Sucursal del Banco Popular.

Sucursal del Banco Popular. Andrea Comas Reuters

Empresas Soluciones distintas a un problema similar

Moody’s insinúa que si el Banco Popular fuera italiano no se hubiera intervenido

La agencia llama la atención sobre la rapidez con la que el BCE cortó la liquidez urgente a la entidad española.

22 junio, 2017 10:49

La agencia de calificación Moody's lo tiene claro. El banco italiano Monte dei Paschi se encuentra mucho peor que el Banco Popular. Y a todos los niveles, tanto en capital como en créditos dudosos, pero el Banco Central Europeo (BCE) decidió aplicar el Mecanismo Único de Resolución (MUR) sobre la entidad española por sus “especiales circunstancias”, dejando entrever que si el Popular, en lugar de ser un banco español, fuera italiano, no hubiera sido intervenido. 

En un informe remitido a sus clientes, bajo el título Diferencias clave entre el trato de la UE al Banco Popular y a otros bancos enfermos, la agencia de calificación recoge como circunstancias especiales que la resolución de la entidad, ahora en manos del Banco Santander, “es un caso aislado en España, sin grandes consecuencias sistémicas”, como sí las hubiera tenido sobre la estabilidad financiera italiana la suspensión de pagos del Monte dei Paschi.

Moody’s hace hincapié en el hecho de las dos soluciones dadas a dos entidades que, en el fondo, presentaban grandes lastres por el gran volumen de activos problemáticos. Así, las acciones del banco español han sido expropiadas y vendidas por un euro al Santander, mientras que el italiano ha recibido apoyo del Estado con autorización de la Comisión Europea sin que se instara a su resolución.

También alude al doble rasero que, ante sendas decisiones, ha provocado que los accionistas y tenedores de deuda subordinada del Banco Popular pierdan toda su inversión, mientras que no hay un “quita total” en el caso de Monte dei Paschi.

Los analistas de Moody’s llaman también la atención sobre los tan solo dos días que duró la inyección de urgencia al Banco Popular, en contraste con prácticas recientes en las que “los bancos enfermos han recibido liquidez sostenida de emergencia para dar tiempo a encontrar soluciones”.