El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo. Efe

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una imagen de archivo. Efe

Macroeconomía

Hacienda lanza inspecciones "más agresivas y tendenciosas" tras agravar el 'infierno fiscal' en 140.000 millones desde 2018

La presión fiscal ha subido varios puntos desde que Pedro Sánchez accedió a la Moncloa, y habrá nuevos aumentos tributarios que se aprobarán este 2025. 

Más información: Bruselas vincula la llegada del quinto pago de los Next Gen a que el Gobierno apruebe el 'impuestazo' al diésel

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La polémica ha vuelto a sacudir esta semana al Ministerio de Hacienda. En esta ocasión, por las anuncios en prensa foránea que acusan a sus inspectores de actuar como carteristas y que describen a España como prácticamente un infierno fiscal.

Tras esas acusaciones, algo hay de realidad. Por un lado, despachos de abogados consultados por EL ESPAÑOL-Invertia admiten que, en los últimos tiempos, los inspectores de Hacienda trabajan "a destajo" en acciones "más agresivas y tendenciosas", como resume Javier Fernández Cuenca, socio del área tributaria de Ceca Magán.

Por el otro, no es menos cierto que la presión fiscal (que condensa los ingresos tributarios y los de las cotizaciones que pagan trabajadores y empresas) ha subido desde 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a la Moncloa.

Concretamente, en los últimos cinco años, la presión fiscal ha aumentado en más de 140.000 millones anuales y se ha colocado por encima del 39% del PIB, tres puntos y medio más, quedándose cerca de la media de la Unión Europea del 41,1%.

Así lo indican los datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el think tank de la CEOE. Buena parte de esta evolución está causada por el importante crecimiento de la inflación de los últimos años y que el Gobierno no haya adaptado los impuestos (especialmente el IRPF y el IVA) a esta evolución.

El Banco de España ya advirtió de este fenómeno, conocido como progresividad en frío, a mediados del año pasado. Según el supervisor, el Estado ha ingresado 11.000 millones de euros más desde 2019 por no deflactar las tarifas del IRPF con la inflación.

El Instituto Juan de Mariana eleva esta cifra a los 27.000 millones, pero porque tiene en cuenta también el efecto de no deflactar otros impuestos además del IRPF.  

Sin embargo, si lo que se valora es el esfuerzo fiscal, el escenario cambia. Este indicador establece una relación entre la presión fiscal y el PIB per cápita de cada país. Así, según indica el IEE, se tienen en cuenta las rentas dentro de un país, ya que no es lo mismo pagar una determinada cantidad de impuestos con un nivel de renta que con otro, suponiendo un sacrificio mayor (a igualdad de impuesto pagado) para aquellos países que presentan menores niveles de renta.

De esta manera, España realiza un esfuerzo fiscal un 13,7% superior al de la Unión Europea y muy por encima de los países de la OCDE. De hecho, entre las grandes economías avanzadas, ninguna presenta un esfuerzo fiscal superior al de España, según el IEE.

Incrementos tributarios

La espiral inflacionista, unida a la buena marcha de la economía, ha llevado a una subida generalizada de los salarios. Esto supone cambiar de tramo en el IRPF, de manera que se pagan más impuestos, al tiempo que el alza salarial no termina de compensar el incremento de los precios cuando esto sucede.

Estas cifras van a ir a más. Por un lado, por los incrementos de las cotizaciones que ya están en marcha este 2025. Por el otro, por las medidas tributarias aprobadas por el Congreso a cierre del año pasado, como el nuevo impuesto a la banca o el incremento del IRPF a las rentas del capital, medidas por las que esperan 4.500 millones de euros adicionales este mismo 2025, según el Banco de España.

Así mismo, este mismo año debería haber nuevos incrementos tributarios. Entre ellos, la equiparación fiscal del diésel con la gasolina, una medida que se tiene que aplicar cuanto antes para poder asegurar que España recibe la totalidad del quinto pago de fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que suma unos 23.900 millones de euros entre subvenciones y préstamos blandos.

Además, cabe recordar que el Ministerio de Hacienda todavía no ha decidido si va a elevar el mínimo exento de IRPF en la misma medida que se va a subir el salario mínimo interprofesional (SMI).

El incremento salarial se aprueba en el Consejo de Ministros de este martes, pero desde el Ministerio de Hacienda indican que todavía no tienen ninguna decisión tomada sobre el IRPF. Si no se sube el mínimo exento, el SMI quedaría sometido a este impuesto.

En cualquier caso, el impacto no sería dramático. Aunque todavía no hay cifras de posible recaudación, un informe de Trabajo (entre cuyos firmantes hay un cargo de Hacienda) indica que la aplicación de fiscalidad al SMI sólo afectaría al 20% de sus receptores. El 80% restante, por su situación familiar, personal y económica, quedarían exentos.

Con todo, la cuestión no está sólo en que aumenten los impuestos y las bonificaciones. Despachos y gabinetes especializados en tributación avisan de que las inspecciones de la Agencia Tributaria se han intensificado, con una presión cada vez mayor.

"Es habitual que amenacen con formular un delito fiscal, aunque no tengan razón, para tratar de llegar a un acuerdo con el contribuyente y sacarte ingresos", indica un abogado especialista en este tipo de conflictos que pide mantenerse en el anonimato.

Plazos más lentos

De hecho, esta fuente apunta que los inspectores trabajan "a destajo", llevando varios expedientes en paralelo. Ello está afectando a su actividad, porque se están ralentizando los plazos y los tiempos de estas gestiones y su correspondiente burocracia.

Esta situación se deja notar, especialmente, en el campo de los grandes patrimonios, en los que la Agencia Tributaria está centrando la actividad en los últimos años. "Las inspecciones se están haciendo cada vez más agresivas", afirma Javier Fernández Cuenca, socio del área tributaria de Ceca Magán.

"Las posiciones que sostiene la Administración son cada vez más atrabiliarias, con menos base legal y más fundadas en un visión sesgada y tendenciosa pro-Hacienda", añade.

"Hay un retorcimiento de las normas o de su visión de ellas para conseguir que los contribuyentes admitan que han hecho determinadas cosas mal que, en realidad, no han hecho".

Más de 82 medidas recaudatorias

Desde que Pedro Sánchez es presidente del Gobierno, el Ejecutivo ha aprobado más de 82 medidas recaudatorios de diferente índole, según el Instituto Juan de Mariana.

Entre ellas, se han creado varios impuestos: las tasas Goole y Tobin, el canon digital, el canon hidroeléctrico, la figura para gravar los plásticos de un solo uso, el nuevo gravamen aplicado a los residuos, el tributo temporal a las grandes fortunas, el impuesto a la banca y el gravamen a las energéticas. 

Además, se han ejecutado unas 18 subidas de impuestos ya existentes, entre las destacan seis aumentos del IRPF (principalmente para clases altas). También llaman la atención las numerosas modificaciones del valor catastral, que han resultado en el incremento de los impuestos de referencia como el de Bienes Inmuebles o el de Transmisiones Patrimoniales.