Christine Lagarde y Ursula von der Leyen conversan durante la cumbre de este viernes

Christine Lagarde y Ursula von der Leyen conversan durante la cumbre de este viernes UE

Macroeconomía

La Unión Europea se prepara para un corte total del gas ruso con la doble amenaza de la inflación y la recesión

Los 'frugales' rechazan nuevos planes de estilo por considerar que dispararían aún más los precios.

25 junio, 2022 02:06
Bruselas

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"Europa en su conjunto ha desarrollado en los últimos 30 años una estrategia que consiste en confiar en una energía rusa barata para impulsar la economía. Y ahora la noción de energía barata ha desaparecido y la noción de energía rusa también en gran parte". Esta dependencia extrema respecto a Moscú es la que está detrás de la grave crisis económica que se cierne sobre la Unión Europea, según el diagnóstico del primer ministro de Letonia, Krisjanis Karins

En la cumbre que ha concluido este viernes en Bruselas, los líderes europeos han acordado acelerar los preparativos para un corte total del gas por parte de Vladímir Putin tras el verano como represalia por las sanciones por la guerra en Ucrania.

"La guerra está afectado de forma tangible a la actividad económica de la eurozona. El crecimiento se ha debilitado por los altos costes de la energía, la incertidumbre y los persistentes problemas de suministro. La inflación sigue siendo indeseablemente alta, principalmente debido a los precios de la energía y los alimentos", les ha dicho la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, a los jefes de Estado y de Gobierno.

[El BCE prevé que la eurozona recaiga en recesión y la inflación se dispare si hay un corte total del gas ruso]

Los dirigentes de la UE temen que un cierre completo del grifo del gas ruso dispare todavía más los precios y hunda a la eurozona en una nueva recesión cuando aún no se han cerrado las heridas de la crisis de la Covid-19. "Es muy probable que Rusia use el gas y la energía para chantajear a los países de la Unión Europea", avisa la primera ministra finlandesa, Sanna Marin.

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha explicado que nadie en la UE se cree las supuestas "razones técnicas" que alega Rusia para justificar la reducción del suministro a países como Italia o la propia Alemania. El Gobierno de Berlín está trabajando para poder importar gas de otros países mucho más rápido, ha agregado.

La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, conversa con Charles Michel durante la cumbre de este viernes

La primera ministra finlandesa, Sanna Marin, conversa con Charles Michel durante la cumbre de este viernes UE

¿Tiene Bruselas información concreta de que Moscú se dispone efectivamente a cortar el gas de forma inminente? "Estamos viendo un patrón, no sólo en las últimas semanas y meses, sino también en el último año, cuando Gazprom no llenó sus depósitos (en Europa), que estaban en sus niveles más bajos de los últimos 10 años. Hay 12 Estados miembros afectados ya por restricciones totales o parciales del gas ruso", responde Ursula von der Leyen.

"Hay que esperar lo mejor y prepararse para lo peor. Y es lo que estamos haciendo". La presidenta de la Comisión ha anunciado que en julio presentará un plan común europeo de reducción de la demanda de gas, que está preparando junto a la industria y los Veintisiete Estados miembros. El objetivo de esta iniciativa es garantizar la coordinación y la solidaridad. Y evitar medidas nacionales unilaterales que pongan en riesgo el mercado único.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desvelado que está en contacto con Bruselas para actualizar el plan de contingencia de España frente a una crisis de este tipo. No obstante, ha subrayado que nuestro país "tiene una diversificación de fuentes de suministro energético muy relevante", lo que lo hace menos vulnerable a la amenaza rusa.

Por su parte, Mario Draghi asegura que Italia ya ha logrado reducir su dependencia del gas ruso desde el 40% el año pasado al 25% ahora mismo. El plan de almacenamiento de cara al invierno marcha bien y otros proveedores empiezan a sustituir a Moscú. El primer ministro italiano reclama que la UE imponga un precio tope al gas ruso aprovechando su poder de mercado, una iniciativa que no ha logrado suficiente apoyo entre el resto de socios.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de este viernes

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su rueda de prensa de este viernes UE

El presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe (que también ha participado en la cumbre) admite que la recesión es "un riesgo", pero sostiene que el escenario central es de "ralentización del crecimiento". "Este año, la economía todavía va a crecer. Para el año que viene, pese a los riesgos en materia de inflación y energía, tenemos un fondo de recuperación (Next Generation) que estará en pleno despliegue, un sector financiero fuerte y una alta demanda pospandemia", ha indicado Donohoe.

No obstante, el presidente del Eurogrupo avisa de que los Gobiernos deben ser prudentes en materia de política presupuestaria para no alimentar las tensiones inflacionistas. Las ayudas públicas deben centrarse únicamente en los hogares más vulnerables y golpeados por el aumento del coste de la vida.

Mucho más contundente ha sido la primera ministra sueca, Magdalena Andersson, que forma parte del 'club de los frugales' abanderados de la disciplina fiscal. "Nos encontramos en una situación económica difícil, con inflación y problemas de gas y electricidad que afectan a los hogares europeos", admite Andersson.

"Es importante entender que la inflación está aquí debido a una escasez en la oferta y no por una falta de demanda. Los paquetes de estímulo generales sólo aumentarían la inflación. Debemos ser honestos con el hecho de que este tipo de medidas no serán una solución rápida al problema", ha avisado la primera ministra sueca.

La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, conversa con Emmanuel Macron durante la cumbre de este viernes

La primera ministra sueca, Magdalena Andersson, conversa con Emmanuel Macron durante la cumbre de este viernes UE

En su intervención durante la cumbre, Lagarde ha prometido a los líderes europeos que el BCE garantizará que la inflación vuelva al objetivo del 2% a medio plazo. Para ello, pondrá fin a su programa de compra de deuda en los próximos días y realizará una primera subida de tipos del 0,25% en julio.

Al mismo tiempo, la presidenta reitera que no tolerará que se disparen las primas de riesgo de los países altamente endeudados, como Italia o España. Un difícil equilibrio que el BCE debe concretar de aquí a su reunión del 21 de julio con la puesta en marcha del nuevo instrumento antifragmentación que ha prometido.