La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante la última reunión del Ecofin

La vicepresidenta primera, Nadia Calviño, durante la última reunión del Ecofin Unión Europea

Macroeconomía

El Ecofin busca sellar este miércoles el acuerdo final sobre las nuevas reglas de disciplina fiscal

"Alemania nunca daría su acuerdo a reglas que no sean estrictas", avisa el ministro Christian Lindner.

20 diciembre, 2023 02:34
Bruselas

"Es la hora de la verdad para cerrar un acuerdo", explica un alto diplomático europeo. Los ministros de Economía de los 27 celebran este miércoles una reunión extraordinaria por videoconferencia -presidida por Nadia Calviño- con el objetivo de aprobar definitivamente las nuevas reglas de disciplina de la UE. El Pacto de Estabilidad reformado volverá a aplicarse a partir de 2024, tras un largo periodo en el que los Gobiernos han gozado de barra libre de gasto público para amortiguar el impacto de la pandemia primero y de la guerra en Ucrania después.

El Ecofin ya acarició una solución de compromiso sobre la reforma del Pacto de Estabilidad en su anterior reunión del 8 de diciembre, pero al final quedaron detalles pendientes que impideron la fumata blanca. En las dos semanas transcurridas desde entonces, la presidencia española ha seguido dialogando con todas las delegaciones para "resolver" todos los problemas abiertos y lograr un acuerdo unánime, que ahora está muy cerca, según las fuentes diplomáticas.

En una reunión preparatoria celebrada este martes, los ministros de Finanzas de Francia y Alemania, Bruno Le Maire y Christian Lindner, han asegurado que ya están de acuerdo al 100% sobre la reforma. Al inicio del debate, París y Berlín defendían posiciones antagónicas y ahora esperan que su pacto sirva para arrastrar al resto de socios: los frugales en el caso alemán y los sureños en el caso francés.

[España tendrá que hacer un ajuste de 6.600 millones al año para cumplir las nuevas reglas fiscales de la UE]

En este sentido, Lindner ha resaltado que "Alemania nunca daría su acuerdo a reglas que no sean estrictas". "Estrictas en el sentido de que sean creíbles, suficientes y eficientes para conducir a una reducción de la deuda y del déficit (...) En comparación con las viejas reglas, las nuevas reglas serán más fiables para reducir la deuda y el déficit. Las viejas reglas eran estrictas sobre el papel, pero no en su aplicación", ha dicho el ministro alemán.

Por su parte, Le Maire sostiene que el nuevo Pacto garantizará "la reducción de la deuda pública y del déficit público, que es indispensable". Pero, al mismo tiempo, dejará a los Gobiernos margen de maniobra para invertir, en particular "en la descarbonización de nuestra economía y en la defensa para garantizar nuestra seguridad", ha apuntado.

El penúltimo escollo para el acuerdo ha sido la posición de Italia, que se quejaba precisamente de que las nuevas reglas son demasiado estrictas. Tras el Consejo Europeo de la semana pasada en Bruselas, la primera ministra, Giorgia Meloni, declaró que "las posiciones están todavía bastante distantes". Su ministro de Finanzas, Giancarlo Giorgetti, también dijo durante el fin de semana que las posibilidades de acuerdo son "escasas".

Sin embargo, el Gobierno de Roma ha acabado cediendo a las presiones del resto de socios y está dispuesto a sumarse al acuerdo. "Hemos trabajado mucho con nuestros amigos italianos y creo que con Italia estamos exactamente en la misma línea. Es una excelente noticia que Francia, Alemania e Italia estén alineadas sobre estas nuevas reglas del Pacto de Estabilidad", ha dicho Le Maire.

La reunión del Ecofin empieza a las 16:00 horas y la presidencia española sólo ha dejado dos temas abiertos para la discusión de los ministros, ambos en el brazo preventivo del Pacto de Estabilidad. En primer lugar, el ritmo de ajuste anual que se exigirá a los Gobiernos para converger hacia la nueva salvaguarda de déficit, que en el caso de los países altamente endeudados como España es del 1,5%. El segundo fleco pendiente consiste en decidir cuál es la desviación máxima del techo de gasto permitida antes de iniciar un procedimiento sancionador. 

A falta de confirmarse, el acuerdo sobre las reglas fiscales endurece considerablemente la propuesta original de la Comisión de Ursula von der Leyen. Un plan que ofrecía a los Gobiernos más flexibilidad y más tiempo (entre cuatro y siete años) a la hora de poner las cuentas públicas en orden, con planes de ajuste plurianuales a medida de cada Estado miembro, negociados de forma bilateral entre Bruselas y las capitales. La senda de gasto iba a convertirse en el único indicador operativo para la supervisión fiscal, lo que permitiría simplificar las normas.

Christian Lindner, que empezó la negociación prácticamente aislado en su negativa a flexibilizar el Pacto de Estabilidad (porque Países Bajos alcanzó un pacto con España), es el gran ganador al imponer prácticamente todas sus tesis al resto de socios.En particular, Berlín ha logrado introducir objetivos numéricos comunes de reducción del déficit y la deuda, que no figuraban en la propuesta original de Bruselas.