La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante una rueda de prensa
El BCE se mantiene en 'modo pausa' por tercera reunión consecutiva: deja los tipos sin cambios en el 2%
La institución dirigida por Christine Lagarde no ve necesidad de más rebajas porque la inflación está cerca del objetivo y el crecimiento aguanta a pesar de los aranceles y la incertidumbre de Trump.
Más información: La inflación de la eurozona repunta al 2,2% en septiembre, lo que respalda la pausa del BCE en el recorte de tipos
Con la inflación aparentemente bajo control y una actividad económica que aguanta a pesar de la incertidumbre provocada por Donald Trump, el Banco Central Europeo (BCE) se atrinchera en el 'modo pausa'.
Cumpliendo el guion previsto, la institución dirigida por Christine Lagarde ha decidido este jueves mantener sin cambios los tipos de interés por tercera reunión consecutiva: deja en el 2% la tasa aplicable a la facilidad de depósito, que es la que guía ahora la orientación de la política monetaria.
El Consejo de Gobierno ha optado de nuevo por guardar la pólvora tras haber ejecutado ocho recortes del precio del dinero entre junio de 2024 y junio de 2025, que han rebajado los tipos a la mitad: desde máximos del 4% al actual 2%.
El argumento del BCE es que la eurozona ha resistido mucho mejor de lo previsto al caos arancelario desatado por Donald Trump, con un crecimiento que se aceleró al 0,2% en el tercer trimestre del año, gracias al empuje de España y Francia.
"La economía ha seguido creciendo pese al difícil entorno internacional. El vigor del mercado de trabajo, la solidez de los balances del sector privado y las anteriores reducciones de los tipos de interés aprobadas por el Consejo de Gobierno continúan siendo factores que contribuyen de forma importante a la resiliencia", señala el comunicado hecho público al término de la reunión.
"Las perspectivas son aún inciertas, debido especialmente a los actuales conflictos comerciales internacionales y a las tensiones geopolíticas", añade.
Al mismo tiempo, la tasa de inflación de la eurozona se consolida en los últimos meses muy cerca del objetivo del 2%, equivalente a la estabilidad de precios. En septiembre, el nivel de precios repuntó dos décimas (hasta el 2,2%), pero la inflación estructural se mantiene estable en el 2,3%.
"La inflación continúa en niveles próximos al objetivo del 2% a medio plazo y la evaluación por el Consejo de Gobierno de las perspectivas de inflación prácticamente no ha variado", subraya el comunicado.
Con estos datos, Lagarde ha repetido en la rueda de prensa de este jueves su ya tradicional mantra de que el BCE está en "buena posición" para cumplir sus objetivos.
"Desde el punto de vista de la política monetaria, estamos en una buena posición. ¿Es una buena posición fija? No, pero haremos todo lo necesario para asegurarnos de que seguimos en una buena posición", ha señalado.
La presidenta ha eludido responder cuando se le ha preguntado sobre si las posibilidades de que su próximo movimiento sea otro recorte de tipos o una primera subida son idénticas y se ha limitado a repetir la misma fórmula.
"Estamos en una buena posición y tomaremos todas las medidas y los pasos necesarios, sobre la base de los datos y reunión a reunión, para garantizar que nos mantengamos en una buena posición", insiste Lagarde.
Con la pausa de este jueves, el tipo de interés de la facilidad de depósito (es decir, lo que cobran las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort a un día) se mantiene en el 2%, su nivel más bajo desde diciembre de 2022.
La tasa aplicable a las operaciones principales de financiación se queda en el 2,15%, mientras que la facilidad marginal de crédito (lo que pagan los bancos por la financiación a un día) se deja también sin cambios en el 2,4%.
La gran incógnita ahora es si el BCE va a ejecutar en los próximos meses un último recorte, o si los tipos se van a quedar ya en el 2% para un largo periodo de tiempo.
Los 'halcones' del Consejo de Gobierno, liderados por la alemana Isabel Schnabel, sostienen que el ciclo de bajadas ha llegado ya probablemente a su fin.
Alegan que en los próximos meses el crecimiento de la eurozona va a despegar por un doble motivo. En primer lugar, la incertidumbre comercial se ha reducido gracias al acuerdo firmado por Trump y Ursula von der Leyen a finales de julio en Escocia.
Además, el BCE espera un estímulo fiscal significativo debido al aumento del gasto en Defensa decidido por la mayoría de los países de la eurozona, empezando por Alemania.
En el extremo contrario, las 'palomas' del BCE avisan de que no hay margen para la "complacencia", porque el principal riesgo ahora es que la inflación caiga prolongadamente por debajo del objetivo del 2%.
En su comunicado, el Consejo de Gobierno reitera que tomará las decisiones "reunión a reunión" en función de los datos que le lleguen. El BCE "no se compromete de antemano con ninguna senda concreta de tipos", concluye.