Pese a que era una "tarea inmediata" para la propia Yolanda Díaz, finalmente, el Gobierno que tendrá que subir el salario mínimo entrado ya el año en curso, dado que lo que quiere hacer llegando a algún tipo de acuerdo con los agentes sociales. Pese a que no es necesario un pacto en el diálogo social, el Gobierno sí que considera que le daría cierta legitimidad a su decisión.

Esta posibilidad existe en el caso de los sindicatos. Sin embargo, los trabajadores reclaman que para ello la subida del SMI sea superior a la propuesta por el Gobierno. de un 4%. Es decir, pasar de los 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas actuales a 1.123 euros.

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Los sindicatos consideran que esta cantidad se queda corta y que debería ser al menos del 5%. Opinan que sería la manera de que el SMI se mantuviera en el 60% del salario medio español (tal y como indica la Carta Social Europea) ante las subidas de sueldo del año pasado. Si se aplicara este incremento, los salarios más bajos se elevarían hasta los 1.134 euros al mes brutos. 

Sin embargo, fuentes del Gobierno descartan ceder a este extremo. No está en sus planes llevar a cabo una subida del 5%. Alertan de que, si se llevara a cabo, podría ocasionar importantes perturbaciones en los convenios colectivos en vigor. 

No a la indexación

Por otro lado, el acuerdo tripartito, es decir, entre Gobierno, patronal y sindicatos, parece imposible. La CEOE ya puso una propuesta sobre la mesa de subir el SMI este 2024 al menos un 3%, con la posibilidad de aplicar la cláusula de garantía salarial (vinculada a la inflación) pactada en el AENC. 

Sin embargo, para ello, la patronal ha reclamado que la subida del SMI se repercuta en los contratos en ejecución del sector privado con la Administración. Se trata de una indexación que Trabajo no vería con malos ojos pero a la que el Ministerio de Hacienda se niega. 

María Jesús Montero, ministra de Hacienda y ya vicepresidenta primera, se ha mostrado clara al respecto: "No tendría ningún sentido que la subida del SMI tuviera que ser a costa de lo que pagan las administraciones. La subida no puede ser a costa de la recaudación de los españoles", ha declarado al respecto. 

De ahí que, pese a que la patronal no se ha retirado de la mesa de negociación, se vea muy difícil que vaya a participar en un acuerdo para la subida salarial, según fuentes del Diálogo Social. 

Tensiones

Además, la reunión de este lunes se produce con ciertas tensiones por resolver entre Gobierno, patronal y sindicatos.

En los agentes sociales no ha gustado que la reforma del subsidio de desempleo y que la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales y sectoriales se haya aprobado sin negociación y acuerdo con ellos. Sobre todo por las implicaciones que ambas medidas tienen en el ámbito de la negociación colectiva. 

Cabe recordar que la subida del SMI, pese a que se quiera negociar con los agentes sociales, es un prerrogativa exclusiva del Gobierno que no requiere el apoyo o aval de las Cortes. El Consejo de Ministros sólo tiene que aprobar un real decreto para ello. 

Por otro lado, aunque la subida se apruebe entrado 2024, las empresas tendrán que repercutirla retroactivamente hasta el 1 de enero, como ya ocurrió, por cierto, el año pasado.