María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, la semana pasada, en Pamplona.

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y Función Pública, la semana pasada, en Pamplona. Eduardo Sanz / Europa Press Pamplona

Macroeconomía

Los líderes autonómicos vuelven a acumular 12.000 millones en déficit el año antes de las elecciones del 28-M

Fedea alerta de que las regiones tendrán que elevar ingresos o reducir gastos para dar la vuelta a esta tendencia en los próximos ejercicios.

6 diciembre, 2022 03:01

En 2021, las comunidades autónomas alcanzaron virtualmente el equilibrio presupuestario. La economía regional, impulsada por los fondos 'extra' del Estado para combatir los efectos de la irrupción de la Covid-19, se movía en números rojos bajos, prácticamente en ese equilibrio presupuestario o incluso en superávit.

Sin embargo, un año más tarde, esta tendencia ha cambiado. Coincidiendo con las elecciones del 28 de mayo (que se celebran en seis escasos meses), los gobiernos autonómicos han disparado su déficit

Así lo indica un análisis publicado por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). Si en 2021 las autonomías cerraron el año con un déficit prácticamente de cero, solo en el 0,05% del PIB, este think tank prevé que los números rojos de las autonomías se eleven este año al 1% del PIB. Esto supone unos 12.000 millones de euros, en total.  

Las regiones donde más se ha disparado el déficit son Murcia y Comunidad Valenciana, con un 3% y un 2,7% del PIB, respectivamente. Se trata de autonomías que ya sufren este tipo de problema de manera endémica, debido a una infrafinanciación que ha admitido incluso el Ministerio de Hacienda

Con todo, el crecimiento del déficit o la pérdida de superávit (que es lo que ocurrirá en el caso de las haciendas vasca y navarra) son un fenómeno generalizado en todo el territorio español.

Llaman la atención casos como el Castilla-La Mancha, que ha pasado de un superávit del 0,22% a un déficit del 1,9% del PIB, o el de Asturias, que de un +1% del PIB ha pasado a un -0,3%. 

¿Cuáles son las razones que han llevado a esta situación? En términos generales, Fedea explica que el Estado ya no está derivando tantos fondos y partidas extraordinarias como hizo en 2020 y 2021, años en los que las autonomías se acercaron al equilibrio presupuestario.

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Esto ya no les permite compensar gastos relacionados con la Covid-19 que se han vuelto estructurales. Además, se produce un efecto escalón (negativo) a través del sistema de financiación autonómica.

Los recursos que las regiones están obteniendo por esta vía en 2022 son "más reducidos por la liquidación negativa de 2020". Cabe recordar que hace dos años la recaudación tributaria se desplomó por el impacto de la Covid y que fue inferior a los fondos que el Estado anticipó a las regiones. 

Pero el Estado compensó esta situación y las regiones no se vieron obligadas a devolver fondos. Pese a ello, la diferencia en fondos disponibles es importante respecto a 2021. Entonces, las regiones cobraron la liquidación de 2019, que fue positiva en 8.942 millones de euros. 

Además, pese a que los ingresos que las autonomías obtienen por otras vías "se están comportando bien" (impuestos propios, por ejemplo), mantener bajo control el gasto se están volviendo especialmente complicado

En este caso, Fedea no alude a motivaciones relacionadas con intereses políticos o con la precampaña electoral que ya está en el aire, de cara a los comicios autonómicos y locales del 28 de mayo. El think tank admite que en gran medida la inflación está generando "mayores costes" que impiden un control eficiente de los desembolsos.

"Creemos que la reducción del déficit en los próximos ejercicios va a ser una tarea difícil y que va a requerir medidas de consolidación fiscal adicionales, es decir, un aumento de los ingresos o una reducción de los gastos", concluye el informe.