Toma de una ciudad de Afganistán

Toma de una ciudad de Afganistán

Macroeconomía

La economía afgana se queda en mínimos: sin ayuda internacional, con un 39% de pobreza y el PIB a la baja

La entrada de los talibanes es un jarro de agua fría para los esfuerzos de la anterior administración por conseguir estabilidad económica

16 agosto, 2021 20:46

Noticias relacionadas

La llegada de los talibanes al poder en Afganistán no es una buena noticia para la economía del país de Oriente Medio. Lenta, pero sostenidamente, las finanzas del país habían venido mejorando en las dos últimas décadas -desde la intervención de Estados Unidos en 2001- al calor de la ayuda internacional y de la adopción de una economía de libre mercado.

De esta manera, la llegada de un nuevo Gobierno talibán sin el apoyo de ninguna potencia extranjera y con el objetivo de volver a centralizar todo el aparato productivo, se convertirá en un caldo de cultivo del aumento del déficit, del paro, de la inflación y en una importante caída del PIB, según advierten economistas y organismos internacionales.

Una inestabilidad económica que no hará más que aumentar la ya precaria situación de la economía afgana. El 39% de sus ciudadanos viven en situación de pobreza, una cifra que irá a más tirando por tierra la poca calidad de vida que habían ganado los afganos en las últimas dos décadas.

De entrada, el nuevo Gobierno afgano no podrá contar con 12.000 millones de dólares en ayudas comprometidas por la comunidad internacional en noviembre, ya que estos recursos estaban condicionados al proceso de paz entre el gobierno afgano y los talibanes.

Un preludio del cierre del grifo de las ayudas internacionales. Como informó el Banco Mundial, a pesar del lento crecimiento en 2018, el gobierno pudo recaudar un 12% más de ingresos (189.700 millones de afganis, unos 2.000 millones de euros). Unos ingresos que caerán a la mitad sin ayuda internacional.

Evolución del PIB

En cualquier caso, las pocas expectativas de crecimiento económico que tenía el país estaban directamente relacionadas con el mantenimiento del Gobierno de Unidad Nacional "Mientras que una paz sostenida elevaría las perspectivas de desarrollo, el fracaso de las conversaciones podría exacerbar la violencia, lo que provocaría la pérdida de vidas, la destrucción y, potencialmente, una crisis de refugiados, obstaculizar la capacidad de las autoridades para emprender las reformas que sustentan las previsiones, y alimentar la salida de capitales", dijo recientemente el FMI.

Desde la llegada de Estados Unidos, su PIB se ha quintuplicado pasando de 4.000 millones a 20.000 millones (en dólares estables), con un promedio de crecimiento del 6,2% anual entre 2003 y 2020. No obstante, el crecimiento del PIB en 2018 fue solo del 2,2% y en 2020 ha caído.

El PIB per cápita ha aumentado un 166% hasta los 509 dólares y su población casi se ha duplicado, pasando de 22 millones a 39, según datos del Banco Mundial. No obstante, los analistas coinciden en que a pesar de los flujos masivos de ayuda externa en dos décadas, la economía afgana sigue siendo inestable y la desigualdad es extrema.

La tasa de inflación es alta, 4,9% en 2017, según el IPC, un fuerte contraste con -0,6% en 2015. La inversión extranjera directa sigue siendo mínima debido a la violencia política y la falta sustancial de trabajadores calificados. En consecuencia, el Banco Mundial clasificó a Afganistán en el puesto 167 de 190 países en su informe Doing Business 2018.

Por otro lado, y aunque no existe una evaluación oficial y exhaustiva del desempleo, el 46,3% de los afganos informaron estar involucrados en algún tipo de actividad económica, según una encuesta de la Fundación Asia de 2018.

Retirada de las tropas

La deuda pública se registró en el 7,10% del PIB en 2018. Los ingresos públicos internos recaudados por el gobierno en 2018 muestran una mejora. Con 189.700 millones de afganis recaudados, la recaudación de ingresos para el año 2018 alcanzó un récord. Una situación que mermó hacia 2020 por la crisis del coronavirus.

De hecho, la pérdida de fuelle está directamente relacionada con la salida de la ayuda extranjera de Estados Unidos y otros países. Según la Agencia de Noticias Pajhwok, desde la inauguración del Gobierno de Unidad Nacional en 2014, el afgani se ha desplomado más del 23%.

Dos factores han contribuido a esta tendencia: la retirada de la mayoría de las fuerzas internacionales en 2014 y el creciente déficit comercial del país. Los ingresos generados para la economía local por la presencia de fuerzas internacionales han disminuido y no han sido compensados por la estructura productiva local.

La agricultura, la fuente de empleo más importante de Afganistán, que ocupa entre el 85% y el 90% de la población de las zonas rurales, también es inestable. En consecuencia, en los primeros seis meses de 2020, el valor de la producción nacional cayó rápidamente debido a los menores precios de los alimentos y la sequía, y los agricultores tuvieron que vender sus productos a precios más bajos para obtener capital rápidamente para mitigar la sequía, según el FMI.

Por otro lado, el sector de los servicios financieros sigue afectado por varios factores. Debido a su dependencia de la ayuda externa y la gran brecha fiscal, el sector de servicios financieros del país sufre de inestabilidad y una estructura fiscal deficiente.

Inestabilidad financiera

Solo el 17,6% de la población adulta de 25 años y más ha completado algún nivel de educación formal. La tasa de alfabetización de adultos en Afganistán (alrededor del 31%) es una de las más bajas del mundo.

El estado afgano todavía depende enormemente de la ayuda exterior. A pesar de su plan quinquenal de gestión financiera y el plan de mejora del desempeño fiscal, la economía afgana se ve muy afectada por el déficit comercial y la creciente inestabilidad. Una inestabilidad que irá a peor con los talibanes en el poder.