Emilio Saracho, presidente del Banco Popular.

Emilio Saracho, presidente del Banco Popular. Mariscal Efe

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El Popular cae otro 18% y ya solo vale 2.100 millones

Los potenciales compradores se repliegan y el banco antepone otra ampliación, a 0,5 euros por acción, para evitar el rescate.

1 junio, 2017 17:46

Nuevo día negro en bolsa para el Banco Popular, que cerraba este jueves en un nuevo mínimo histórico de 0,5 euros, tras caer un 17,5%. En esta ocasión, las ventas masivas de los inversores se producen tras conocerse la espantada de JP Morgan, al verse incapaz de seguir con el proceso para encontrar un comprador. Ninguna entidad está dispuesta a realizar una oferta vinculante sin saber el alcance real del agujero tóxico no provisionado que tiene el banco presidido por Emilio Saracho.

En este contexto, con la venta complicada de llevarse a cabo, la ampliación de capital se convierte en la opción en la que el Popular confía para salvar, en parte, su crítica situación.

Sabe la entidad financiera que algunos inversores, como los mexicanos que atesoran el 4,3% del capital del banco y otros, como la recién llegada familia chilena Luksic, estarían dispuestos a poner entre 1.000 y 1.500 millones de euros para comprar acciones nuevas a un precio de 0,5 euros. Y, sobre esta base, el Popular ha contratado los servicios de asesoramiento del Deutsche Bank.

Examen del FMI

Además de los problemas sobrevenidos para cerrar una operación de compra, en el varapalo bursátil de este jueves también han incidido algunas informaciones relativas a que el Popular no habría superado el último examen realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) al conjunto de entidades financieras españolas. 

La entidad presidida por Emilio Saracho salía al paso para señalar que “el FMI no realiza ningún tipo de prueba de estrés individual a las entidad financieras; por lo tanto, no ha habido examen a los estados financieros del Popular, sino al sistema financiero español en su conjunto”.

Apunta el Popular que “a diferencia de lo que ocurre con las pruebas de esfuerzo llevadas a cabo por las autoridades supervisoras (BCE), la que lleva a cabo el FMI a través del ejercicio FSAP no tiene como objetivo cuantificar potenciales déficit de capital regulatorio”. Y, así, en el caso de la prueba de esfuerzo más reciente de las llevadas a cabo por el BCE, Banco Popular cumplía- y cumple- con los niveles de capital regulatorio exigidos.

También se pronunciaba el FMI, para aclarar que el ejercicio del test FSAP no ha acabado aún, y que su resultado se comunicará a mediados de julio y que no publicará resultados individuales.

De igual manera, el Popular se hacía eco sobre las presuntas afirmaciones realizadas por la alemana Elke König, presidenta del Mecanismo Único de Resolución (MUR), relativas a que el banco español estaba bajo “alerta temprana” y que sería intervenido si no se concreta su venta, y cómo el propio MUR salía al paso para comentar que no hace referencias específicas sobre ningún banco y que no confirmaba las declaraciones de su presidenta.