El CEO de Toshiba, Satoshi Tsunakawa.

El CEO de Toshiba, Satoshi Tsunakawa. Toru Hanai / Reuters

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Toshiba vende su negocio de chips a Bain Capital por 15.070 millones

La multinacional japonesa mantendrá bajo su control el 40,2% de la filial tras su venta al consorcio.

28 septiembre, 2017 15:43

Toshiba ha confirmado este jueves que ha llegado a un acuerdo por valor de 2 billones de yenes (15.070 millones de euros) para la venta de su negocio escindido de chips al consorcio internacional liderado por la firma estadounidense de 'private equity' Bain Capital, del que también forman parte Apple, Dell o SK Hynix, según ha informado la empresa japonesa en un comunicado una semana después de que se lanzara la oferta.

En concreto, en virtud de este acuerdo, Toshiba mantendrá bajo su control el 40,2% de la filial tras su venta al consorcio. No obstante, esta participación junto con la de Hoya Corporation, ascenderá a más del 50%, por lo que las empresas japonesas poseerán una participación mayoritaria. Además, los nuevos inversores de EEUU no tendrán derecho a voto.

El fabricante surcoreano de semiconductores SK hynx ha realizado el aporte de capital más elevado del consorcio estadounidense. No obstante, según los términos del acuerdo "no podrá acceder a información que propiedad de Toshiba Memory y no se le permitirá tener más del 15% de los derechos de voto durante 10 años".

El cierre de la operación aún está sujeta al cumplimiento de las condiciones habituales de mercado, además de superar el litigio con Western Digital, compañía que ha sometido a Tohiba a supervisiones antimonopolio.

7.500 millones de pérdidas

Esta operación viene después de que Toshiba haya registrado pérdidas de 965.700 millones de yenes (7.499 millones de euros) al cierre de su año fiscal 2016, que concluyó el pasado 31 de marzo, una cifra que supone duplicar los números rojos del ejercicio precedente.

La multinacional japonesa, que había aplazado la publicación de sus resultados hasta en tres ocasiones, explicó que estas pérdidas se explican fundamentalmente por el impacto negativo de 1,24 billones de yenes (9.632 millones de euros) en Westinghouse, su filial de energía nuclear en EEUU, que se declaró en quiebra en marzo.