arrendaba. Falleció en el año 1985.

Su hijo Antonio Armas Fernández, que se hizo cargo de la compañía a finales de los años sesenta, murió a mediados de marzo de 2020, a la edad de 76 años. Desde el pasado mes de abril, la compañía está siendo dirigida por Sergio Vélez, sénior managing director de FTI Consulting.

Valoraciones dispares

La valoración de las empresas Celsa y Naviera Armas en funcionamiento, estimadas por despachos y consultoras contratadas por los fondos y las compañías, presentadas en los juzgados, son clave en el proceso de refinanciación de la deuda de los dos grupos.

Habitualmente, en los casos en los que la deuda es superior al valor de los activos, es factible llevar a cabo una capitalización de la deuda, en la que los acreedores intercambian deuda por acciones de la empresa. Pero si el valor de los activos es superior a la deuda, esa capitalización no asegura que los acreedores se hagan con la mayoría del capital.

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En Naviera Armas, los fondos "llegaron a un acuerdo con la familia propietaria de manera pacífica", afirman fuentes que han trabajado en la refinanciación de la compañía. El despacho Abencys, contratado para valorar la empresa en funcionamiento, le otorgan un valor de entre 280 y 320 millones de euros, inferior a los cerca de 600 millones del pasivo total que arrastra Naviera Armas.

En el caso de la compañía canaria, son los bancos españoles acreedores -Santander, Sabadell y CaixaBank- los que menos aprecio sienten ahora mismo por el plan de refinanciación planteado.

Las entidades financieras españolas mantienen una deuda de entre 70 y 80 millones de euros con Naviera Armas, tras la concesión de créditos ICO-Covid, y si el acuerdo de refinanciación planteado es aprobado por el juez, perderán toda su inversión.

Realmente, quien perderá más en este caso es el Instituto de Crédito Oficial (ICO), que avaló esos créditos en hasta el 80%. Si los bancos impugnaran el acuerdo de refinanciación, se arriesgarían a ser condenados en costas, en el caso de que esa impugnación fuera rechazada por el juez.

Cimientos de una torre eólica con acero producido por Celsa.

Cimientos de una torre eólica con acero producido por Celsa. Celsa.

En el caso de Celsa, las valoraciones estimadas sobre la empresa en funcionamiento por parte de los fondos y de los actuales dueños difieren en miles de millones

El despacho Lexaudit, designado por los fondos como mediador con el Consejo de Administración de Celsa, ha presentado una valoración de la compañía de 2.800 millones de euros como máximo.

Sin embargo, el banco de inversión Lazard, contratado por los Rubiralta, calcula que Celsa, en funcionamiento, vale hasta 6.200 millones de euros. Dicha estimación fue defendida en el juicio celebrado en julio por PwC, que llegó a calificar de "exóticas" las valoraciones realizadas por Lexaudit. La consultora BDO ha calculado una valoración de 4.200 millones de euros.

Houlihan Lokey, el banco de inversión estadounidense que ha participado en las mayores refinanciaciones empresariales ocurridas en España -Martinsa Fadesa y Abengoa, entre otras-, asegura que si Celsa vendiera hoy todos sus activos, el precio obtenido no sería suficiente para cubrir la deuda.

En los próximos días, dos jueces decidirán el futuro de la mayor siderúrgica española y de una de las mayores navieras europeas. Miles de trabajadores, los mayores fondos de inversión del mundo, también el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez -que se reserva la opción del conocido como escudo antiopas para frenar operaciones empresariales como estas, en el real decreto sobre inversiones extranjeras que entra en vigor el 1 de septiembre-, estarán atentos.