Para darse cuenta de ello basta con mirar la evolución de la inflación subyacente. Aquella tasa que está más ‘elaborada’ ya que excluye los alimentos frescos y la energía. El dato adelantado de febrero se sitúa en el 3%, después de ocho meses consecutivos de subidas. En este tiempo se ha incrementado en un 400%, ya que en julio se situaba en el 0,6%.

Más allá de consideraciones políticas (que llegarán para decir que no es tan preocupante), lo que refleja la inflación subyacente es que el alza que llevamos viviendo en los precios de la energía y las principales materias primas se empieza a trasladar al resto de productos de la cadena. Es decir, los llamados efectos de segunda ronda.

¿Podría haber tocado techo? No lo parece. Conviene tener en cuenta que, desde que comienza el alza de productos energéticos y materias primas hasta que se traslada a la economía real pasan dos o tres meses. Es decir, que la tasa subyacente lleva un cierto decalaje, y eso lleva a pensar a que los precios van a subir -aún más- en nuestro día a día.

Habrá que esperar a que el Instituto Nacional de Estadística ofrezca el dato definitivo el próximo 15 de febrero, pero si se analiza la evolución de los precios del mes pasado nos podemos hacer una idea de cómo van a ir las cosas.En primer lugar, el efecto más inmediato de esta subida de IPC se va a dejar notar en los alquileres. Estimaciones de Idealista cifran en 51 euros al mes de media el encarecimiento de los contratos que se deben revisar en febrero. Es decir, hablamos un aumento cercano a los 600 euros anuales.

Pero hay muchos más productos que llevan en los últimos meses afectando a la evolución de los precios. Basta con mirar las cifras de enero. Productos tan básicos como la mantequilla subieron un 4,9%; el aceite un 7%; las frutas en conserva casi un 3%; el gas un 6%; los muebles un 3%; las lavadoras un 2,9%; los frigoríficos un 2,5%; los automóviles un 2,5%; la gasolina un 2,6% y el gasóleo un 3,6% o los seguros privados de salud un 4%.

Todo esto sin contar con el efecto que pueda tener sobre los precios la evolución de los salarios. No se puede olvidar que las pensiones subieron este año en función del IPC del pasado noviembre, un 2,5%. De momento no parece que haya indicios de que los sueldos de las empresas vayan a subir en igual proporción, pero habrá que esperar.

El AENC

Patronal y sindicatos todavía tienen que empezar a negociar el Acuerdo para la Negociación Colectiva (AENC) que será el que marque la pauta para los convenios de los próximos años y las posturas todavía están muy alejadas. De momento, el dato más objetivo que tenemos son las cifras de los convenios cerrados hasta el mes de diciembre ronda el 1,47%, según cifras del Ministerio de Trabajo.