El cierre de la planta de Airbus en el municipio gaditano de Puerto Real está más cerca. Los sindicatos mayoritarios están solo a la espera de reunirse con la ministra de Industria, Reyes Maroto, para dar el 'sí, quiero definitivo' después de haber acordado ratificar el preacuerdo alcanzado con la empresa. 

La reunión entre la ministra, la Junta de Andalucía, Airbus, CCOO y UGT tendrá lugar a lo largo de esta semana, seguramente a principios de ella, según han informado a este periódico desde el departamento que dirige Maroto.

Para los sindicatos este encuentro es fundamental: esperan que el Gobierno se comprometa a fortalecer el tejido industrial de la Bahía de Cádiz y de la industria auxiliar. A Airbus le piden que se comprometa ante el ministerio a garantizar la viabilidad de la planta y de los puestos de trabajo.

Y también será fundamental para el gobierno andaluz, que considera que el cierre de esta planta es una mala noticia para la comunidad porque perderá peso la división civil de Airbus en Andalucía. Esta postura está lejos del optimismo mostrado por la ministra: "da continuidad y garantiza el empleo en la provincia de Cádiz".

Las propuestas del Gobierno de España y del gobierno andaluz no contemplan el mismo proyecto para la planta de Puerto Real. El Gobierno de Pedro Sánchez apuesta por un Centro Industrial 4.0, mientras que el consejero de Transformación Económica e Industria, Rogelio Velasco, ha enviado una propuesta "hace meses" al Gobierno para que contemple la posibilidad de que este espacio se dedique al hidrógeno verde.

Sin respuesta del Gobierno

Por el momento, el gobierno andaluz no ha obtenido respuesta a su petición. La Junta justifica esta sugerencia con un doble motivo. El primero, en este mismo municipio gaditano la Junta prevé poner en marcha "el año próximo" (después de varios años paralizado) el Centro de Fabricación Avanzada (CFA), ubicado en las instalaciones de Navantia.

Además, el gobierno andaluz resalta que, actualmente, Airbus no dispone de centros especializados en la investigación e innovación en sustainable aviation fuel (SAF) e hidrógeno verde. "El hidrógeno es una de las energías que deberá contribuir a la transición verde, siendo una de las actuaciones específicamente señaladas dentro del programa Next Generation", subrayan fuentes de la consejería. 

Ambas propuestas se traducen en descontento y miedo por la pérdida del empleo indirecto que esta planta crea en la Bahía de Cádiz, donde ahora además se manifiestan las industrias auxiliares del metal por la falta de acuerdo con la patronal por el convenio colectivo.

¿Qué incluye el preacuerdo?

La planta de Puerto Real pasará a convertirse en un Centro Aeronáutico Industrial 4.0 y los empleados, junto con la carga de trabajo, se trasladarían a CBC de El Puerto de Santa María.

Este preacuerdo, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL-Invertia, consta de cinco partes: un anexo relativo a la provincia de Cádiz; un plan de empleo; un apartado dedicado al futuro de la empresa hasta 2030; un acuerdo sobre la situación Covid y el acta del propio preacuerdo.

Mantener la actividad de la compañía en la provincia de Cádiz era una de las principales preocupaciones de los trabajadores. Durante el último trimestre de 2021 y hasta el tercer trimestre de 2022, será cuando el centro de trabajo CBC realizará su acondicionamiento para adaptarse industrial y organizativamente con el fin de mantener las cargas de trabajo de Puerto Real.

El plan de inversiones industriales presupuestado para ambas plantas para 2022 supera los ocho millones de euros, según se recoge en el anexo. En cuanto al convenio de los trabajadores, se acuerda un incremento salarial para toda la plantilla de un 2,1% este año y de un 2,6% para 2022 y 2023, así como un pago único de un máximo de 1.000 euros brutos en marzo de 2023.

El teletrabajo podría llegar también a la plantilla. En el preacuerdo consta la implementación a principios de 2022 de "una política local de trabajo en remoto" así como de desconexión digital. Otros puntos del preacuerdo hacen referencia a la creación de un plan de formación y de uno nuevo de igualdad.

El trabajo durante la pandemia también fue fuente de conflicto en esta empresa. Este preacuerdo incluye compensaciones salariales para quienes hayan trabajado en horario de 15 a 22 horas durante un mínimo de cinco días durante la pandemia sufriendo un ajuste en su jornada habitual de trabajo.