El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell.

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el presidente de la Fed, Jerome Powell. Reuters

Bancos centrales

La Fed no cederá a la presión de Trump y mantendrá los tipos en una decisión sin consenso

Los gobernadores Christopher Waller -quien aparece en las quinielas para sustituir a Powell- y Michelle Bowman son favorables a recortar las tasas.

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La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) no tocará los tipos de interés en su encuentro de julio. Al menos así lo consideran todas las previsiones. De esta forma, la institución mantendrá su postura de "esperar y ver" cómo evoluciona la economía estadounidense.

Los responsables de la política monetaria de Estados Unidos optan por examinar la evolución de la primera potencia mundial antes de retomar los recortes. Y ello, a pesar de la presión ejercida por la Administración Trump para que las tasas de referencia se reduzcan.

Con esta nueva pausa, el precio del dinero seguirá en el rango de entre el 4,25 y el 4,5% en el que se sitúa desde el pasado diciembre.

Es decir, la de este miércoles será la quinta reunión consecutiva del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed en la que no habrá cambios. Es decir, el plazo sin variación se ampliará, al menos, a siete meses.

Esta pausa prolongada se produce tras tres recortes seguidos. La Fed inició este ciclo de descensos en septiembre de 2024, cuando redujo el precio del dinero 50 puntos básicos.

La bajada llegó tras casi catorce meses en los que los tipos de interés se mantuvieron sin cambios en el rango de entre el 5,25% y el 5,5%, máximos desde enero de 2001.

El banco central estadounidense volvió a recortar el precio del dinero en noviembrejusto dos días después de que se celebrasen las elecciones presidenciales en Estados Unidosy también en diciembre. En ambos casos, los movimientos fueron de 25 puntos básicos.

Pero, tal y como resaltan los expertos de Allianz Global Investors, "las presiones para bajar tipos están aumentando", tanto por parte de la Casa Blanca como de miembros del consejo de la Fed. De hecho, la decisión de este miércoles podría ser tomada sin consenso.

A pesar de ello, en la firma consideran que las perspectivas de crecimiento e inflación de Estados Unidos "respaldan este enfoque más cauto del banco central".

El índice de precios de consumo (IPC) de Estados Unidos se situó en junio en el 2,7%, lo que implica una aceleración de tres décimas respecto de la subida del coste de la vida en mayo.

La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de los alimentos y la energía por su mayor volatilidad, cerró junio en el 2,9%, una décima más.

El índice de precios de gasto de consumo personal de Estados Unidos, la estadística favorita de la Fed para monitorizar la inflación, subió en mayo una décima al 2,3% interanual. La variable subyacente se incrementó una décima, al 2,7%.

A su vez, el mercado laboral estadounidense sigue dando muestras de fortaleza. La primera potencia mundial creó 147.000 puestos de trabajo en junio, más de lo esperado.

La tasa de paro se redujo una décima, al 4,1%. El mercado anticipaba un repunte hasta el 4,3%.

A ello se suman las reiteradas declaraciones del presidente de la Fed, Jerome Powell, en las que ha señalado que la institución está esperando mayor claridad sobre el estado de las negociaciones comerciales y el impacto de los aranceles en la economía estadounidense.

Tras el anuncio de los aranceles recíprocos el 2 de abril, el mercado se apresuró a descontar un ritmo más agresivo de recortes de tipos en EEUU en 2025, ante la expectativa de que se produciría una desaceleración económica.

Ahora, EEUU ha empezado a firmar acuerdos comerciales —como los alcanzados con la Unión Europea (UE) o Japón— mientras que el enfriamiento de su economía no se ha materializado. O al menos no en la proporción esperada.

"El crecimiento estadounidense parece haber repuntado con fuerza en el segundo trimestre, tras una modesta contracción en el primero", afirman en Ebury. El producto interior bruto (PIB) registrado entre abril y junio se conocerá también este mismo miércoles.

"Dado que los últimos datos económicos han sido bastante sólidos y que las implicaciones inflacionistas de los aranceles aún no se han materializado plenamente", los analistas de la fintech no creen que "los políticos monetarios estén todavía en condiciones de bajar los tipos".

Sin consenso

A pesar de todo lo anterior, los economistas de Generali AM señalan también que "es poco probable" que el mantenimiento de los tipos de interés se apruebe por unanimidad.

Dos gobernadores podrían votar en contra: Christopher Waller y Michelle Bowman.

Waller se ha mostrado partidario de recortar los tipos de interés 25 puntos básicos en esta reunión. Para argumentar esta postura se basa en que el incremento de los precios que provocarán los aranceles será excepcional y en que los riesgos crecen en el mercado laboral.

No es extraño que los miembros de la Fed expresen su desacuerdo a través de su voto, aunque sí que es poco habitual. Según los cálculos de Ebury, aproximadamente el 85% de las reuniones del FOMC desde principios de 2020 han dado lugar a una votación unánime.

Por ejemplo, en 2024 fueron dos de los ocho encuentros que celebró la Fed los que se saldaron sin unanimidad. La propia Bowman votó en contra de bajar los tipos de interés 50 puntos básicos en la cita de septiembre. Prefirió un recorte de 25 puntos básicos.

En diciembre, la presidenta de la Fed de Cleveland, Beth Hammack, ratificó con su voto su oposición a que las tasas se redujeran 25 puntos básicos. Defendía no tocarlas.

La situación que podría darse este miércoles es aún más extraña. Si finalmente Bowman y Waller votan en contra de mantener los tipos será la primera vez en más de 30 años que dos gobernadores —y no otros miembros— discrepen en la misma reunión. No ocurría desde 1993.

El escenario es más extraño si se tiene en cuenta que Christopher Waller es uno de los nombres que suenan para sustituir a Powell como próximo presidente de la Fed.

"Su disconformidad sin duda sería bien recibida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump", apuntan en Ebury.

Y sin ceder ante Trump

A pesar de que la decisión puede no ser unánime, la Fed seguirá desmarcándose de las críticas recibidas por parte de la Casa Blanca.

Su presidente, especialmente, está en el punto de mira. Powell "ha estado sometido a una creciente presión para recortar los tipos de forma inmediata, con el presidente Trump insinuando incluso la posibilidad de reemplazarlo antes de que su mandato expire en mayo de 2026", recuerdan desde Allianz Global Investors.

A pesar de los persistentes rumores y las amenazas ocasionales de Trump, en Pimco creen que "es muy poco probable" que el republicano despida a Powell. "Hay razones legales, políticas y prácticas", resaltan.

Las especulaciones sobre una posible destitución del banquero central han provocado un incremento de la rentabilidad de la deuda estadounidense y la caída de los principales índices de Wall Street. Ambos resultados van en contra de la Administración Trump.

En septiembre

Si bien el mercado descarta totalmente que salte la sorpresa en esta reunión, marca el 19 de septiembre como la fecha en la que la Fed retomará las bajadas de tipos.

Según datos de LSEG, los inversores dan una probabilidad de aproximadamente el 63% a que la institución reduzca las tasas entonces.

"A menos que se produzca una sorpresa inflacionaria significativa, la reunión de septiembre podría convertirse en un punto de inflexión para retomar los recortes, especialmente si los indicadores de actividad económica se debilitan y la presión política se intensifica hasta un nivel que obligue a la Fed a actuar", estiman en Allianz GI.