Finalmente, las previsiones del Instituto Nacional de Estadística (INE) se han cumplido. El ente ha confirmado este viernes que la economía creció un 5,5% en 2022, por encima de las previsiones que en su momento había hecho el Gobierno. 

De esta manera, se confirma que durante el cuarto trimestre del año pasado el PIB aumentó un 0,2% y cerró un semestre más positivo de lo que en un principio pronosticaron los analistas. 

De hecho, la última revisión al alza del PIB de 2023 por parte del Banco de España, que lo ha elevado al 1,6% (tres décimas más), se debe principalmente a la mejora de la evolución económica durante la segunda mitad del año pasado. 

10% más

De esta manera, el PIB a precios corrientes se sitúa en 1.327 billones de euros, un 10,0% por encima que el de 2021, y todo ello pese al histórico golpe que la inflación ha venido asestando todo el año. 

Lo que cambia es la composición del PIB. La demanda nacional contribuye en 3,1 puntos al crecimiento de la economía de 2022, un dato 2,1 puntos inferior al del 2021. Mientras, la demanda externa presenta una aportación de 2,4 puntos, superior en 2,1 puntos a la de 2021.

También se observan cambios trimestrales en la evolución de la economía. Mientras que el consumo de los hogares poco a poco ha ido perdiendo empuje, el gasto del sector público se ha elevado. 

Así, el consumo de los hogares disminuyó un 1,8% entre octubre y diciembre respeto al trimestre anterior, registrando su primer descenso trimestral desde el primer trimestre de 2021.

Todo esto fue compensado por el gasto público, que aceleró su crecimiento trimestral tres décimas, hasta el 1,9%. Mientras, la inversión se contrajo un 3,7% en el cuarto trimestre, su mayor descenso trimestral desde el segundo trimestre de 2020, cuando arrancó la pandemia.