Manifestación de trabajadores para evitar el cierre empresarial.

Manifestación de trabajadores para evitar el cierre empresarial. Carlos Castro / Europa Press

Macroeconomía

La crisis de insolvencia de la empresa española dispara los concursos de acreedores y los pagos del Fogasa

Los procesos concursales aumentan un 61% en enero de 2022 sobre el mismo mes del año anterior; los pagos del Fogasa lo hicieron un 14%.

12 febrero, 2023 03:44
Valentín Bustos Eduardo Ortega Socorro

Pese a que España escapó de la recesión técnica en 2022 con un desempeño del PIB por encima de lo esperado, el mercado laboral ya mostró el mes pasado que la economía de nuestro país se estaba ralentizando. Y ello está pasando factura al sector privado.

En concreto, los procesos concursales experimentaron un importante aumento en el mes pasado. “Concursos y planes de reestructuración suman 693 en enero, lo que supone un incremento del 61% sobre los concursos que se iniciaron en enero de 2022”, afirma Nathalie Gianese, directora de Estudios de Informa D&B.

Un tsunami que está teniendo consecuencias en el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). Así, y durante el pasado mes de enero, el Gobierno tuvo que destinar 46,3 millones de euros a través de este instrumento para salarios pendientes de pago a causa de insolvencias o concursos de acreedores de las empresas españolas. Esta cifra supone casi un 14% más que en los primeros 30 días del año pasado.

Cambios en la ley

Varias son las circunstancias que han impulsado este número de procesos concursales durante el primer mes de 2023. Una de ellas tiene que ver con la conclusión del periodo excepcional de 27 meses de moratoria concursal. Un punto y final que tuvo lugar el 30 de junio de 2022.

Desde esa fecha, los acreedores han recuperado la capacidad legal para solicitar la declaración concursal de un deudor. Asimismo, los empresarios en situación de insolvencia vuelven a tener la obligación de solicitar la declaración concursal.

Además, la reforma de la Ley Concursal de septiembre de 2022 ha supuesto un profundo cambio en el sistema. La trasposición de la Directiva europea 2019/1023 de reestructuración e insolvencia ha introducido dos nuevos procedimientos: uno especial para microempresas (conviene matizar que no se ha usado en enero) y los planes de reestructuración.

Pero más allá de los cambios legales, hay un tercer pilar sobre el que se sustenta el incremento de este tipo de procedimientos.

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Un pilar que, a su vez, está sustentado en varias patas: el deterioro del entorno geopolítico y económico sobre todo a partir de la invasión rusa de Ucrania, la recuperación desigual de la actividad, el endurecimiento de las condiciones financieras tras las subidas de tipos del BCE y el aumento de la inflación.

Y eso que, a partir de la entrada en vigor de la reforma concursal, el número de concursos exprés ha disminuido desde septiembre. De enero a agosto, su cifra no había bajado del 65,5%. Ya en diciembre se desinfló hasta el 17%. Y, en enero de 2023, ni siquiera llega al 15%.

Más afectadas

Con este panorama, ¿qué empresas son las más afectadas? Si ponemos el foco sólo en los concursos, la medalla de oro es para las microempresas (con menos de diez trabajadores y un volumen de negocio inferior a los dos millones de euros): 91% del total de los concursos de acreedores son suyos.

La plata, a muchísimas distancia, como era de prever, es para las pequeñas empresas (menos de 50 trabajadores y un volumen inferior a los 10 millones de euros): 7%. Y el bronce para las medianas (entre 50 y 249 trabajadores y un volumen inferior a 50 millones).

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¿Y las grandes empresas? Solo cuatro con una plantilla por encima de 250 empleados y una facturación mayor de 50 millones han optado por el concurso.

En el caso de los planes de reestructuración (un instrumento preconcursal para evitar la insolvencia, o superarla), el puesto más alto del podio es para las microempresas (45%), seguidas por las grandes (38%), las pequeñas (13%) y las medianas (4%) empresas. Dichos planes conllevan un análisis profundo de la empresa, sus posibilidades de pago (liquidez y rentabilidad) y un calendario de pago que se debe cumplir.

Un dato curioso es que las empresas que están en procesos de reestructuración suman una facturación de casi 4.000 millones, según Informa D&B. Aquellas que están en concurso se quedan en 1.500 millones de euros.

Esta diferencia se explica, a pesar de ser un número muy inferior, por la mayor proporción de empresas de gran tamaño entre las que han optado por la reestructuración”, explican. En concreto, 32 han optado por la reestructuración frente a 4 que han optado por los concursos.

Cataluña y Madrid, en cabeza

Buran Operadora, Eurofinsa y Placar Diversa son las tres empresas que entraron en concurso en enero con un mayor volumen de ventas. Mientras que Compañía Española de Laminación, Global Steel Wire y Nervacero hicieron lo propio en planes de reestructuración.

Por sectores, fue Comercio el que acumuló más concursos (132) seguido de Construcción y Actividades Inmobiliarias (119). Esta última es la que más crece en valor absoluto, al sumar 51 firmas.

En planes de reestructuración, Servicios Empresariales ocupa la cabeza (20). A continuación, Industria (18), Comercio (14) y Construcción y Actividades Inmobiliarias (10).

Cataluña está en cabeza tanto en concursos como procesos de reestructuración (177 y 24). El segundo puesto es para Madrid (146 y 17). Entre ambas, suman casi el 53% de todos los concursos en enero.