El buen comportamiento de las exportaciones y de la inversión siguen alimentando el optimismo de directivos y empresarios que, por segundo trimestre consecutivo, han mejorado las perspectivas de crecimiento de la economía española para 2023. En concreto, han elevado su pronóstico del producto interior bruto (PIB) nacional cinco décimas, hasta el 1,9%.

Así se refleja en el Consenso Económico y Empresarial, correspondiente al segundo trimestre del año, que elabora PwC desde 1999 a partir de la opinión de un panel de 450 expertos, empresarios y directivos. Para 2024 esperan que la economía española crezca un 2%.

Las previsiones de directivos y empresarios son más pesimistas que las del Banco de España, que espera que el PIB español crezca un 2,3% este año y un 2,1% el próximo, y que las del Gobierno, que anticipa un crecimiento del 2,1% en 2023 y del 2,4% en 2024 y se sitúan en línea con las de Bruselas.

Mejora de la coyuntura

A pesar de ello, el consenso refleja una mejora de la opinión de los panelistas sobre la coyuntura. Exactamente ha aumentado en más de 30 puntos -hasta el 50,5%- los directivos y empresarios que califican el momento actual de la economía española como bueno y más del 90% asegura en el próximo trimestre la situación será igual o mejor.

Para dentro de un año, el 47% de los encuestados creen que la actividad irá en ascenso, y el 30% que se mantendrá igual. De las respuestas de los expertos se traduce, por tanto, que no esperan un decaimiento económico inmediato por la subida de tipos.

Detrás de este optimismo se encuentra la buena situación financiera de las empresas que se mantendrá inalterable en los próximos meses, según el 73% de los expertos, directivos y empresarios.

Asimismo, la buena marcha de las exportaciones y de la inversión productiva seguirán empujando los ingresos de las compañías.

En el caso de las exportaciones, el 90% de los panelistas esperan que aumenten o permanezcan estables en los próximos seis meses y, en el de la inversión productiva, esta opinión es refrendada por más del 80%.

Por el contrario, directivos y empresarios consideran que las familias atraviesan por un momento bien distinto. Sólo el 22% de los mismos creen que se encuentran en una buena situación y la mayoría -un 74%- espera que se mantenga igual en el próximo trimestre de 2023.

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Esta debilidad se muestra, fundamentalmente, en la demanda de vivienda que seguirá cayendo en los próximos seis meses, según el 67% de los encuestados por PwC. El consumo, sin embargo, parece que resistirá mejor, en opinión del 59,8% de las respuestas.

En cuanto a la inflación, que hace un año se situaba en el 10,8% y que descendió hasta el 3,2% en mayo, los expertos estiman que, a finales de 2023, se situará en torno al 3,3%, y, en junio de 2024, en el 2,9%.

Presidencia española

Más allá de la situación económica, esta edición de la encuesta de PwC también trata la opinión de los expertos, empresarios y directivos sobre los principales retos de la próxima presidencia española de la Unión Europea (UE).

La primera conclusión -refrendada por el 80% de los panelistas-, es que los encuestados consideran prioritario que los países de la UE cierren un acuerdo definitivo sobre el Pacto de Estabilidad y Crecimiento planteado por la Comisión Europea.

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En este sentido, el 68,9% pide que se establezca que el ratio entre deuda y PIB de los países deba ser visiblemente inferior al final del plan de cuatro años, y el 58,2% demandan que el gasto neto se mantenga siempre por debajo del crecimiento económico potencial.

Además, el 54,4% reclama, además, sanciones para los países que se desvíen de lo acordado. Respecto a mantener el criterio de que el déficit no supere el 3% del PIB y la deuda el 60%, menos de la mitad de los encuestados -el 48,5%- se muestra a favor.

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Los encuestados también opinan sobre los fondos NextGeneration EU y, de manera abrumadora, reclaman que la presidencia española de la UE sea aprovechada para realizar un balance y una evaluación objetiva sobre el despliegue de estos fondos.

El 92% de los panelistas estiman que el liderazgo español de la UE debería valer para que nuestro país asuma un protagonismo elevado cómo puente en el objetivo de la reactivación de las relaciones de la UE con América Latina y para que se ratifique el acuerdo con Mercosur.