
Carlos Cuerpo, durante una presentación en su viaje a Estados Unidos.
El FMI se suma a Bruselas y exige a España una reforma fiscal y suprimir deducciones tributarias
El ente reclama fortalecer la fiscalidad verde y que el impuesto a la banca 'muera' cuando cumpla su plazo de vigencia, a finales de 2027.
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El conjunto de medidas tributarias que las Cortes aprobaron a finales del año pasado sabe a poco a los órganos internacionales. Entre ellos, el Fondo Monetario Internacional (FMI). El ente ha reclamado a España una reforma fiscal que permita eliminar deducciones y hacer más eficiente el gasto fiscal. Es decir, los fondos que las arcas públicas dejan de ingresar por este tipo de exenciones.
Se trata de una recomendación que el FMI ha incluido en su informe sobre deuda pública que ha publicado este miércoles. Pese a que España sale bien parada del análisis (mejoran sus previsiones de reducción de números rojos en los próximos años), el ente aconseja al Gobierno tener ciertas cautelas fiscales.
Concretamente, y de cara a acelerar las reducciones de deuda y déficit públicos, recomienda la eliminación de deducciones fiscales y mejorar su eficiencia. Una recomendación que, en el fondo y en la forma, coincide con las que han hecho otras instituciones como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).
El FMI de Kristalina Georgieva no concreta qué exenciones suprimir, pero en su momento la AIReF ya pidió una reordenación de las mismas. ¿Cómo? Entre otras cuestiones, elevando los tipos reducidos y superreducidos de IVA.
También redirigiendo el uso de las exenciones y bonificaciones fiscales. En este campo se encuentra una medida constantemente reclamada por la Comisión Europea a España: igualar la fiscalidad del diésel con la de la gasolina. Elevándola, claro.
Ahora mismo, el diésel cuenta con un tratamiento tributario más leve que la gasolina. Y la Unión Europea hace tiempo que reclama que España suprima la bonificación a este combustible.
De hecho, esta medida forma parte de los compromisos de España para poder acceder al quinto pago de fondos Next Generation, del que dependen 23.900 millones de euros, y Bruselas no renuncia a ella.
Sin embargo, el Gobierno no está siendo capaz de ejecutar la correspondiente reforma fiscal sui géneris. Requiere el apoyo del Congreso para ello y, al menos por ahora, carece de respaldos suficientes (incluidos sus socios), como quedó probado a finales de 2024.
Ya en su informe sobre España, el FMI reclamaba varias medidas fiscales, potenciando precisamente la fiscalidad verde, que permitiría "preservar el crecimiento y cumplir los objetivos de las autoridades en materia de medio ambiente".
Además, este tipo de iniciativas "podrían sustituir a otras ad hoc y de menor calado, como el impuesto a la banca rediseñado, que debería discontinuarse al final de su plazo de tres años", añadían desde la institución que preside Kristalina Georgieva.
Además, como complemento a las medidas tributarias, "podrían identificarse ahorros presupuestarios adicionales a partir de evaluaciones más estratégicas de la eficiencia del gasto público en áreas más generales", indicaban.