El comisario de Asuntos Económicos, Valdis Dombrovskis, durante una rueda de prensa
Bruselas mejora al 2,9% su previsión de crecimiento para España este año pero seguirá como líder de paro hasta 2027
El efecto contagio negativo de los principales socios comerciales y la disminución de los flujos migratorios son los principales riesgos para la economía española que identifica el Ejecutivo comunitario.
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La Comisión Europea ha revisado al alza este lunes sus previsiones de crecimiento económico para España hasta el 2,9% este año (tres décimas más de lo que había calculado en mayo) y hasta el 2,3% en 2026 (también tres décimas más) gracias al impulso del consumo privado y al buen comportamiento de la inversión.
No obstante, Bruselas alerta de que el crecimiento del PIB real se irá frenando progresivamente hasta quedar en el 2% en 2027.
Aún así, nuestro país crecerá en los dos próximos años el doble de la media de la eurozona, que apenas avanza un 1,3% en 2025 y un 1,2% en 2026. Entre las grandes potencias europeas, España también supera ampliamente a Alemania (estancada en el 0,2% este año), Italia (0,4%) o Francia (0,7%).
Pese a este fuerte empuje económico, España se mantendrá como líder absoluto de la Unión Europea en paro al menos hasta 2027, con una tasa del 10,4% este año, el 9,8% en 2026 y el 9,6% en 2027.
"Aunque estos niveles no se veían desde hace más de una década, siguen siendo de los más elevados de la UE", denuncia la Comisión en sus tradiciones previsiones económicas de otoño.
La demanda interna será el principal motor del crecimiento de España entre 2025 y 2027, impulsada sobre todo por el consumo privado y el buen comportamiento de la inversión.
El gasto de los hogares se sostendrá gracias a nuevas ganancias de poder adquisitivo y a un aumento adicional del empleo gracias a los migrantes. Por su parte, la inversión se beneficia de la sólida posición financiera de las empresas y de los fondos europeos Next Generation, subraya Bruselas.
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En contraste, las exportaciones netas tendrán una ligera contribución negativa al crecimiento del PIB en 2025 y 2026 debido a su menor dinamismo y al crecimiento de las importaciones.
Los mayores riesgos para la economía vienen de fuera. Si los principales socios comerciales de España se enfrían más de lo previsto, eso "podría afectar negativamente al turismo" y extremar la prudencia en empresas y hogares, con menos inversión y más ahorro del deseable.
Dentro del país, un frenazo inesperado de la inmigración también restaría energía al mercado laboral y empeoraría las perspectivas de consumo e inversión, dice el informe de previsiones.
Bruselas prevé que la inflación armonizada continúe desacelerándose, hasta situarse en el 2,6% en 2025 y en el 2% en 2026 y 2027. Se moderan los precios de los alimentos y, a un ritmo mucho más lento, también de los servicios.
El crecimiento salarial nominal se mantendrá por encima de la inflación en 2025, con ganancias de renta real que se irán moderando en los dos años siguientes.
Déficit inferior al de Alemania
En cuanto al déficit, Bruselas espera que se reduzca desde el 3,2 de 2024 al 2,5% este año gracias a la retirada gradual de las ayudas energéticas y al menor peso de las medidas excepcionales por la dana de Valencia, aunque aumentan los pagos por intereses y el gasto en defensa.
La recaudación también crece debido a la reforma fiscal aprobada en diciembre de 2024, que incluye cambios en el impuesto de sociedades, nuevos gravámenes sobre cigarrillos electrónicos y otros productos del tabaco, así como un aumento del tipo aplicado a las rentas financieras de las personas físicas.
En 2026, el déficit seguirá bajando hasta el 2,1% del PIB pese al incremento del gasto en intereses y pensiones. Esta mejora se debe a la finalización de las ayudas por la dana y al efecto positivo del impuesto mínimo global para multinacionales.
En 2027, el déficit se estabilizaría en el 2,1%, ya que el mayor gasto en defensa y pensiones se compensaría con ingresos más elevados por impuestos directos y cotizaciones sociales.
El resultado es que España tendrá un déficit público inferior al de Alemania, a quien Bruselas le adjudica un desfase presupuestario del 3,1% este año, del 4% en 2026 y del 3,8% en 2027.
Tras una orientación fiscal ligeramente expansiva en 2025-2026, la política fiscal pasaría a ser contractiva en 2027 una vez concluidos los fondos Next Generation.
La ratio de deuda pública sobre el PIB seguirá descendiendo hasta el 100% en 2025, caerá el año que viene por debajo del 100% por primera vez desde 2029 (98,2%) y bajará ligeramente al 97,1% en 2027.
Esta evolución positiva se debe a que el crecimiento del PIB nominal superará el coste del servicio de la deuda.