Lisa Cook, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed).

Lisa Cook, miembro de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed).

Bancos centrales

El Supremo impide que Trump despida ya a Lisa Cook como gobernadora de la Fed

Los jueces escucharán las alegaciones en enero. El intento de destitución ha disparado las alarmas sobre la independencia del banco central.

Más información: Lisa Cook se niega a dimitir del órgano rector de la Fed tras exigirlo Donald Trump

L. Piedehierro
Publicada
Actualizada

El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha decidido frenar por el momento el despido de Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal, solicitado por el presidente estadounidense, Donald Trump.

Así, Cook permanecerá en su cargo mientras el caso judicial sigue abierto y hasta que los magistrados escuchen los argumentos orales. La vista está prevista para el próximo enero.

La batalla legal comenzó poco después de que la Administración Trump anunciase el cese de la economista a finales de agosto, tras acusarla de fraude hipotecario.

La denuncia penal está basada en presuntas declaraciones falsas sobre las residencias que Cook tiene en Míchigan, Georgia y la presentación de un tercer inmueble como segunda vivienda en 2021.

Trump, quien desde que inició su mandato ha presionado a la Fed por no bajar los tipos de interés con mayor rapidez, buscaba así apartar a una gobernadora designada por el expresidente demócrata Joe Biden, con el objetivo de influir sobre la política monetaria del banco central.

En respuesta, Cook -la primera mujer negra en ocupar el cargo de gobernadora de la Fed- llevó el caso ante el Tribunal de Distrito de Washington, donde la jueza federal Jia Cobb dictaminó que debía mantenerse en el cargo mientras se resolvía el litigio.

La magistrada consideró que el despido era probablemente ilegal al carecer de “causa justificada” según la ley de la Reserva Federal y que Cook tenía derecho al debido proceso constitucional.

Al crear la Reserva Federal en 1913, el Congreso aprobó una ley llamada Ley de la Reserva Federal que incluía disposiciones para proteger al banco central de la interferencia política.

Exige que los gobernadores sean destituidos por el presidente sólo "con causa justificada", aunque la ley no define el término ni establece procedimientos para su destitución.

La decisión del Tribunal del Distrito de Washington fue ratificada por el Tribunal de Apelaciones para el Distrito de Columbia, permitiendo a la gobernadora participar en la reunión que la Fed celebró el pasado 17 de septiembre.

El encuentro, que se presumía tenso por la participación de Stephen Miran –ideólogo de los aranceles y nuevo gobernador designado por Trump– se saldó con una bajada de tipos de 25 puntos básicos.

La Casa Blanca recurrió entonces al Tribunal Supremo estadounidense, solicitando el despido inmediato de Cook mientras se dirimía el caso.

Sin embargo, los jueces han rechazado esta petición, aplazando cualquier decisión final hasta la vista oral. Y ello incluso a pesar de la mayoría conservadora de 6 a 3 miembros que hay en el alto tribunal.

En sus escritos ante la Corte, los abogados de Cook advirtieron del grave impacto que tendría una destitución precipitada sobre la independencia de la Fed y la estabilidad de los mercados financieros.

Además, exmiembros del banco central y del Tesoro han mostrado su apoyo público a Cook para preservar la credibilidad institucional.

Entre ellos se encuentran los tres últimos presidentes de la Fed: Janet Yellen, Ben Bernanke y Alan Greenspan.

En un escrito presentado ante la Corte, escribieron que permitir el despido amenazaría la independencia de la Fed y socavaría la confianza pública en ella.

"El presidente Trump destituyó legalmente a Lisa Cook de la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal con causa justificada", ha defendido la portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, en declaraciones recogidas por Reuters.

"Esperamos obtener una victoria definitiva tras presentar nuestros argumentos orales ante la Corte Suprema en enero", ha añadido.

Enero, clave

La vista oral del caso de Cook coincidirá en enero con la renovación de los mandatos de los presidentes regionales de la Reserva Federal para los siguientes cinco años.

La Junta de Gobernadores -formada por siete miembros, entre los que se encuentra el presidente de la Fed, Jerome Powell, Cook o Miran- es el organismo que tiene la última palabra respecto a estos nombramientos.

Si Trump quisiera presionar para destituir a algunos o incluso a todos los presidentes de los bancos regionales, necesitaría una mayoría dispuesta en la Junta de Gobernadores para hacerlo.

Por ahora cuenta con tres miembros afines: el mencionado Stephen Miran y los gobernadores Christopher Waller –su nombre se incluye en las quinielas para convertirse en próximo presidente de la Fed- y Michelle Bowman, recién nombrada vicepresidenta de supervisión.