Las negociaciones se presentan largas a lo largo de esta tarde, y quizá noche, en los ministerios de Trabajo y Asuntos Económicos. El Gobierno quiere aprobar la reforma de los subsidios por desempleo este martes, en el Consejo de Ministros, pero las posiciones entre las carteras de Yolanda Díaz y Nadia Calviño siguen alejadas.

Fuentes próximas a Díaz mantienen que, aunque las negociaciones se compliquen, la reforma de estas prestaciones estarán en el orden del día del Consejo del martes, ya que se debe remitir el texto a Bruselas este jueves, 21 de diciembre.

Pese a la urgencia y a jugar con el tiempo en contra, en Trabajo confían en que será su propuesta la que se imponga, ya que es la comprometida con Europa y el último hito pendiente en el Componente 23 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliciencia. 

Esto implica que es un requisito para que la Comisión Europea dé el visto bueno al desembolso del cuarto pago de los fondos Next Generation, unos 10.000 millones de euros. 

Si las conversaciones entre los equipos de Díaz y Calviño encallaran en las próximas horas, el Gobierno tendría sólo un Consejo de Ministros más para su aprobación, o abrir la puerta a la convocatoria de un Consejo extraordinario.

Choque de planteamientos

La reforma planteada por Díaz pretende que el subsidio por desempleo pase de los 480 euros actuales hasta los 660 euros durante los primeros seis meses de percepción. De esta forma, se elevaría del equivalente al 80% del Iprem hasta el 110% del Iprem.

Tras ese periodo, el perceptor recibiría 540 euros mensuales durante otros seis meses, el 90% del Iprem, para después quedar en el 80% del Iprem hasta su extinción, con un tope de 30 meses. 

Las cifras que maneja Trabajo se corresponden con al actual Iprem. Por tanto, si este indicador se incrementa, lo hará también la prestación en función del porcentaje para cada caso. 

La cartera de Díaz, en su propuesta, amplia este subsidio a los menores de 45 años sin cargas familiares y a los eventuales agrarios residentes fuera de Andalucía y Extremadura. Asimismo, suprime el mes de espera para que el subsidio se pueda cobrar de manera inmediata, y establece la posibilidad de compatibilizar el subsidio con un empleo durante los primeros 45 días sin rebajar su cuantía.

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En Trabajo, también abogan por revisar los subsidios de manera trimestral en vez de mensual. 

En el Ministerio de Calviño, la concepción de la reforma del subsidio por desempleo es otra. Asuntos Económicos entiende que esta prestación debe quedar en un máximo de 12 meses y, a la vez, rebajar progresivamente su cuantía, hasta una media de 442 euros a lo largo de ese periodo de un año. 

Economía parte de una prestación del 100% del Iprem, 600 euros, durante los primeros tres meses de percepción del subsidio. En los siguientes tres, el parado cobraría el 80% del Iprem, que en la actualidad serían 480 euros, para pasar en el trimestre posterior al 65%, el equivalente a 390 euros. Para concluir esta cobertura, pasaría los últimos tres meses con el 50% del Iprem, en 300 euros. 

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La cartera de Calviño también establece en su propuesta un aumento de la edad del subsidio para mayores de 52 años hasta los 60 años, así como una modificación de la Ley de Sanciones e Infracciones del Orden Social (LISOS) para que las sanciones a los parados actúen como incentivos para la búsqueda de empleo y contra la economía sumergida.

La propuesta de Asuntos Económicos es la más próxima a la CEOE, donde el planteamiento de reforma de Díaz no ha gustado. A los sindicatos tampoco les convenció el texto que les hicieron llegar desde Trabajo. Sin embargo, las prisas no dejan más tiempo para el diálogo social y el Gobierno sacará adelante la reforma sin más consultas con la patronal ni los sindicatos.