La presidenta del BCE, Christine Lagarde, conversa con el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, durante una reunión del Eurogrupo.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, conversa con el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, durante una reunión del Eurogrupo. Unión Europea.

Macroeconomía

La eurozona estrena el año en situación de atonía económica pero descarta una "recesión profunda o generalizada"

El BCE avisa de un posible repunte de la inflación por las tensiones en Oriente Próximo: "Es demasiado pronto para discutir bajadas de tipos".

15 enero, 2024 01:29
Bruselas

"Los datos más recientes apuntan a una debilidad persistente de la eurozona, pero no hay signos de una recesión profunda o generalizada", sostiene un alto funcionario del Eurogrupo.

Los ministros de Finanzas de la eurozona celebran este lunes su primera reunión del año, que estará consagrada al examen de las poco brillantes perspectivas económicas de los próximos meses. En el encuentro se estrena Carlos Cuerpo como sustituto de Nadia Calviño, aunque el nuevo titular de Economía se conoce al dedillo los entresijos de la maquinaria europea porque en los últimos años ejerció de su número dos en Bruselas.

El año 2024 arranca en situación de total atonía económica debido al impacto de la crisis inflacionista, la debilidad de la demanda externa y la repercusión de la subida de tipos sin precedentes decretada por el Banco Central Europeo (BCE). La eurozona retrocedió un 0,1% en el tercer trimestre del año pasado y probablemente siguió en territorio negativo en los meses finales de 2023, según Luis de Guindos.

[La inflación de la eurozona repuntó al 2,9% en diciembre por la subida de los alimentos]

"Los últimos indicadores apuntan a una contracción económica también en diciembre, lo que confirma la posibilidad de una recesión técnica en la segunda mitad de 2023 y perspectivas débiles para el corto plazo. La desaceleración de la actividad parece ser generalizada, y la construcción y la industria se ven particularmente afectadas", explica el vicepresidente del BCE.

En el lado positivo, el mercado de trabajo mantiene su fortaleza, con una tasa de desempleo en mínimos históricos del 6,4%, aunque empiezan a aparecer señales de enfriamiento. España sigue siendo líder en paro con el 11,9%.

El Eurogrupo espera que la actividad económica se recupere gradualmente a lo largo del año gracias al mantenimiento de la expansión del empleo y el aumento de los salarios reales. Según las últimas previsiones del Banco Mundial, la economía de la eurozona apenas crecerá un 0,7% este año tras el avance mínimo del 0,4% en 2023.

Por su parte, la inflación repuntó ligeramente desde el 2,4% registrado en noviembre al 2,9% en diciembre impulsada por la subida de los alimentos. Para este año, el BCE espera que siga moderándose hasta el 2,7% de promedio, aunque avisa de los riesgos al alza por las tensiones en Oriente Próximo, que podrían encarecer el precio de la energía y del transporte de mercancías.

Pronto para bajar tipos

En este contexto, el mensaje que repite el BCE en los últimos días es que los tipos de interés no van a subir más, pero tampoco bajarán a corto plazo desde el actual máximo del 4,5%. "A menos que haya shocks adicionales, las tasas no seguirán aumentando. Creo que han llegado a su punto máximo", ha dicho esta semana la presidenta, Christine Lagarde.

"Si ganamos la batalla contra la inflación, es decir, si estamos seguros de que la inflación será efectivamente del 2%, entonces los tipos empezarán a bajar", sostiene Lagarde.

"Las tensiones geopolíticas son uno de los riesgos alcistas para la inflación, ya que podrían hacer subir los precios de la energía o los costos de los fletes. Por eso debemos permanecer alerta", argumenta la representante alemana en el directorio del BCE, Isabel Schnabel, que se sitúa en el bando de los 'halcones' en política monetaria.

"Es demasiado pronto para discutir recortes de tipos. Mantendremos los tipos de interés en niveles restrictivos hasta que estemos seguros de que la inflación regresa de manera sostenible a nuestro objetivo del 2%. Esto requiere datos adicionales que confirmen el proceso desinflacionario", ha explicado Schnabel.

A la espera de que el Ecofin y la Eurocámara cierren el acuerdo definitivo sobre las nuevas reglas de disciplina fiscal, el mensaje del Eurogrupo en materia presupuestaria es que hay que poner fin a la barra libre en materia de gasto público y virar hacia posiciones restrictivas.

El objetivo de los Gobiernos debe ser ayudar al BCE a combatir la inflación, y también garantizar la sostenibilidad de la deuda y reconstruir colchones fiscales que permitan hacer frente a la próxima crisis. El Eurogrupo recomienda en particular "eliminar gradualmente, lo antes posible en 2024, las medidas de apoyo de emergencia en materia energética y utilizar los consiguientes ahorros para reducir el déficit".